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Irán prioriza la diplomacia mientras Israel se muestra desafiante

Los primeros pasos de Irán, tras la ruptura del acuerdo nuclear por parte de EEUU y el ataque de Israel a supuestos objetivos iraníes en Siria, han ido por la senda diplomática, con un tono modulado a la hora de denunciar los bombardeos y una gira por Europa para intentar salvar el pacto firmado en 2015. Israel mantiene la retórica bélica y amenaza a Siria para que «eche a los iraníes» y advierte de que «estamos en una larga campaña y vamos a ganarla».


El ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, comienza hoy una gira diplomática para intentar salvar el acuerdo nuclear tras la retirada de Estados Unidos, en un contexto de presión occidental para modificar el pacto simultáneo a los ataques israelíes a las fuerzas iraníes en Siria.

La retirada de EEUU, sin embargo, no ha provocado un movimiento similar de Teherán, y Zarif visitará China, Rusia y Bruselas con el fin de hablar sobre los medios para salvar el acuerdo. Tampoco parece dispuesto a dejarse llevar por un conflicto más amplio con Israel, una cuestión que también se abordará en las reuniones. El presidente iraní, Hassan Rohani, ya afirmó el jueves durante una entrevista telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, que su país no quiere «nuevas tensiones» en la región.

Fue la primera declaración oficial, solo unas horas después de los bombardeos israelíes.

Por su parte, tras llevar a cabo su mayor ataque contra Siria en décadas, Israel sigue manteniendo el tono bélico y desafiante. El ministro israelí de Defensa, Avigdor Lieberman, exigió al presidente sirio, Bashar al-Assad, que «eche a los iraníes» de su país.

Irán acusa a Israel de «inventar pretextos que carecen de fundamento» para atacar de forma reiterada a Siria y subrayó que el régimen de Damasco tiene derecho a responder en legítima defensa. Tel Aviv lanzó los ataques israelíes en represalia a los disparos de cohetes supuestamente iraníes en dirección a la parte de la ocupada meseta del Golán. A su vez, estos cohetes respondían a un ataque previo israelí en la provincia siria de Quneitra. Varios líderes mundiales llamaron a reducir las tensiones tras los ataques israelíes y la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de abandonar el acuerdo nuclear con Irán. Pero varios de los occidentales se centraron en criticar los supuestos ataques iraníes y en destacar «el derecho de Israel a defenderse» Según el pacto firmando en 2015, Irán se comprometía a abandonar sus actividades nucleares a cambio del levantamiento de parte de las sanciones internacionales contra su economía. Londres, París y Berlín afirman querer mantener el acuerdo, pero su propuesta pasa por algunas de las exigencias de Washington, como ampliarlo a la influencia de Irán en la región, su programa de misiles balísticos o la duración del pacto.

A la vez, afirman querer defender su soberanía y emanciparse económicamente y militarmente de los EEUU de Trump. «Los tiempos en los que se podía contar con EEUU para protegernos han acabado», afirmó la canciller alemana, Angela Merkel. «No podemos dejar a otros decidir por nosotros», señaló, a su vez, el presidente francés, Emmanuel Macron.

Dimisión inesperada

En este contexto, el jefe de los inspectores del AIEA, máximo encargado de verificar el acuerdo nuclear con Irán, el finlandés Tero Varjoranta, dimitió ayer de forma inesperada.

Irán está en una posición delicada. Por una parte, quiere mostrar firmeza tras la decisión de Trump y los ataques israelíes, al tiempo que intenta obtener el apoyo europeo para mantener el acuerdo.

Teherán ya dijo que seguirá en el acuerdo si las otras cinco potencias que lo firmaron –China, Estado francés, Reino Unido, Rusia y Alemania– aportan garantías de que se preservarán sus intereses económicos. Sí criticó el silencio de la comunidad internacional sobre el ataque, que equivale a dar «luz verde al régimen sionista para que continúe sus actos de agresión».

Si bien su presencia en Siria no responde a un plan hacia Israel, el periódico “Haaretz” no dudó en advertir al Gobierno israelí de que no se deje «llevar por la espiral de la arrogancia» porque Teherán podría activar a Hizbulah para lanzar un ataque desde Líbano, «y en ese caso el conflicto podría tomar una dimensión totalmente distinta».

Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está lejos de la precaución. «Estamos en una campaña que continúa y vamos a ganarla», afirmó sobre la escalada militar.

Algunos analistas creen que Israel tenía el aval de EEUU para ser más agresivo contra la presencia iraní en Siria, sobre todo después de la decisión de Donald Trump de abandonar el acuerdo nuclear.

Por su parte, Rusia, que tiene relaciones a la vez con Irán e Israel, intenta actuar como mediador. «Todas las cuestiones se pueden resolver con el diálogo», señaló el responsable de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov.

El presidente ruso, Vladimir Putin, también activó los contactos diplomáticos y habló ayer con Angela Merkel y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

 

Otro muerto por disparos israelíes en las protestas de Gaza

A la vez que aumenta la tensión en la región, Israel no cesa en la brutal represión contra los palestinos que llevan a cabo la protesta en Gaza y ayer mató a otro más e hirió casi 200, a pocos días del 70º aniversario del Día de la Nakba (Catástrofe), que recuerda la expulsión de cientos de miles de palestinos de sus hogares con la creación del Estado de Israel. La víctima mortal es Jaber Salem Mustafá, de 40 años, quien recibió un disparo en el pecho cuando participaba en una protesta al este de Jan Yunis (sur). Entre los heridos había siete en estado crítico, entre ellos un adolescente de 16 años que recibió un disparo en la cara. De esta forma, son ya 53 los muertos a causa de los disparos de las fuerzas israelíes desde que el 30 de marzo comenzaran las protestas por el derecho al retorno de los refugiados palestinos.

«Mi abuelo me habló de Jaffa, de donde venía. Dijo que era la novia del mar, la más bella de todas. Quiero volver a Jaffa. Matarme no cambiará nada, Jaffa seguirá siendo Jaffa. Han de matar hasta al último de nosotros para cambiar los hechos», afirmó Samir, un refugiado cuyo abuelo residía en la localidad palestina adyacente a Tel Aviv, que participaban ayer en las protestas.

Las manifestaciones han pasado por un total de siete rondas de protestas semanales que está previsto lleguen a su punto máximo el 15 de mayo, aniversario de la Nakba.GARA