INFO

Iruñea cumple con un viejo anhelo y cubre parte del patio del colegio San Francisco

Las 400 alumnas y alumnos matriculados en el C.P. San Francisco de Iruñea cuentan ya con un patio parcialmente cubierto, una demanda que ha sido continua -al menos- desde el año 2003 ya que el centro se encontraba en una situación anómala: ser el único colegio de Primaria de Iruñea que no disponía de un espacio cubierto. Las obras para resolver esta situación comenzaron en septiembre y estaban ya terminadas a la vuelta de las vacaciones.

Imagen de la parte cubierta del patio del colegio San Francisco de Iruñea. (GEROA BAI)

El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, la consejera de Educación del Gobierno de Nafarroa, María Solana, y miembros de la corporación municipal, han realizado una visita inaugural al patio para comprobar sobre el terreno el resultado final de los trabajos. Y es que las dos instituciones, Consistorio y Gobierno navarro, han cofinanciado al 50% unas obras cuyo presupuesto ha sido de 299.799 euros.

El proyecto fue realizado por Fermín Ibarrola y Rakel Arbizu, arquitecto y arquitecta técnica municipales, respectivamente. La ejecución la ha llevado a cabo la empresa Ensamble Madera S.L., que ya había trabajado en centros escolares como Cardenal Ilundáin, C.P. Patxi Larrainzar o C.P. San Jorge.

En la visita han estado presentes no solo personal técnico y representantes de la empresa constructora sino también dirección del centro y miembros de la APYMA del colegio, un centro que alberga los ciclos de Infantil y Primaria.

El proyecto de obras ha tenido en cuenta que las ‘Escuelas de San Francisco’ (1902), construidas en piedra y ladrillo en tres plantas decrecientes, son obra del arquitecto municipal Julián Arteaga y pertenecen a la corriente de Eclecticismo decimonónico en la construcción de principios del siglo XX.

Con esta obra a partir de ahora ha quedado abierta la posibilidad de que el alumnado pueda salir al patio aunque llueva, o de que el centro pueda programar en esa zona del patio actividades extraescolares y celebraciones especiales como Olentzero, carnavales o la semana cultural.

La infraestructura
Las obras han permitido la cobertura de aproximadamente un tercio del patio del centro escolar (415 m2). El sistema ha consistido en diseñar y construir un edificio-puente que dé continuidad a las primeras plantas de los dos extremos construidos del edificio inmueble que tiene forma de ‘u’. Ese volumen, situado a 5,30 metros de altura y realizado en madera, se prolonga en un tejadillo con elementos translúcidos, tanto como voladizo para resguardar de la lluvia, como para absorber el diseño irregular del patio.

El nuevo volumen es un paralelepípedo realizado en madera certificada de Alerce y de Pino silvestre de Erronkari y cimentado sobre cinco pilares circulares de hormigón armado que, además de cubrir una parte de la superficie del patio, ha generado un área de cerca de 270 m2 útiles en el primer piso, cuyos usos están aún por determinar. Esa nueva dependencia tiene una superficie de 25 metros de longitud por 10 de ancho y cuenta con acceso desde las zonas comunes del primer piso del colegio.

Los cerramientos de fachada y la cubierta se han realizado en ‘panel sándwich’ compuesto por dos chapas de acero prelacado y núcleo aislante de poliuretano, para garantizar las máximas prestaciones de aislamiento térmico y una absoluta estanqueidad.

Finalmente el espacio nuevo ha quedado iluminado a base de ocho proyectores LED orientables, con luminaria de superficie a prueba de golpes. Se han colocado también dos proyectores que refuerzan la iluminación en el actual patio.

Los retos de llevarla a cabo
Este proyecto ha sido posible por el acuerdo entre Ayuntamiento de Iruñea y Gobierno de Nafarroa y ha tenido su complejidad. Por un lado legal, ya que para permitir esta intervención, ajustando las alineaciones interiores y haciendo posible la ejecución de la cubierta, hubo que hacer una modificación urbanística previa: se debió aprobar la Modificación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Antiguo (PEPRI).

Desde el punto de vista técnico, el proceso de licitación tuvo que realizarse dos veces ya que el primero quedo desierto, por lo que las obras debieron ejecutarse con el curso escolar empezado. La empresa Ensamble Madera S.L. instaló una grúa torre de gran altura para colocar las grandes celosías trabajadas en el taller y asegurarlas. Asimismo se tuvo que adaptar el ritmo de trabajo a las necesidades de ruido y de tránsito del centro escolar.