Rajoy: «No me puedo tomar en serio el programa de Sánchez»
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha considerado «una tomadura de pelo» el programa de Pedro Sánchez presentado durante la moción de censura. El líder del PP se ha centrado en el anuncio del candidato del PSOE de mantener los PGE y ha advertido a Podemos de que «se van a tener que comer con patatas» unos Presupuestos que «les daban urticaria».
«Lo que plantea es una moción de censura a los españoles porque no le han hecho caso en las urnas. Eso es lo que está planteando, esa es su moción de censura real, y por eso es por lo que más me preocupo, porque yo voy a seguir siendo español», se ha dirigido Mariano Rajoy a Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha acusado al líder del PSOE, Pedro Sánchez, de carecer de «un proyecto para España» y de ser «pura ambigüedad táctica». A Sánchez, ha dicho Rajoy, «le urge denigrar la realidad española para hacerse indispensable», y también le ha acusado de «magnificar hasta el delirio la incorrupción del Gobierno» para «fundamentar su iniciativa purificadora».
En suma, ha dicho Rajoy, Sánchez «necesita un dragón para poder presentarse como un San Jorge» y por eso presenta un programa «increíble» y «deforma la realidad a su conveniencia».
Asimismo, ha advertido al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que «se van a tener que comer con patatas» los Presupuestos Generales del Estado de 2018 si prospera la moción de censura presentada por el PSOE, después de que Sánchez haya confirmado que los mantendrá, en lo que se ha considerado como un guiño al PNV.
El presidente del Gobierno español ha señalado que «es verdaderamente chocante» que el PSOE y Unidos Podemos apoyen ahora unos Presupuestos que «les daban urticaria». Rajoy ha recriminado a Podemos que afirmara que estas cuentas eran «las de la estafa», estaban basadas en «la extrema precariedad» y redujeran al mínimo el Estado de Bienestar y ha concluido diciéndole que «esto se lo van a tener que comer con patatas».
Rajoy se ha vuelto a dirigir a Sánchez y le ha echado en cara, con ironía e interrumpido por los aplausos de su bancada, que votaran en contra con «entusiasmo» y que ahora quieran «convivir con tamaña monstruosidad».