Íñigo Pérez recala en Osasuna «con una ilusión desbordante, mayúscula»
Íñigo Pérez ha sido presentado en las instalaciones de Taxoare como nuevo jugador de Osasuna. En su comparecencia, ha señalado que recala en el equipo rojillo «con una ilusión desbordante, mayúscula».
El centrocampista ha comparecido ante los medios de comunicación acompañado por el director deportivo del club, Braulio Vázquez. «A Íñigo lo llevamos siguiendo mucho tiempo y tenemos un conocimiento muy amplio de él tanto a nivel personal como deportivo. No se ficha a Íñigo en junio, este es un trabajo muy largo. Si tuviéramos un Íñigo en cada posición para poder fichar, lo haría. Y además un jugador de casa», ha señalado Braulio.
A continuación ha asegurado que «es un honor presentarlo por todo el trabajo que nos ha costado, por la predisposición que ha tenido y porque él ha tenido siempre claro que quería jugar en Osasuna aun teniendo ofertas que, a nivel económico, no podíamos igualar».
El jugador ha mostrado su alegría por poder jugar en Osasuna. «Es un día especial. Este tiempo me ha servido para integrarme en un vestuario que hace las cosas muy sencillas a los que llegamos. A mí desde el primer momento que se me plantea que existe este interés tengo más o menos claro que, si salgo de Soria, este es el único equipo al que quiero ir. Había otras ofertas pero ni yo ni mi familia las valoramos».
Pérez ha reconocido que «me muevo mucho por las emociones y los sentimientos, soy una persona bastante emocional y si llegaba aquí era dirigido por ese tipo de sentimientos. Vivimos un momento muy bonito con el Numancia en el playofff y tuve que posponer este tipo de decisiones y conversaciones y fue al final cuando ya se pudo confirmar y decirle a Braulio que adelante. Mi única obsesión era salir bien de Soria. El Numancia ha sido muy importante en mi vida personal y futbolística».
El nuevo jugador rojillo «empieza una nueva etapa y vengo con una ilusión desbordante, mayúscula. La temporada pasada para todos los osasunistas fue difícil después de otro año difícil en Primera. Yo voy a intentar aportar ese granito de arena fundamentado en la ilusión por que sea una temporada en la que el equipo y la afición puedan volver a conectar. Estoy deseoso de jugar en El Sadar y vivir ese apoyo desde la otra parte, que cuando vienes de rival te da cierta envidia sana, y más siendo de la tierra».
«En el aspecto del ADN osasunista, es cierto que con 13 años es cuando se empieza a crear en los niños y no tuve esa opción. No tuve la oportunidad de niño de vivir el osasunismo y con 30 años me llega la oportunidad y tengo la misma ilusión de los niños de 15 años que están en el campus. Además sabiendo lo que significa un club que con 15 años no tienes la capacidad de ver qué es esto y lo importante que es para una ciudad y para una tierra», ha comentado.
El centrocampista ha agradecido la oportunidad de jugar en su tierra. «Es quizá lo que más me está sorprendiendo para bien, venir a Tajonar a entrenar sabiendo de la calidad de la plantilla, de la calidad de las instalaciones, del cuerpo humano que hay aquí, poder ir luego a casa y estar con mis padres, ir a la piscina de la que soy socio y nunca puedo ir, hacer una barbacoa con mis amigos, todos esos detalles que me he perdido y que aquí tengo y estoy todo el día con una sonrisa en la boca», ha dicho.
Íñigo Pérez, que coincidió con Jagoba Arrasate en el Numancia, ha elogiado al técnico rojillo. «En los tres años de Soria ha quedado muy patente su estilo y su forma de ver el fútbol y en estos partidos se van viendo pinceladas.Yo que lo conozco empiezo a ver en los compañeros rasgos que él busca y en los entrenamientos se acentúa eso. En breve se empezará a ver el equipo que le gusta y que creo que a todos os gustará», ha asegurado.
Por último, ha querido ser prudente al hablar de los objetivos del equipo al señalar que «no pueden ser a largo plazo, menos en el fútbol y menos en Segunda División. La creación de expectativas muy grandes no es buena. En el caso de Osasuna, el año pasado parece que en diciembre si no vas primero vas mal. Por eso creo que los objetivos tienen que ser diarios, entrenamiento a entrenamiento, y luego encarar cada partido con los cinco sentidos y no mirar más allá. Es una carrera de maratón, agachar la cabeza y centrarte en ir paso a paso, y cuando queden siete jornadas o ocho, levantarla y ver dónde estamos».