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Llegó el PNV y mandó a parar

La celebración de elecciones a la presidencia rojiblanca se desvanece con el convencimiento generalizado de que el partido jelkide quiere evitar disputas que no le favorecen. Cobra fuerza la idea de una candidatura a partir de la última Junta y liderada por Corres.


«¿Quieres que en el Athletic también mande Arzallus?», era el eslogan que un defenestrado José María Gorordo sacó a relucir en las elecciones a las presidencia del Athletic, cuando en 1994 el aparato del partido jelkide dio su plácet al aspirante José María Arrate en detrimento de José Julian Lertxundi con quien comparecía el exalcalde bilbaino. Esta vez el PNV no quiere comicios al sillón de Ibaigane, no los quería porque la previsión inicial de celebrarlas en primavera podría interferir de manera negativa en las urnas municipales y forales de mayo, y no las quiere tampoco ahora porque para qué hacer sangre cuando con un poco de chapa y pintura al casco de la nave rojiblanca, todos –en el PNV– contentos.

No ha hecho falta ni que se aproxime la fecha de apertura de presentación de candidaturas –28 de noviembre– para que la participación de posibles aspirantes, al margen de algún dirigente de la última Junta, se diluya como un azucarillo en un vaso de agua. Y lo uno ha traído como consecuencia lo otro, que gane fuerza la concurrencia de una plancha única, liderada por, todo apunta, José Miguel Corres, exvicepresidente con Josu Urrutia, aunque algunas voces sugieren que «consensuada» con otras corrientes que asomaban la ‘patita’ pero no darán finalmente el paso.

Lista de consenso, dicen. Un análisis simple y de andar por casa sobre esa necesidad imperiosa de avenencia, nos llevaría a preguntar el porqué, máxime cuando una candidatura parida por la ya exJunta Directiva debería en buena lid imponerse sin mayores agobios; haberse sometido al escrutinio de su Asamblea con un 80% de apoyos un año sí y otro también parece suficiente aval. ¿Por qué, entonces, consensuar? Desde luego, no para tener en consideración a ese 20% que no apoya las cuentas. Más apuntaría al interés, en todo caso, de un PNV que hace suya la máxima de Gipuseppe Tomasiu di Lampedusa en la novela ‘‘El Gatopardo’’, lo de que «si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie». Es decir, cambiar para que las cosas sigan igual.

Inequívocamente el mandato de Josu Urrutia se recordará, en términos generales, con un balance muy positivo incluso para un PNV que por boca de su presidente, Josu Ortuzar, calificaba estos días dicha presidencia de «buena en todo. Los ocho años arrojan un balance muy positivo». Pero a nadie se le escapa que la mala prensa, nunca mejor dicho, del de Lekeitio entre determinados e influyentes medios de comunicación no puede ser del agrado de un PNV que si bien ha respaldado a Urrutia, seguro que preferiría evitarse una zozobra casi diaria, un estar todo el día en boca de tertulianos y opinadores, cuando no de ex del Athletic, tengan o dejen de tener razón en sus críticas. A lo mejor por ahí se explique la necesidad de abrir alguna gatera en la plancha electoral, contentar, en definitiva, cambiar para que nada cambie. Si el problema era Josu Urrutia y que estuviera satanizado por algunos, a rey muerto, rey puesto. José Ángel Corres es el nombre que apuran las quinielas, hombre con «una visión estratégica que le permite ver más allá de lo que vemos los demás y eso siempre me sorprende», en palabras de Urrutia.

Y si todo indica que tendremos una presidencia continuista en cuanto a gestores, donde sí que aguarda un desembarco, al menos todo apunta a ello, es en Lezama. Por de pronto, veremos qué sucede con José Mari Amorrrotu de aquí al 30 de junio. Muchos, sobre todo exleones, se postulan para entrar en la cantera rojiblanca, la cual también sirve hoy de azote por la mala trayectoria clasificatoria de la mayoría de equipos. Como decía el periodista Juan Carlos Latxaga, «Lezama es cuestionada cuando el primer equipo va mal». Y como admitía sobre las elecciones en el club el ínclito Iñaki Anasagasti –que votó a Macua y no a Urrutia–, en una entrevista en la web ‘‘Sentimiento Athletic’’ en 2013, «el PNV actuará en consecuencia de cómo ve la situación». Como ahora.

 

Susaeta, a uno de igualar los 494 partidos de Gainza

Con doce temporadas a sus espaldas, Markel Susaeta tendrá la oportunidad de disputar el próximo domingo en San Mamés frente al Getafe su partido oficial 494 con el Athletic e igualar así a Agustín ‘Piru’ Gainza como el quinto jugador que más encuentros oficiales ha disputado con la camiseta rojiblanca. Por delante del extremo de Eibar, además de Gainza, legendario delantero vizcaino que alcanzó esa misma cifra entre 1940 y 1959, únicamente se encuentran en ese ránking histórico José Ángel Iribar (614), Txetxu Rojo (541), Joseba Etxeberria (514) y Andoni Iraola (510). «Claro que aprecio esos números pero no quiero sentarme y ver lo que he hecho. Son sólo datos. El pasado es pasado y lo que importa es el futuro. Lo que quiero es venir aquí todos los días para mejorar y así llegarán más partidos», decía el eibartarra hace poco más de un año en el décimo aniversario de su debut. Susaeta añadía respecto a si no tiene el suficiente reconocimiento de la afición con ese bagaje: «Tengo el reconocimiento de los que quiero, de mis compañeros, de mi familia, y también de San Mamés; y eso es lo que me queda». Con Eduardo Berizzo ha jugado en 11 de los 12 partidos ligueros, en 9 de ellos como titular, lo que le augura, a priori, aumentar sus números como león a la caza de Iraola y ‘Etxebe’.J.V.