Joseba Azkarraga afirma que los traslados de Arronategi e Igarriz «no son de recibo»
El portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, ha recordado que Kepa Arronategi está gravemente enfermo, por lo que debería estar en su casa, y ha explicado que Marta Igarriz ha sido acercada a Logroño después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria haya aceptado una progresión de grado en contra del criterio de Madrid.
El portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, ha advertido de que los acercamientos de Marta Igarriz y Kepa Arronategi a las prisiones de Logroño y Zuera «no son de recibo». Ha explicado que la represaliada vasca ha sido trasladada desde Castelló a la cárcel riojana porque el juez de Vigilancia Penitencia ha aprobado una progresión de grado «en contra del criterio del Gobierno», y ha recordado que Arronategi sufre una grave enfermedad, por lo que debería estar en su casa.
En declaraciones a los medios, Azkarraga, que se ha reunido con el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno de Gasteiz, Jonan Fernández, en la sede de Lehendakaritza, ha insistido en que trasladar a los presos y presas vascas a prisiones situadas a 250 kilómetros de su hogar, como es el caso de la prisión de Zuera, ubicada en Zaragoza, no pone fin a la vulneración de derechos que padecen los represaliados.
«Hablar de una prisión situada a 250 kilómetros de su lugar de residencia supone 500 kilómetros de ida y vuelta, y eso no es no es terminar con la política de alejamiento. Terminar con la política de alejamiento es el traslado a las cárceles del País Vasco», ha señalado tras recordar que los parlamentos de Gasteiz y de Iruñea ya se han solicitado que se acabe con la una medida excepcional que ha costado la vida a 16 personas.
Y ha hecho hincapié en que el fin del alejamiento no puede estar sujeto a ninguna condición. «La política de alejamiento no esta relaciona con beneficios penitenciarios, ni con la legislación. La política de dispersión, que se puso en marcha hace 30 años, es fruto de una medida política, y se puede acabar con ella sin pedir ninguna exigencia a cambio», ha indicado tras mostrar su preocupación por la «falta de compromiso» del Gobierno español.
En este sentido, ha censurado el cambio de actitud del presidente español, Pedro Sánchez, que en un primer momento se mostró «muy favorable» a modificar la política penitenciaria. «Se han creado una serie de expectativas que están generando una frustración importante en muchos sectores relacionados con los familiares de los presos», ha subrayado, y ha reconocido que la relación de Sare con Lakua es «fluida».
«Tenemos muy claro que no están en esta casa –en alusión a Lehendaritza– los enemigos de este proceso. Podemos tener discrepancias pero sabemos que podemos converger en el objetivo final que es terminar con una política de sufrimiento», ha manifestado.