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JxCat y ERC matizan en menos de 24 horas el ultimátum a Sánchez

Tras el discurso del martes de Torra, ayer fue el turno de los grupos parlamentarios en el debate de política general que se celebra estos días en Catalunya. Pocas sorpresas en unas intervenciones que han oscilado entre la oposición frontal de Ciudadanos y PP, el reproche en buen tono de PSC y Catalunya en Comú y el apoyo, con matices, de ERC y JxCat.


En la carta que ayer mandó el president de la Generalitat, Quim Torra, al jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, ya no se mencionaban fechas límite para pactar el referéndum que exigió el martes en el pleno de política general. Era la primera pista que auguraba el fin del ultimátum de la víspera. La segunda llegó por tarde, cuando JxCat y ERC pactaron una resolución en la que reclaman un referéndum pactado pero esta vez sin plazos.

Se votará hoy, junto al resto de resoluciones, como colofón al debate de política general que ayer siguió con las réplicas de los partidos. El pleno comenzó con el discurso de la líder de la oposición, Inés Arrimadas, que pidió a Torra que «no confunda la debilidad de Sánchez con la debilidad de la democracia».

Apelando a la convivencia, la líder de Ciudadanos en Catalunya aseguró que «hay muchas familias divididas», algo que Torra respondió diciendo que no es el debate político lo que fractura, sino que «los políticos que han obedecido el mandato del pueblo estén en la cárcel». Precisamente, Torra recordó en su intervención que el Tribunal Supremo rechazó ayer de nuevo liberar a los nueve presos políticos independentistas.

Arrimadas, que tantas veces ha achacado la «fractura social» al nacionalismo catalán, sacó una bandera española para volver a dirigirse a Torra: «Ni usted ni sus comandos separatistas van a hacer desaparecer esta bandera de Catalunya».

Alejandro Fernández (PP), aseguró que «no existen condiciones para el diálogo» y pidió la dimisión del president de la Generalitat. Con un tono parecido al de Ciudadanos pero algo más jocoso, llamó a Torra «activista ultra y supremacista» e ironizó diciéndole que «se parece más a mí que a un saltador de pértiga noruego», comentario que propició alguna que otra carcajada en el hemiciclo y también en la sala de prensa.

Tono suave del PSC y CeC

El líder del PSC, Miquel Iceta, pidió a Torra que no pierda la oportunidad que le está dando el Gobierno de Sánchez. Respecto a la advertencia de Torra, que la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, respondió con la frase «autogobierno sí; independencia no», Iceta afirmó que «no se puede negociar con el Gobierno de España sin tener una propuesta para Catalunya».

Por parte de Catalunya en Comú, su nueva líder en el Parlament, Jéssica Albiach, apuntó que «la mayoría del 1-O y 3-O fue empequeñecida el 27-O con una estrategia unilateral que se se ha demostrado fracasada».

Tarjeta roja de la CUP

El diputado de la CUP Carles Riera se mostró más duro que Albiach y acusó a Torra de ser «un perfecto administrador de la autonomía». Así, afirmó que su misión «no es contribuir a la estabilidad autonómica» y que siguen con «la tarjeta roja levantada». El diputado remarcó que, hasta hoy, «no hemos visto ruptura sino un continuo acatamiento de la Constitución».

Cerraron el turno de réplica los grupos que apoyan al Govern. El portavoz de ERC, Sergi Sabriá, subrayó que están dispuestos a dialogar «siempre y con todos, pero no de rebajas, no del nuevo estatut». Respecto a los incidentes con los mossos, afirmó que «las caras tapadas y las capuchas no nos representan». Por último, Albert Batet, presidente del grupo parlamentario de JxCat, agradeció, con tono irónico, a Felipe de Borbón el discurso de hace un año: «Ensanchó el rechazo a la monarquía y el apoyo a la República».