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Un partido redondo para prolongar la escalada

Los rojiblancos sufrieron en la recta final, pero la victoria hizo justicia a la superioridad que mostraron durante casi todo el partido.


ATHLETIC 1

BETIS 0

 

Tarde de fútbol con mayúsculas en San Mamés, donde no faltó un solo ingrediente. Empezando por el resultado, que prolonga la escalada de un Athletic que desde la llegada de Gaizka Garitano no ha dejado de sumar –cuatro victorias y tres empates– y que se sitúa ya en la undécima plaza, con un colchón de seis equipos y 6 puntos a la espera de lo que haga el Rayo esta noche en Mendizorrotza. Pero también, puede que sobre todo, por la imagen de un equipo que durante casi todo el partido fue superior a su rival, sobre todo en un primer tiempo en el que jugó a placer. Sólo le faltó haberlo reflejado en el marcador de forma más holgada, lo que le hubiera evitado bastantes padecimientos en la recta final del encuentro, en la que la reacción del Betis amenazó el triunfo. Pero como acabó bien, hasta el suspense de esos últimos minutos, la constatación de que este Athletic es capaz de sufrir sin venirse abajo, acabó contribuyendo a que equipo y afición, en una comunión que tanto se había echado en falta durante buena parte del curso, celebrasen la victoria a lo grande.

La grada ya había llegado predispuesta, animada por las últimas actuaciones de los suyos. Y el equipo acabó de convencerle pronto de que merecía la pena calentar palmas y garganta. Porque el partido empezó con el Betis forzando un córner a las primeras de cambio pero no volvió a verse una camiseta verdiblanca en el área de Herrerín prácticamente hasta el descanso. Consecuencia en parte del choque copero que disputaron el jueves los andaluces –seis de los titulares en Cornellà repitieron en San Mamés– pero mérito, sobre todo, de un Athletic que se había aprendido la lección y supo aplicarla. Ante un rival empeñado en jugar en corto, la presión de los rojiblancos causó estragos. Los robos de balón fueron continuos y las llegadas al área también.

El primer aviso serio llegó antes de que se cumpliera el cuarto de hora, con una recuperación de Yeray que tocaron San José y De Marcos –las dos novedades del once, en sustitución del sancionado Beñat e Ibai, y dos de los mejores jugadores de la tarde– antes de que Muniain rematara fuera pegado al poste. Prácticamente con los mismos protagonistas y con el apoyo de Williams, llegó el gol siete minutos después. Quinto de la temporada para Muniain, que marcaba tras un precioso control en el punto de penalti.

Un «uyyy» detrás de otro

Se vino arriba, más aún, el Athletic ante un rival noqueado. De Marcos, San José, Williams, Muniain, Yuri... fueron acumulando uyyys. Hubo que esperar más de media hora para que tuvieran su réplica en el área opuesta, con una jugada personal del jovencísimo Laínez, cuyo chutazo lo despejó a córner Herrerín junto al larguero. Junto al cabezazo de Feddal, ligeramente alto, en ese mismo saque de esquina fue el único argumento ofensivo del Betis en todo el primer tiempo.

Y en buena parte del segundo. Porque a la vuelta de vestuarios el partido siguió igual. Robo del Athletic, llegada al área verdiblanca, ocasión más o menos clara. La única incertidumbre la generaba la exigüidad de la ventaja. Mediada la segunda parte lo hizo también la reacción del equipo visitante. Quique Setién movió banquillo, el Betis empezó a sentirse más cómodo y, aunque era su rival el que venía de jugar entre semana, a los bilbainos les empezaron a pesar los minutos.

Sobre todo después de dos acciones que convirtieron el último cuarto de hora en un sinvivir: una falta directa ejecutada por Sergio Canales que obligó a Herrerín a volvar para evitar el gol y la expulsión de Óscar de Marcos por una entrada por detrás a Sidnei que obligó a su equipo a jugar en inferioridad los seis últimos minutos. Futbolistas y aficionados respondieron a la doble exigencia, apretando los dientes sobre el césped y empujando con fuerza desde la grada.

Mereció la pena. No hubo recompensa para el cuarto de hora de agobio bético y sí para la hora larga de superioridad de un Athletic que el próximo sábado se plantará en Anoeta en línea ascendente y con ganas de sacarse la espina del derbi de la primera vuelta.

 

Garitano: «Los resultados están siendo buenos, pero no podemos parar aquí»

El partido fue redondo y la satisfacción, lógicamente, completa. Sensaciones y resultado permitieron a los rojiblancos abandonar San Mamés felices.

Incluso el sufrimiento final tuvo su lectura positiva porque sirvió para evidenciar la «comunión» entre equipo y afición. «Cuando nos hemos quedado con diez nos han ayudado muchísimo. Les agradecemos mucho ese empuje», aseguró Gaizka Garitano.

Reconoció el técnico que «el haber hecho el segundo nos habría hecho jugar un poco más tranquilos. Pero es verdad que nuestros partidos están siendo un poco agónicos» y recordó que «nos cuesta, es una de las carencias que tenemos. En situaciones que nos hemos presentado cerca de la portería con dos contra dos, tres contra dos, incluso a la contra en la segunda parte..., no tenemos facilidad para hacer gol. El equipo tiene que seguir trabajando, todo lo hacemos entre todos y a eso también le doy valor. Que hagamos cosas entre todos, que el equipo esté unido, que trabajemos juntos..., también le doy valor».

Con más o menos holgura pero los puntos se quedaron en casa y prolongan la escalada. «No hemos salido de ahí todavía –advirtió Garitano–, estamos en la parte media-baja y no podemos parar aquí. Es evidente que estamos contentos porque los resultados están siendo buenos. Hoy lo disfrutaremos y mañana a pensar en el derbi y seguir compitiendo como lo estamos haciendo». Un derbi que «será un partido bonito. Estamos los dos parecidos, nos sacan un punto. Es un partido bonito. Aparte de los tres puntos, siempre se quiere ganar y quedan secuelas, cuando lo ganas y cuando lo pierdes. Aquí ganaron y yo creo que quedaron secuelas». GARA