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Txus Martin, a la espera de un corazón en prisión

Txus Martin será hospitalizado el martes. Le practicarán un cateterismo, previo a una delicada operación de corazón para una salud rota por años de aislamiento en prisión. Han pedido su libertad vigilada y hasta ahora nada ha sido suficientemente grave para la autoridad penitenciaria.


Año 2012, en una entrevista a GARA su sicóloga de confianza, Oihana Barrios, contaba que era natural que la salud de Txus Martin se hubiera quebrado después de años de cárcel con espacios prolongados en aislamiento, soledad, lejanía de los suyos y altas dosis diarias de presión, ansiedad... Desde entonces han pasado seis años y el preso natural de Basauri sigue encarcelado. Ahora en Zaballa, donde su salud no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado, esta vez a consecuencia de una cardiopatía que se ha agravado y por la que tendrá que someterse a una delicada intervención de corazón.

A Txus Martin le diagnosticaron años atrás esquizofrenia paranoide y desorden general de ansiedad. Los brotes sicóticos aparecieron en 2006, en cárceles del Estado francés, algo que se iría agravando con continuos traslados, más aislamiento en las prisiones mediterráneas... De los más de ocho años cumplidos en el Estado francés, cinco de ellos estuvo «bien en situación de aislamiento» o «en soledad».

El preso de Basauri tiene, además, un segundo diagnóstico: una insuficiencia aórtica moderada. Días atrás un electrocardiograma de control de la cardiopatía detectó un agravamiento, que hace recomendable una intervención quirúrgica, y se trata de una operación delicada. Un problema en una válvula del corazón hace que se dilate la aorta. Por ello, Martin deberá ingresar el martes en el Hospital de Txagorritxu. Al día siguiente se le practicará un cateterismo, una prueba previa a la citada intervención. Su situación actual es delicada y ya está dejando huella en el día a día del preso. Comenta su letrado, Iñaki Goioaga, que se encuentra en un estado continuo de gran cansancio, y que en ocasiones pierde el conocimiento debido a los problemas de irrigación sanguínea.

Convertido en uno de los iconos de la demanda popular de excarcelación del colectivo de presos gravemente enfermos, Txus Martin es uno de los doce reclusos de la lista de Jaiki Hadi y Etxerat. No son los únicos, ocho personas más siguen encarceladas pese a la gravedad de sus diagnósticos, pero han decidido no hacer públicos sus casos. Otras dos personas se encuentran en prisión atenuada, en su domicilio.

Denegación tras denegación

Sus letrados han solicitado la aplicación del artículo 104.4, que permitiría su excarcelación vigilada por medios telemáticos, atendiendo además a que cumple la condena integra en solo tres años y medio. «No lo conseguimos, como tampoco conseguimos permisos ni que se levante la intervención sobre las comunicaciones», comenta Goioaga. Choca, según resalta, con su situación dentro de prisión, donde no se le dispensa un tratamiento como preso peligroso. De hecho, Martin se encuentra ahora en segundo grado, en un MER (módulo de respeto), del que es presidente, se ocupa de trabajos de jardinería y carece de sanciones.

Nada más diagnosticársele la enfermedad, en 2011, sus letrados reclamaron su libertad preventiva. Fue denegada. Desde su traslado a Zaballa se ha vuelto a solicitar su excarcelación por la enfermedad grave e incurable que padece. En 2014 se le denegó la prisión atenuada. Le han denegado también los permisos ordinarios de salida que viene solicitando. Sus abogados han pedido ahora un permiso extraordinario para que pueda ingresar por su cuenta en el hospital y han vuelto a solicitar la aplicación del 104.4. El lunes viajan a Madrid para conocer el informe que la prisión ha remitido al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria y si acceden a los permisos que le corresponden por encontrarse en segundo grado.

Por casos como el de Martin y, en general, contra la política penitenciaria, ayer se realizaron movilizaciones en Anorga, donde se concentraron ayer 22 personas, Mutriku (35), Ondarroa (123), Bergara (40), Oñati (67), Zarautz (106), Lizarra (41), Agurain (26), Legorreta (15), Andoain (38), Lazkao (67), Hernani (165), Bera (16), Oiartzun (50), Arbizu (25), Berriz (26), Antsuola (29), Lekeitio (78), Getaria (35), Deba (45), Usansolo (26), Ugao (38), Zornotza (45), Algorta (50), Durango (68), Etxarri (50), Orereta (106), Iruñea (130), Barañain (46), Gasteiz (370), Lezo (22), Donostia (81) y Berriozar (35).

Por la misma razón, el jueves en Arrosadia se concentraron 11 personas, Arrosadia (14). Eibar (55) e Iturrama (20). En Santurtzi, 54 personas se movilizaron el miércoles; y el domingo, en Ondarroa, 33, Gerrnika (38), Iurreta (35), Zaldibia (18), Laudio (43) y Altza (13). El domingo, 41 personas se concentraron en la movilización semanal en Altsasu.