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«Claro que habrá traslados», afirma Grande-Marlaska sin ninguna precisión

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reiterado en el Congreso su disposición al acercamiento de presos vascos pero sin avanzar nada concreto ni explicar por qué no lo han hecho hasta la fecha. «Los profesionales están trabajando en ello, con tranquilidad y de forma individualizada», ha avanzado únicamente.

Fernando Grande-Marlaska, durante un congreso en Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Por cuarta ocasión, como ha destacado el PSOE, el ministro Grande-Marlaska ha comparecido en sede parlamentaria para hablar de los presos vascos, tras anunciarse reiteradamente la voluntad de cambiar la política carcelaria. Y también por cuarta ocasión, no ha habido ningún anuncio concreto, más allá de la afirmación de que «claro que habrá traslados, pero se harán con criterios de legalidad e individuales». «Se están estudiando casos», ha dejado caer al final, haciendo hincapié en que en realidad este estudio individualizado lo inició el Gobierno Rajoy con una instrucción en febrero.

Grande-Marlaska sí ha sido rotundo en el rechazo a las críticas de PP y Ciudadanos, remarcando que el acercamiento supone cumplir la ley y que «eso no son beneficios», y reprochándoles que «no se puede criticar ahora lo que con tanto ahínco defendieron en el pasado. Ya en 2012 decían ustedes que la dispersión no tendría sentido si ETA desaparecía. Y el entonces ministro Fernández Díaz mostró en octubre de 2016 su compromiso de reconsiderarla». Ha añadido incluso que «este ministro no va a permitir críticas falsas sobre los traslados ni que se utilice a las víctimas con un fin político. Y las víctimas tampoco van a permitir que se mienta sobre su situación. Hay que ser coherente». Pero más allá de eso, ningún compromiso concreto ni anticipo de sus planes.

En su primera intervención, además, el ministro se ha enredado en la concepción misma del acercamiento, al destacar por ejemplo que Olga Sanz y Xabier Moreno (desvinculados de EPPK) han sido llevados a Basauri por estar en tercer grado, cuando la ubicación del preso y su clasificación penitenciaria no son cuestiones necesariamente vinculadas, como le han hecho ver Marian Beitialarrangoitia (EH Bildu) y Mikel Legarda (PNV). En la réplica Grande-Marlaska ha admitido su error de expresión.

El diputado jelkide ha lamentado que «PP y Cs estén usando la política de paz y convivencia como arma arrojadiza», mientras Beitialarrangoitia teme que la oposición de la derecha esté pesando en el Gobierno del PSOE. La diputada de EH Bildu ha añadido que mientras se sigue sin tomar decisiones este verano un autobús de familiares ha sido atacado en Andalucía, se han producido dos accidentes en visitas a Córdoba y Almería, y un preso no ha podido dar el último adiós a su padre al no ser llevado a tiempo desde Puerto.

Según los datos de Grande-Marlaska, en la actualidad hay 233 presos y presas vascos en cárceles estatales, de ellos 203 en primer grado.