Un jugador croata y Ucrania, inmersos en una polémica política
«Gloria a Ucrania» es la frase que ha provocado una ola de indignación en Rusia, ha dinamitado la reputación de la FIFA en redes sociales y ha hecho que todo un país apoye a otro que lo eliminó antes. Analizamos el caso después de la histórica clasificación de Croacia para la final del Mundial, que disputará este domingo en Moscú contra Francia.
Croacia se ha plantado en la final tras jugar un agónico partido contra Inglaterra. El público local estaba dividido en su apoyo a ingleses y croatas, pero durante todo el partido silbó al defensa croata Domagoj Vida. El conflicto entre el público ruso y el jugador, con Ucrania y la FIFA de por medio, se debe a una frase originaria de la Segunda Guerra Mundial, “Gloria a Ucrania”. Para unos, un eslogan político provocativo anti-ruso; para otros, una reivindicación a favor de Ucrania que ha despertado una ola de simpatía en ese país hacia Croacia.
Tras el partido en el que Croacia eliminó a Rusia, aparecieron en internet los dos vídeos que han provocado la polémica. Estos fueron enviados por Vida y por Ognjen Vukojevic, un exjugador croata que forma parte ahora del equipo técnico del seleccionador, a unos conocidos ucranianos, que los publicaron en redes sociales, donde tardaron poco en hacerse virales. Ambos, jugador y técnico, han militado en el pasado en el Dinamo de Kiev y, según señalaron más tarde, solo querían saludar a sus amigos ucranianos. El problema viene en la forma elegida para ello. La combinación “gloria a Ucrania-gloria a los héroes”, era el saludo y respuesta que utilizaban los nacionalistas ucranianos durante los años cuarenta del siglo pasado.
Tras desatarse la crisis de Ucrania, los sentimientos nacionalistas en ese país se han disparado y esa fórmula ha vuelto a utilizarse. La polémica es que la inventaron los nacionalistas ucranianos durante la Segunda Guerra Mundial. Estas formaciones, cuyo líder era Stepan Bandera, defendían una idea de Ucrania independiente, pero también puramente ucraniana. Por ello, protagonizaron ataques contra población judía, gitana, polaca, rusa y ucranianos de cualquier otra ideología que no fuera la suya, de clara inspiración nazi. Colaboraron en ciertas etapas del conflicto con las tropas de Hitler.
Por ello, la propia FIFA ha interpretado que eso era un gesto político y dio un aviso al jugador y multa de 15.000 fran- cos, unos 13.000 euros, al miembro del cuerpo técnico. La Federación croata de fútbol fue más allá y expulsó a Vukojevic del Mundial. El propio Vida, tras el partido de semifinales contra Inglaterra, salió en la televisión rusa pidiendo disculpas y diciendo que sus palabras fueron un error. Una reacción muy diferente a la que se ha producido en Ucrania, donde las palabras de Vida y Vukojevic se han interpretado como un síntoma de apoyo y una posición anti-rusa.
Así, el diputado ucraniano del partido en el poder Volodimir Ariev ha calificado a la FIFA como una organización mafiosa y corrupta, mientras que la Federación ucraniana de fútbol se ha ofrecido a pagar la sanción impuesta a Vukojevic, algo que él ya ha rechazado. Pero la reacción más llamativa ha venido en internet, donde los ucranianos han lanzado una campaña para bajar la calificación de la FIFA en Facebook hasta el mínimo de una estrella de cinco posibles. Más de 150.000 ucranianos han votado, obligando a Facebook tomar cartas en el asunto y quitar la posibilidad de votación del perfil de la FIFA e incluso bloquear masivamente a usuarios ucranianos. La reacción croata, además de las disculpas de Vida y Vukojevic, ha sido la de desplegar durante la semifinal una gran pancarta diciendo “Gracias Rusia” en ruso con los colores de la bandera croata de fondo. La presidenta de Croacia Kolinda Grabar-Kitarovic ha visitado varios partidos del Mundial y planea ir a la final. Las relaciones ruso-croatas además pasan por un muy buen momento a pesar de que Rusia sea aliada histórica de Serbia, con quien Croacia ha llegado a estar en guerra en los noventa tras la disolución de Yugoslavia. Turismo e inversiones rusas en el país están en máximos históricos.
La polémica parece superada para rusos y croatas, pero no para los ucranianos. La decisión de la FIFA y las posteriores disculpas de Vida no han sentado bien. En Ucrania están convencidos de que todo ello se ha producido por las presiones rusas. Además no es el primer caso en el que la idea del nacionalismo ucraniano de la Segunda Guerra Mundial provoca problemas en el fútbol. El jugador Roman Zozulya fue vetado por los aficionados del Rayo Vallecano por sus gestos filonazis. Si es bien cierto que “Gloria a Ucrania” no es equiparable a un “Heil Hitler”, sí lo sería a un “Arriba España”, una frase con unas claras connotaciones políticas, que no pretende solo saludar a un país sino que tiene un origen ideológico claro. Ucrania quedó fuera del Mundial al no poder clasificarse. Quedó tercera en su grupo tras Islandia y Croacia, con la que perdió el último y decisivo partido en Kiev.