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El Foro Social asume la deuda de la sociedad vasca con todas las víctimas del conflicto

El Foro Social ha reconocido «los largos años de soledad y no reconocimiento» que han tenido que soportar todas las víctimas del conflicto, por lo que considera que la sociedad vasca tiene una deuda pendiente con todas ellas.

Los miembros del Foro Social que hoy han comparecido en Donostia. (Andoni CANELLADA/FOKU)

Representantes del Foro Social Permanente han comparecido este domingo en Donostia con motivo del 25 aniversario de las ‘Conversaciones de Maroño’, dinámica que en 1993 reunió a diversos agentes de la sociedad civil vasca con el propósito de «poner en valor el diálogo multilateral para contribuir a la construcción de un escenario de paz».

La comparecencia, que ha tenido lugar junto a la escultura de ‘La Paloma de la Paz’, ha tenido entre sus objetivos el de «no dejar que caiga en el olvido  esta dinámica» y poner en valor «lo que supuso, como contribución a la construcción de una memoria inclusiva».

Fernando Armendariz ha dado lectura a un manifiesto en el que ha señalado que este foro es hoy día «una dinámica que engloba agentes de una cierta pluralidad de la sociedad civil vasca. Somos humildes, no representamos a todos pero nuestra pluralidad es nuestra principal seña de identidad».

En la comparecencia de hoy el Foro Social ha querido hacer un reconocimiento especial a todas las víctimas de todas las expresiones de violencia y ha incidido en que esta sociedad «tiene una gran deuda con ellas. Las víctimas de este país han soportado con paciencia los largos años de soledad y no reconocimiento y lo decimos desde el corazón».

Además, Armendariz ha resaltado que las personas que conforman el Foro Social no se resignan a dejar que «el paso del tiempo se la única cura para los problemas que aún quedan pendientes por resolver».

A su juicio, dinámicas como las de Maroño son las que han llevado durante todos estos años a la sociedad vasca a «no resignarse en la construcción de la paz, a reinventarse, a crear nuevas herramientas para impulsar la paz y la convivencia.

«Nos queda trabajo por realizar. Todas las víctimas, y su derecho a la verdad, la justicia y la reparación. Nunca ninguna víctima más debe sentirse excluida», ha sentenciado.