INFO

Salvini zanja el debate: «Los centros de migrantes, en el sur de Libia»

En pleno debate en el seno de la UE sobre dónde ubicar los centros de internamiento, el ministro italiano de Interior, Matteo Salvini, marcó la dirección en una visita relámpago a Trípoli. Su solución, devolver los barcos a la deriva y sin permiso para hacer puerto a Libia e internar a los migrantes y refugiados en el sur.


El ministro de Interior italiano y líder de la ultraderechista Lega, Matteo Salvini, viajó por sorpresa a Libia en pleno debate sobre la localización de los «centros de retención» de refugiados y migrantes y propuso habilitarlos en la frontera sur del país norteafricano, precisamente para frenar el flujo subsahariano.

Un día antes, 16 países de la UE se reunieron en una minicumbre sobre asilo y migración en Bruselas, y todos coincidieron en la necesidad de crear centros de retención «para distinguir entre los que tienen derecho a asilo y los que pueden ser considerados migrantes económicos». No obstante, las diferencias surgieron en torno a los países en los que deberían crearse los citados centros.

Los Estados francés y español defienden ubicarlos en los países comunitarios de «primera línea» para después llevar a cabo una reubicación en los Veintiocho basada en un sistema voluntario de repartición.

Por contra, Italia insistió en la necesidad de crear centros de migrantes en los países de tránsito –en concreto, mencionó a Libia y Níger– para evitar que los migrantes se embarquen en dirección a Europa y acaben en territorio italiano.

Golpe de efecto

Salvini, quiense reunió en la capital libia con su homólogo libio, Abdulsalam Ashour, y el viceprimer ministro del Gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, Ahmed Maitig, señaló a la prensa que «hemos propuesto centros de acogida en la frontera del sur de Libia para evitar que Trípoli se convierta en un embudo como es Italia» e insistió en que «la propuesta de instalar centros en Italia o España no resolvería el problema».

Por contra, el viceprimer ministro Maitig señáló que «Libia está preparada con su programa de inmigración y está de acuerdo con los europeos en muchas cosas, sin embargo, rechaza categóricamente los centros dentro de Libia. Eso está prohibido por la legislación libia».

Condescendiente, paternalista y descaradamente postcolonial, Salvini hizo caso omiso de ese rechazo y se comprometió a ayudar a las autoridades libias en materia logística y económica para «garantizar» la seguridad en el Mediterráneo así como a defender la propuesta italo-libia en el Consejo Europeo que se celebrará el próximo jueves para mostrar a Libia como «una gran oportunidad y no como un problema».

Devueltos a Libia

El líder de la xenófoba Lega agradeció «a las autoridades libias su labor en la recuperación de inmigrantes. Estamos en la misma sintonía y haremos todo lo posible para que Libia se ocupe de todo en su territorio, también marítimo, bloqueando la invasión de las ONG que pretenden sustituir a los Gobiernos y ayudar a los traficantes».

Precisamente, en las últimas horas la Guardia Costera libia ha devuelto a Libia a 948 inmigrantes y refugiados y ha recuperado los cadáveres de otras diez personas. Estas operaciones elevan a cerca de 2.000 los migrantes que han sido rescatados por la Guardia Costera de Libia desde la semana pasada tras haber partido en varias embarcaciones desde la costa del país norteafricano.

ONG como la española Proactiva Open Arms denunciaron que habían alertado de varias embarcaciones con un millar de inmigrantes en peligro y que les habían negado su participación en las tareas de rescate.

Barcos implorando puerto

Mientras tanto, el barco de la ONG alemana Lifeline lleva cuatro días con unos 230 inmigrantes a bordo, entre ellos cuatro menores, en aguas internacionales pero muy próxima a Malta, esperando a que se le destine a algún puerto.

La situación en el barco de Lifeline empieza a ser preocupante ya que lleva más del triple de las personas de su capacidad y empieza a escasear la comida,

Otros 113 inmigrantes se encuentran en el buque mercante Alexander Maersk, de bandera danesa, en aguas territoriales italianas cerca de Pozzallo, en la isla de Sicilia, también esperando instrucciones.

El Gobierno danés, que se ha alineado con Austria y los países del este (Visegrado) en contra de acoger más refugiados, envió una carta a Salvini en la que le urge a acoger a los inmigrantes del barco.

Salvini se ríe –con razón– y el presidente español, Pedro Sánchez, dice que «ambas propuestas, las de crear centros de migrantes dentro y fuera de la UE, son compatibles». Está claro quién está marcando el debate.

 

2.000 menores seguían separados de sus progenitores, pese a la marcha atrás de Trump

Solo medio millar de menores migrantes han sido reunificados con sus familias y más de 2.000 seguían a última hora del domingo separados de sus progenitores y persistían grandes dudas sobre el calendario y las modalidades del reagrupamiento familiar. Más teniendo en cuenta la imprevisible política del presidente, Donald Trump.

Y es que tras su marcha atrás la semanas pasada y el anuncio de que pondría fin a la separación de las familias, Trump urgió a una mayor dureza, sugiriendo que los inmigrantes sin papeles podrían ser matemáticamente expulsados sin pasar por los tribunales.

Según datos de la Administración Trump, la policía de fronteras «ha reunido a 522 menores extranjeros no acompañados en su detención que fueron separados en el marco de la política de tolerancia cero», informó el Ministerio de Salud.

Pero pese a que asegura saber dónde están los menores en los centros de retención y a que el Ejército estadounidense ha ofrecido dos bases para albergar a familias de migrantes sin refugio, la situación sigue siendo dramática. El senador independiente Angus King asegura que el drama afecta a solicitantes de asilo y refugiados que huyen de América Central, y no son migrantes económicos mexicanos. El senador por Maine destacó la contradicción de que «hasta ahora separaban a los menores de las familias y ahora han decidirlo meterlos juntos en un campo de detención. ¡Menuda solución!». GARA

 

La Lega amortiza su discurso xenófobo en las locales

La coalición de derecha, incluida la xenófoba Lega, triunfó en la segunda vuelta de las municipales que se celebraron en 75 localidades italianas, con lo que arrebata al Partido Demócrata (PD) ciudades históricamente vinculadas a la izquierda de la «Toscana roja» como Siena, Massa y Pisa

La coalición de derecha, formada por Forza Italia, de Silvio Berlusconi, y Fratelli d´ Italia (extrema derecha) logró hacerse con 28 ayuntamiebntos –solo tenía tres–.

Después de los pésimos resultados en la primera vuelta, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) consiguió imponerse en cinco ayuntamientos, entre ellos Avellino e Imola, pero perdió en Ragusa (Sicilia)

Las elecciones confirman la crisis del PD, y son una victoria sobre todo de la Lega. «Históricas victorias de la Liga en ayuntamientos administrados por la izquierda desde hace decenios. Gracias. Cuanto más la izquierda nos insulta, más nos premian los ciudadanos», celebró Salvini en Twitter. GARA