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Barcina responde por la CAN: «Solo me acuerdo de lo bueno»

Yolanda Barcina llegó ayer al Parlamento con muchas ganas de desquitarse y debatir, pero pocas de contestar a preguntas directas sobre su papel dentro de Caja Navarra. Las dietas le siguen incomodando, pero niega su responsabilidad en la desaparición. Afirma que la única pérdida ha sido «sentimental».


Llegó ayer la primera de las dos grandes comparecencias de comisión CAN. A Yolanda Barcina se le desbarató el castillo de naipes que le había dejado Miguel Sanz cuando le cedió el testigo de la Caja Navarra, el Gobierno y el partido. Por eso, ayer esquivó algunas preguntas, remitiendo a los comisionados a que se las hagan directamente al propio Miguel Sanz el miércoles que viene, en la que será la comparecencia central de la investigación. «Seguro que él le responde estupendamente», aseguró la expresidenta.

Barcina llegó muy suelta y el presidente de la comisión, Unai Hualde (Geroa Bai), no supo atarle en corto. «Yo ahora pongo ejemplos muy de la calle, que es donde estoy», arrancó Barcina. La expresidenta entró enseguida a enzarzarse en disquisiciones que nada tenían que ver con el asunto y habló de su papel como alcaldesa de Iruñea, como presidenta y soltando tecnicismos como catedrática de Bromatología. Responsabilidad en lo sucedido en CAN no admitió ninguna,. Cree que fue «una pérdida, sobre todo, sentimental». Cuando el presidente de la comisión entró a cortar estas divagaciones, Barcina se negó a contestar: «Me remito a mis respuestas anteriores». Aseguró que a ella datos no se le pueden pedir, porque eso es cosa de los técnicos. «Solo me acuerdo de lo bueno», afirmó.

Arantza Izurdiaga, de EH Bildu, si que llegó a incomodarla. Barcina sacó su lado más agresivo cuando se vio arrinconada. Ocurrió cuando la exabogada de Kontuz entró al detalle de las dietas. «Las dietas son legales y conocidas. Supongo que si me preguntan por ellas, será por lo ético o lo moral. ¿No le preocupan más las dietas por extorsionó del impuesto revolucionario a empresarios? ¿EH Bildu las ha condenado?».

Izurdiaga no dejó que encendiera el ventilador. «En UPN habláis de transparencia, pero cuando algo os incomoda, siempre sale ETA». La expresidenta se escudó durante 20 minutos en ese «impuesto revolucionario» para evitar ofrecer los detalles de cuánto y cómo cobraban en la CAN. Pero el interrogatorio no cesó y, en varios momentos, Barcina quedó en evidencia.

Por ejemplo, dijo no haber sido miembro ni cobrado de ninguna empresa participada por la CAN. Luego le refrescaron la memoria. «¿Hiscan? No, no lo recuerdo». Luego, por fin, acertó a hacer memoria. «Pero eso ya se ha publicado. ¿Por qué me lo preguntan?».

No hubo forma de que se aviniera a decir quién convocaba las reuniones de la Permanente de la Junta de Entidades Fundadoras (JEF), el órgano por el que ella, Sanz, Álvaro Miranda (exconsejero de Economía) y Enrique Maya (exalcalde de Iruñea) multiplicaron las dietas percibidas. Barcina dijo que de clandestino aquello, nada. De hecho, no se explicaba que todo el resto de miembros de la Junta de Entidades negaran haber sabido de estas reuniones. Llegó a decir que acudía porque se lo marcaba la secretaria en la agenda.

Sí se acordó de que una vez se convocó una reunión para comunicar que no había nada que informar. Y se cobró por ello. No le parece mal. «Había reuniones más largas y más cortas. Había algunas que eran muy largas», dijo. Finalmente, dio por zanjado el tema insistiendo en que «está juzgado». Eso sí, en su respuesta se le olvidó precisar cuánto había durado la reunión sin nada que informar, que era la información concreta que se le había requerido.

La exabogada de Kontuz le recordó que el sistema de sueldos lo fijó ella, cuando aprobó en 2004 un sistema que acabó generando dietas de 1.717 euros por sesión (2.680 para el presidente). Ella entonces presidía la Comisión de Control, un órgano donde las reuniones tenían un funcionamiento un tanto extraño. No se pasaban órdenes del día, porque la información privilegiada no podía salir de la entidad. Eso sí, si algún miembro tenía interés en algún punto, podía estudiarlo en casa.

Barcina explicó que la Comisión de Control nunca anuló nada (tenía la capacidad de vetarlo todo), porque intervenía únicamente si los auditores daban «una alerta roja» y que alertas rojas no hubo. Pese a todo, añadió que se vivían intensos debates en su seno, algo difícil de entender si no hubo alarmas. Y ya por fin, cuando le recordaron que en las actas no se recogió ni uno solo de esos debates, la expresidenta acabó diciendo que para que constara en acta alguna intervención había que pedírselo al secretario.

El interrogatorio tuvo un momento cómico cuando Barcina desplegó toda su oratoria para eludir decir quién fue el ideólogo de acumular distintas reuniones el mismo día y liberar dobles y triples dietas para los políticos de la Junta de Entidades Fundadoras. Ya lo han aclarado otros interrogados en la comisión –fue Sanz–, pero Izurdiaga lo quería escuchar de boca de la expresidenta y, de paso, recordarle que iba contra el criterio de la entidad en otros órganos. Pero no logró que Barcina dijera el nombre. «Aquí, en este Parlamento, también se cobran dobles dietas el mismo día», eludió Barcina. «Ya miraré quién cobra dietas dobles y veremos de qué partido son», replicó Izurdiaga. Y, en ese momento, el portavoz de UPN en la comisión, Luis Zarraluqui, levantó el dedo.

De Cajasol no me pregunte

La estrategia que llevó el interrogador de Geroa Bai, Koldo Martínez, fue preguntarle por Cajasol. Para ello, enarboló un informe de 2010 del Banco de España, donde se relataba que la entidad escondía pérdidas y que estaba condenada a desaparecer. «A todo lo que me conteste de Cajasol, no le voy a contestar», aseguró Barcina. Martínez entró en detalle, habló de Credifimo y otros escándalos cuyas pérdidas acabó asumiendo de forma mutualizada la CAN. Al final, arrancó a Barcina la confesión de que si ella hubiera recibido tales informes como presidenta de Control, hubiera tenido que hacer algo.

La expresidenta asegura que ella con Cajasol no tenía ya ninguna responsabilidad. Y que lo mismo le pasó con el informe que le entregó Lorenzo Riezu, pues ya «no tenía cargo en la entidad». Pero no coló. Le recordaron que seguía siendo presidenta de Nafarroa y que su gobierno ejercía una labor de protectorado sobre la entidad. Le recordaron que pudo haber parado el desastre. Y no lo hizo.

 

Declaraciones

«Está todo juzgado. Si me atribuye algún delito, incurre en difamación o calumnia. Está tipificado en el Codigo Penal. No haga juicio de valor sobre mi persona»

«Yo tomé la decisión personal de no volver a presentarme a las elecciones»

«Corrupción no ha habido en Navarra»

Yolanda BARCINA

Expresidenta

«Si Kontuz fue a los tribunales, fue por su opacidad. Su partido nos animaba a hacerlo si queríamos conseguir la información»

Arantxa IZURDIAGA

EH Bildu