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Beltrán de Heredia elude pronunciarse sobre las críticas de los jueces a la Ertzaintza

La consejera de Seguridad de Lakua, Estefanía Beltrán de Heredia, ha señalado tras la sentencia sobre la muerte de Iñigo Cabacas que aquello fue «una actuación policial que fue un error irreparable» y ha defendido que a raíz de ello la Ertzaintza ya cambió sus «procedimientos, materiales y modos de actuación». Ni una palabra sobre el pésimo retrato de la Ertzaintza que hacen los jueces en su resolución.

Estefanía Beltrán de Heredia, en su declaración de hoy. (IREKIA)

Estefanía Beltrán de Heredia ha valorado en una breve declaración la sentencia que condena a un ertzaina y absuelve a otros cinco por la muerte de Iñigo Cabacas de un pelotazo.

«La sentencia aclara, y ninguna de las partes cuestiona, que Iñigo Cabacas murió como consecuencia del impacto de una pelota de goma en una actuación policial  que, ya reconocimos, fue un error irreparable», ha señalado en primer lugar.

Ha expresado a la familia Cabacas Liceranzu su «pesar, tanto por su pérdida, como por las circunstancias en las que se produjo», y ha subrayado que la muerte del joven supuso «un hito de inflexión en la Ertzaintza» que obligó a «una reflexión autocrítica y a cambiar procedimientos, materiales y modos de actuación, a fin de evitar que actos semejantes  se puedan repetir».

Se ha mostrado favorable a pedir el levantamiento de la suspensión de la demanda patrimonial presentada por la familia, aunque ha recordado que la sentencia no es firme todavía. Según ha añadido, habrá que analizar si ahora es el momento de solicitar que se levante la suspensión pero, en todo caso, ha precisado que, por parte del Gobierno de Lakua «no habría objeción».

Ha dicho que su «compromiso» personal, el de su Departamento y el de la Ertzaintza es «hacer una lectura atenta de la sentencia para seguir incorporando todas las mejoras necesarias en las actuaciones de la Ertzaintza y evitar que estos hechos se puedan repetir en el futuro».

La consejera de Seguridad no ha hecho ni una mención al mal lugar en el que la sentencia deja a la Ertzaintza y al hecho de que los jueces censuren con dureza su actuación, de la que destacan su «deficiente» investigación sobre los hechos, que la carga policial «no estaba justificada» y que muchos ertzainas faltaron a la verdad durante el juicio.