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El director de Euskarabidea dice que la zonificación fue una «elección política»

El director gerente de Euskarabidea, Mikel Arregi, ha afirmado en el Parlamento navarro que la zonificación no fue una «respuesta natural a la heterogeneidad de Navarra», sino una «elección política» que se estableció «sin ningún criterio demolingüístico objetivo».

Mikel Arregi, director de Euskarabidea. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Así lo ha manifestado en la comisión para la elaboración de una nueva Ley  del Euskara, donde ha comparecido junto a la directora del Servicio de Planificación y Promoción del Euskara, Paula Kasares.

«La zonificación se ha presentado como la única solución posible, sin atender al modo en que otras comunidades gestionaron su diversidad lingüística: reconociendo a las lenguas propias el estatus de oficial para garantizar los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía», ha añadido.

Arregi, que ha asegurado que la «oficialidad no es sinónimo de imposición», ha lamentado que «se olvida de forma reiterada» que castellano y euskara son lenguas propias de Nafarroa, de forma que «todos los ciudadanos tienen derecho a conocerlas y a usarlas».

«Es una lengua nuestra -ha reivindicado-, toda comunidad tiene una responsabilidad con sus lenguas históricas y Navarra la tiene con el euskera y su recuperación social». Tras asegurar que la zonificación «se estableció sin ningún criterio demolingüístico objetivo», ha explicado que «se incluyeron en la zona mixta municipios cuyo porcentaje de vascohablantes era mayor que el de otros incluidos en la zona vascófona».

Lo mismo ocurría con municipios incluidos en el territorio no vascófono con respecto a algunos encuadrados en zona la mixta. Así, municipios de la zona vascófona como Aranotz tenían el 99,4 % de vascohablantes, frente al 7,1 % de Garaioa.

En la zona mixta se podían encontrar territorios con un 12,4 % de euskaldunes, como Txulapain (Juslapeña), o Bidankoze, con el 0 %. En la no vascófona se encuadró Nabaskoze, con el 6,1 % de vascohablantes.

Además, ha cuestionado cómo puede ser «real» una oficialidad «reducida a una zona rural donde no se localizan los servicios generales de la Administración, ni hospitales, ni tribunales ni universidades». En este sentido, ha criticado que cuando una persona del norte de Nafarroa se dirige a la capital, «queda desprotegida en su derecho a recibir un servicio público en euskera».

En este sentido, ha garantizado que oficialidad «es sinónimo de progresividad» porque es la «manera de amparar el derecho de los ciudadanos a conocer y usar el euskera». También, sinónimo de «libertad y voluntariedad», ya que «es la ciudadanía la que tiene derecho a elegir, y no la Administración».

«La zonificación es una división administrativa que obstaculiza el conocimiento del euskera en toda Navarra y que impone un trato desigual a la ciudadanía», ha denunciado. Asimismo, ha criticado que dicha lengua únicamente es requisito en un 1,3% de las plazas de la Administración. Una cantidad, a su juicio, «insuficiente».

Por todo ello, ha apostado por una Ley del Euskara que garantice «la igualdad de derechos a toda la ciudadanía en todo el territorio» y una «atención a la diversidad sociolingüística de la comunidad».

Por su parte, Kasares ha realizado un recorrido por la historia navarra para mostrar la evolución del uso del euskara. Según ha indicado, esta evolución «indica que la lengua es un fenómeno social vivo y que la oferta que se da a los hablantes se puede modificar».

El portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, se ha mostrado «totalmente de acuerdo» con lo expuesto, en la misma línea que Dabid Anaut, EH Bildu, que ha compartido que la situación actual del euskara es la descrita por los comparecientes: «compleja y difícil». Por ello, ha apostado por una Ley del Euskara «adecuada» y una política lingüística «firme» que aporte a la ciudadanía «razones y opciones para aprender y utilizar» dicha lengua.

Rubén Velasco, parlamentario de Podemos-Ahal Dugu, ha reivindicado la importancia de la educación en esta materia, mientras que Inma Jurío, PSN, ha considerado que «no existe una verdadera demanda» de un sistema educativo únicamente en euskera en cualquier zona de Nafarroa. «Han aumentado las zonas donde se ha implantado el modelo D, pero realmente no ha respondido a las expectativas que este Gobierno tenía», ha argumentado.

Por último, y en ausencia del resto de grupos parlamentarios, José Miguel Nuin, I-E, se ha mostrado «abierto» a sentarse y hablar sobre una posible oficialidad del euskara en toda Nafarroa y la eliminación de la zonificación, aunque ha advertido que «las obligaciones de las administraciones no pueden ser las mismas en las diferentes zonas con realidades sociolingüísticas diferentes».