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Donostia homenajea a las 400 víctimas mortales causadas por el franquismo en la ciudad

Representantes de diferentes instituciones han participado en el acto de homenaje a las víctimas del franquismo organizado por el Ayuntamiento de Donostia con motivo del Día de la Memoria Histórica. Representantes municipales, del Gobierno autonómico, la Diputación y las Juntas Generales han llevado a cabo una ofrenda floral.

Ofrenda floral en Donostia a las víctimas del franquismo. (Juan Carlos RUIZ / FOKU)

El acto ha tenido lugar ante la escultura ‘Dual’, de los artistas Amaia Mateos y Tomás Villanueva, que representa un plano de la ciudad sobre una gran plancha de acero con 400 agujeros que recuerdan al mismo número de personas muertas por el franquismo en la ciudad, y en los que los asistentes han insertado sus flores.

Representantes de todos los partidos de la corporación donostiarra (PNV, PSE, EH Bildu, PP e Irabazi), encabezados por el alcalde, Eneko Goia, han asistido al evento, en el que también han participado los consejeros de Lakua Iñaki Arriola y María Jesús San José, junto al diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, la presidenta de las Juntas Generales, Eider Mendoza, y la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, Aintzane Ezenarro.

La Directora foral de Derechos Humanos, Maribel Vaquero; el teniente de diputado general, Denis Itxaso; el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga; la candidata a la Alcaldía donostiarra por esta coalición, Reyes Karrere; y la coordinadora general de Ezker Anitza-IU en Gipuzkoa, Arantza González, han sido otros de los asistentes, entre los que también figuraban varios miembros del sindicato CNT que han ondeado varias banderas rojas y negras.

El evento, durante el que la banda municipal de txistularis ha interpretado distintas piezas, ha tenido lugar a mediodía. Eneko Goia ha pronunciado un breve discurso en el que ha recordado el 82 aniversario de la entrada de los requetés en la capital guipuzcoana y la caída de la ciudad en manos de los sublevados, «dando pie a un largo período de oscuridad. En días como el de hoy, pero también durante todo el año, es importante mantener viva la memoria de lo sucedido», y ha lamentado que «año a año», debido a su avanzada edad, vayamos «perdiendo» a vecinos y vecinas «que pueden dar testimonio directo de lo sucedido».

Por ello «es nuestra obligación recoger el testigo y no dejar que esa llama se apague», por aquellas personas que «padecieron las terribles consecuencias de los más de 40 años de dictadura que siguieron a aquel terrible día».