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Bolsonaro abre la puerta a una base militar estadounidense en Brasil

El ultraderechista presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sugirió que Estados Unidos podría llegar a tener una base militar en el país y que el Gobierno de Donald Trump tiene intereses de esa naturaleza en otras naciones suramericanas. Anunció también que estudiará la posibilidad de poner fin a la Justicia del Trabajo al considerar que hay un «exceso de derechos» para los trabajadores y pidió una ley que garantice la impunidad de la Policía.


Jair Bolsonaro aseguró el jueves estar abierto a la posibilidad de establecer una base militar estadounidense en territorio brasileño, lo que supondría un fuerte cambio en la política exterior del país. «Estamos preocupados con nuestra seguridad, nuestra soberanía, y tengo al pueblo norteamericano como amigo», declaró el ultraderechista tras ser consultado sobre la posibilidad de que Brasil autorice la presencia de militares estadounidenses en su territorio.

«Brasil busca tener supremacía en Sudamérica», añadió Bolsonaro, quien indicó que EEUU tiene intereses de esa naturaleza en «varios países suramericanos», aunque no dio detalles.

El nuevo presidente y líder de emergente extrema derecha brasileña, quien ya ha declarado su intención de avanzar hacia un amplio acuerdo de seguridad y defensa con EEUU, y en particular con el Gobierno de Trump, está revirtiendo una política exterior que se remonta a más de una década, bajo la que el Partido de los Trabajadores (PT) hizo hincapié en las relaciones entre los países del sur y, a veces, se enfrentó a Washington en el escenario internacional.

En su primera entrevista, con el canal SBT, anunció que estudiará la posibilidad de poner fin a la Justicia del Trabajo, ya que considera que hay un «exceso de derechos» para los trabajadores. «Cuando uno piensa en producir alguna cosa, cuando ve la cuestión de los encargos laborales, que molestan a todos en Brasil, esa persona desiste de emprender», declaró.

«¿Qué país del mundo tiene (Justicia del Trabajo)? Ya tenemos la Justicia común. Si (un trabajador) entra en la Justicia y pierde, tiene que pagar», manifestó Bolsonaro respecto a esta jurisdicción específica que a su juicio está politizada. «Mira Estados Unidos. Allí casi no hay derechos laborales. No sirve de nada tener derechos si no hay trabajo», zanjó.

Durante la transición de gobiernos, Bolsonaro confirmó la extinción del Ministerio de Trabajo, creado en 1930 y cuyas funciones serán redistribuidas entre las nuevas carteras de Justicia y Economía.

Anticipó, además, que pretende enviar al Congreso una propuesta de la reforma del sistema de pensiones, uno de los pilares del nuevo equipo económico y su «principal desafío», para establecer una edad mínima para las jubilaciones de 62 años para los hombres y 57 años para la mujeres, frente a los 60 y 55 años, respectivamente, de la legislación actual.

Ayer pidió a todos los poderes del Estado que aprueben inmediatamente un proyecto de ley de «seguridad jurídica» para la Policía, en el que se contempla la imposibilidad de que sean juzgados por hechos ocurridos mientras están de servicio, es decir, que garantice su impunidad. «Sin garantías necesarias para que los agentes de seguridad pública actúen en favor de los ciudadanos de bien, la reducción de los delitos no ocurrirá a la velocidad que piden los brasileños», escribió Twitter.

 

Haddad se viste de rosa en respuesta a Alves

El excandidato presidencial del PT Fernando Haddad, entre otras personalidades, como el cantautor Caetano Veloso, se unió a la campaña contra las polémicas declaraciones de la ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, la pastora evangelista Damares Alves, que dijo que los niños tienen que vestirse de azul y las niñas de rosa, vistiéndose de rosa.

Haddad publicó una fotografía en Instagram en la que aparece leyendo un libro y vestido con una camisa de color rosa, acompañada de la frase «releyendo el mayor educador brasileño con una camisa del color erróneo, disculpen».

Bajo el lema «el color no tiene género», miles de personas se han manifestado en las redes sociales contra las palabras de Alves, que se encargará de los derechos de la mujer, la familia, los ancianos, las personas con discapacidad, los indígenas o las minorías, cuando aseguró que con la llegada de Bolsonaro se inicia una nueva era en Brasil en la que «los niños visten de azul y las niñas de rosa».GARA