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Tras la intervención del PSE, la Ponencia no tiene nueva cita

La Ponencia de Memoria y Convivencia se reunió el pasado 17 de diciembre y se dio un plazo de diez días para nuevas aportaciones. El PSE rompió la discreción pactada e hizo pública su posición, tras lo cual no hay todavía ninguna fecha para que los grupos vuelvan a reunirse.


La Ponencia de Memoria y Convivencia no tiene fecha en este momento para volver a reunirse. Oficialmente, su presidenta, la jeltzale Ana Oregi, está analizando la documentación que se le ha presentado. Después de la última reunión, celebrada el 17 de diciembre, el PSE rompió la discreción acordada por los grupos, haciendo pública su posición y acusando a EH Bildu de «no ser capaces de comprometerse todavía con unos mínimos éticos», en palabras posteriores de Idoia Mendia.

Según han señalado a GARA fuentes oficiales, la presidenta de la Ponencia decidió el 17 de diciembre dar un plazo de diez días más a sus componentes, hasta el 28 de diciembre, para que hicieran nuevas aportaciones a la primera parte del documento-síntesis elaborado por la propia Ana Oregi en base a los documentos que le habían aportado todos los grupos.

Sin embargo, aquel mismo 17 de diciembre, y a pesar de que todos los grupos declinaron hacer valoraciones ante la prensa, el PSE filtró que EH Bildu mantenía discrepancias con «el relato», por lo que había pedido a la Ponencia que reflexionara sobre si se podía llegar a un acuerdo que tuviera un apoyo menor al que el llamado «suelo ético» obtuvo en la Cámara en 2012 cuando la izquierda abertzale estaba ilegalizada.

Desajustes entre PNV y PSE

Pese al intento del PSE de desviar la atención hacia EH Bildu, lo cierto es que en el escrito presentado por este partido inicialmente en la ponencia, se podía leer, textualmente, que «en relación a la convivencia/pacto social», el «Grupo Socialista discrepa del enfoque que propone la presidenta de la Ponencia, porque se prescinde de las cuestiones que entendemos fundamentales para poder entender y explicar el pasado terrorista»

A esto se le añadía que, en opinión del PSE, «además de las cuestiones éticas que se nos plantean [por la presidenta] y que afectan a todas las expresiones de violencia que se hayan padecido», hay que dejar constancia del «significado político de las víctimas y la intencionalidad política de ETA»..

El PSE pidió más plazo

En torno al 20 de diciembre, es decir, apenas tres días después de la reunión, el PSE pidió a la presidenta de la Ponencia que ampliara el plazo para la presentación de aportaciones. La solicitud fue atendida, poniendo como nueva fecha el 9 de enero.

Vencido también ese plazo, el 11 de enero la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, convocó a los medios de comunicación para, rompiendo nuevamente el compromiso de discreción acordado por los integrantes de la Ponencia, hacer público el contenido del documento remitido a su presidenta, Ana Oregi, y al resto de grupos parlamentarios con sus planteamientos.

El eje del documento del PSE parte de la idea de que «la izquierda abertzale no iba a asumir un texto que incluyera reconocer la injusticia del daño causado por ETA y por quienes con la excusa de ETA vulneraron derechos humanos».

Desde EH Bildu se entendió que los movimientos del PSE pretenden colapsar el trabajo de la Ponencia o justificar la salida de ella del partido de Idoia Mendia, algo que esta ha negado.

Sin embargo, sí que el PSE ha aprovechado esta materia para afear públicamente al PNV que pretenda llegar a un acuerdo tan trascendental como el del Nuevo Estatus con un grupo que a su entender no está al nivel «ético» necesario.

La Comisión de DDHH del Parlamento está desde ayer y hasta el 4 de febrero de viaje de trabajo en Honduras y El Salvador. En la agenda no hay prevista ninguna reunión de la Ponencia, tampoco para después.