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La sequía provoca grandes pérdidas en los campos del norte de Europa

La agricultura y la ganadería son actividades económicas que dependen especialmente de la meteorología y quienes se dedican a ello saben que ésta es cambiante. Pero nadie estaba preparado para hacer frente a cambios tan bruscos como los que se están registrando este verano en el norte de Europa, tan al norte como en la propia Laponia.


La Comisión Europea anunció el jueves que agricultores y ganaderos podrán recibir por adelantado parte de los fondos agrícolas que reciben de la UE para hacer frente a los efectos de la prolongada sequía que afecta a varios Estados miembros. En concreto, podrán obtener hasta el 70% de los pagos directos y el 85% de los pagos del programa de desarrollo rural –ambos son parte de la Política Agraria Común (PAC)– a mediados de octubre, en lugar de esperar hasta el final de diciembre, con el fin de mejorar su situación financiera.

Además, la Comisión concederá más flexibilidad en las normas para que los ganaderos puedan alimentar a los animales en tierras que normalmente no podrían utilizarse para la producción de pasto.

Las prolongadas situaciones de sequía que sufren varios países de la Unión están teniendo un impacto significativo en las producciones de forraje y en la alimentación del ganado, lo que puede afectar tanto al bienestar animal como a los ingresos de los ganaderos si hay escasez de forraje más adelante.

El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, dijo estar «preocupado» por la situación y alentó a los gobiernos a estudiar «todas las opciones posibles» que da la legislación comunitaria y la PAC, que, como recordó, «ya proporciona una red de seguridad para los agricultores europeos que tienen que enfrentarse a eventos impredecibles». Entre otras cosas, las normas permiten que los Estados cubran con ayudas públicas hasta el 80% de los daños causados por la sequía, lo que cubre también ayudas para la compra de pastos.

También pueden compensar los daños sin notificarlo a los servicios europeos a través de las llamadas ayudas de minimis, que permiten conceder hasta 15.00 euros por agricultor durante un periodo de tres años.

La Comisión está en contacto con los Estados miembros para que el 31 de agosto actualicen las informaciones sobre el impacto real de la sequía en sus agricultores durante la primavera y el verano de este año.

Miles de millones

Lo que resulta más noticioso es que las zonas más afectadas por la sequía en estos momentos están en los Estados del centro y norte del continente, como Alemania o Suecia, mientras que otras como la península Ibérica recibieron más lluvia de lo habitual durante la primavera.

Girasoles marchitos, campos de trigo quemados, tallos de maíz raquíticos... son paisajes que se pueden observar en el norte de Alemania, donde la sequía asfixia a los campesinos. «Esperamos pérdidas de miles de millones. El Gobierno debe declarar el estado de emergencia para que los agricultores de las zonas más duramente afectadas puedan recibir ayudas», reclama el presidente de la Asociación de Agricultores de Alemania (DBV), Joachim Rukwied.

Solo para el cereal, la pérdida se estima en 8 millones de toneladas, es decir, que dejarán de ganar 1.400 millones de euros.

 

Hasta 31°C en las zonas altas de pastoreo de renos cerca del Cabo Norte

Aunque en Noruega no se habla de sequía, el impacto de la anomalía meteorológica también está teniendo repercusiones en el medio agroganadero.

Consecuencia de las altas temperaturas registradas en el extremo norte de Escandinavia, las autoridades noruegas han instado a los automovilistas a redoblar la vigilancia ante la presencia de ganado en los túneles de carretera.

«Los animales se retiran hacia los lugares un poco más frescos», como explica a AFP Tore Lysberg, un responsable de Statens Vegvesen, la agencia gubernamental encargada de las carreteras. «Tanto los renos como las ovejas encuentran refugio en los túneles y en las zonas umbrías», señala.

Aunque el fenómeno no es nuevo, este año está particularmente de actualidad debido a la subida del mercurio.

El pasado miércoles se registraron varios récords en las zonas más septentrionales del país, como los 31,2° alcanzados en el condado de Finnmark, zona de pasto para los renos, situada bastante más al norte del círculo polar ártico. GARA