Sánchez censura, Rajoy patalea
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se movió con rapidez ayer por la mañana para registrar su moción de censura contra un Mariano Rajoy que respondió con una pataleta, atacando a su contrincante, eludiendo las acusaciones de los jueces y refugiándose en sus votos como eximente de responsabilidades.
Cuentan quienes lo vieron, y habitualmente interpretan bien los movimientos en el PP, que tras la victoria de los Presupuestos Generales del Estado el estado de ánimo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, contrastaba con la euforia generalizada en su Ejecutivo y su partido. Un abatimiento comprensible en quien no sería extraño que en esa tarde-noche del miércoles pudiera tener ya un avance de la condena de la Gürtel que le venía encima.
Las primeras páginas de los periódicos del jueves concedían larga vida a Rajoy, analizando que la aprobación de las cuentas gracias al voto del PNV concedía al presidente la opción de agotar los dos años de legislatura que le quedan.
Pero no había mediado todavía el día cuando estalló la bomba judicial. Duras condenas para la mayoría de los implicados en la trama Gürtel y tres puñaladas judiciales indisimulables: condena al PP por haberse beneficiado de mordidas, certificación judicial de la existencia de la «caja B» y acusación contra el propio Mariano Rajoy de que su declaración como testigo, y jurando decir la verdad, no había resultado creíble.
Alarma roja en la Moncloa y en Génova 13; escándalo generalizado y oportunidad de oro para el PSOE y para Pedro Sánchez, al que no faltaban quienes criticaban porque no diera señales públicas de vida. Lo daban por desconcertado.
¿Dónde estaba y qué hacia? Preparaba un rápido golpe a Rajoy con maniobras de distracción incluidas. Para la noche del jueves ya había medios como “Público” que avanzaban que el PSOE había decidido presentar una moción de censura. Pero la mayoría todavía esperaba a que la decisión se tomara en la Ejecutiva convocada para las once de la mañana.
Registrada con antelación
Para cuando se reunió la dirección del PSOE la moción de censura ya estaba registrada en el Congreso. Fuentes del partido explicaban a GARA que la rapidez de la maniobra pretendía impedir que Mariano Rajoy se adelantara convocando él mismo elecciones. Un paso improbable, pero que convenía atajar.
El kiosco ayer era un funeral adelantado y casi unánime de la era Rajoy, salvo “La Razón” que dirige Francisco Marhuenda, quien en tiempos de Aznar fuera jefe de Gabinete del actual presidente del Gobierno, que acusaba al tribunal de haberse excedido.
Pedro Sánchez afirmó que la moción de censura se presenta para «recuperar la dignidad de la democracia española que hoy está siendo cuestionada por el PP». Pidió el voto a los 350 diputados y diputadas, pero dejó claro que va a defender «la Constitución española, la soberanía nacional, la integridad territorial y la convivencia entre los pueblos de España». Anunció un gobierno del PSOE que daría paso a unas elecciones.
Unidos Podemos ya ha avanzado su apoyo. Ciudadanos dice que no votará junto a «quienes quieren romper España» y a «populistas», por lo que pidió al PSOE que retirara la moción para que sea el propio Mariano Rajoy quien convoque elecciones, lo que el presidente del Gobierno ya aseguró ayer que no tenía intención alguna de hacer.
Como todavía estamos en las primeras horas de un movimiento de calado, no conviene dejarse atenazar por la dictadura de las palabras de cada cual. Las combinaciones posibles son varias y habrá que atender a la evolución de las condiciones que ponga cada partido y de si se prioriza echar a Rajoy o llegar a la Moncloa.
Rajoy, acorazado
Tras la reunión del Consejo de Ministros, Mariano Rajoy decidió salir en persona ante los medios. Pero no lo hizo para enfrentarse a la realidad de la condena judicial, sino para arremeter contra Pedro Sánchez, acusándole de querer llegar a la Presidencia del Gobierno a costa de hacer daño a España. Un argumentario, con campaña en redes, que puede contentar a sus forofos, pero algo inútil cuando esta partida ya no se juega en la opinión pública sino entre los 350 diputados con su disciplina del partido.
Rajoy intentó vender que el PP en realidad no había sido condenado, no habló de la «caja B», y cuando le preguntaron sobre que los jueces no le creen, apeló a su mayoría electoral para certificar su credibilidad.
La crisis, el abismo, están aquí. A ver si ahora va a resultar que el PNV vendió su palabra de vasco por mantener en el Gobierno a un Mariano Rajoy sin futuro, por una «estabilidad» con fecha de caducidad/censura y por unas inversiones que ya nunca llegarán.
ERC
Tardà avanza el apoyo, pero pide «corregir las ofensas»
El PNV esperará a que el PSOE le dé explicaciones sobre su moción de censura a Mariano Rajoy. «Hay demasiadas incógnitas a aclarar en los próximos días y en función de eso y de sus planteamientos tomaremos una decisión», dijo ayer el portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban. El lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, declaró que el presidente del Gobierno y del PP debe dar explicaciones de forma «urgente» ante la «gravísima» condena. Sobre la moción, respondió que «paso a paso». Desde Iruñea, la lehendakari Uxue Barkos señaló que «urge» la moción para «regenerar» instituciones.GARA
PNV
Espera explicaciones del PSOE para tomar una decisión
ERC avanzó ayer que apoyará la moción de censura impulsada por el PSOE, pero exige al partido de Pedro Sánchez que «corrija sus ofensas» a los catalanes en los últimos días. En declaraciones en el Parlament, el diputado del Congreso Joan Tardà manifestó que «daremos el voto favorable, pero será necesario que corrija y se desdiga de algunas ofensas que han sido muy vergonzantes». Y añadió que será necesario que el PSOE «abandone la deriva de competir en una carrera muy alocada con Cs y el PP para ver quién tiene la testosterona más larga».GARA
EH BILDU
Derecho a decidir y fin de los recortes impuesto por el PP
EH Bildu decidirá el lunes si apoyará o no la moción de censura del PSOE contra Mariano Rajoy, aunque el parlamentario Iker Casanova adelantó que será «muy difícil» que la respalde si no plantea una «alternativa» a la política de recortes de derechos sociales y de «negación» del derecho a decidir desarrollada por el PP. Pero EH Bildu ve que «se abre una oportunidad para un cambio de políticas» y añade que «le da igual que (el presidente) se llame Mariano, Pedro, Pablo o Alberto, ya que «lo que importa es que se constituya un Gobierno ‘democrático’» y sin recortes .GARA
JxCat
Dudas entre apoyar a Sánchez y el gusto por echar a Rajoy
El portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, marcó distancias con la moción de censura impulsada por el PSOE y se preguntó «qué ganan los catalanes sustituyendo a un presidente corrupto» y «pésimo» por un «cómplice» de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Por su parte, el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, se abrió a apoyar la moción, pero rechazó que esta iniciativa cuente con los votos de C’s. El diputado ha contactado ya con la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, para dialogar sobre la moción y ver si la oportunidad de echar a Rajoy se plantea o no de forma seria .GARA