Una denuncia del presidente del BO reabre el debate sobre los cánticos homófobos en los estadios
El próximo 4 de abril, el Biarritz Olympique (BO) y el Aviron de Baiona, eternos rivales, jugarán un derbi que, como cada año, viene precedido de la polémica. En este caso, sin embargo, la denuncia presentada por el presidente de la escuadra biarrot, Jean-Baptiste Aldigé, ha añadido contenido extra a un debate que sacude ya la escala hexagonal.
Las organizaciones LGTB+ han salido a la palestra para aclarar que los cantos de contenido homófobo no son parte del «folclore» de los estadios como aduce la presidenta de la Liga Profesional de Fútbol gala, Nathalie Boy.
Las declaraciones de Boy han provocado en los últimos días un incendio en redes que ha obligado a la patrona del fútbol galo a dar marcha atrás. Colectivos como Stopt Homophobie o Rouge Direct, este último centrado en el mundo del deporte, han censurado que Nathalie Boy hable de una «homofobia folclórica» para referirse a los cánticos que se escuchan en los estadios.
Lo ocurrido el pasado 17 de marzo en otro cruce deportivo de alto voltaje, el del Paris Saint Germain y el Marsella puso en evidencia que, contra lo que se trata de presentar, no estamos ante hechos anecdóticos.
Así lo entendió la ministra de Deportes, Roxana Maracineau, que condenó lo ocurrido.
Nathalie Boy de la Tour, à propos des chants "homophobes" dans les stades : "J’assiste à plus de 50 matches/an. (...) Ça ne veut pas dire qu’ils sont acceptables, mais ils font partie de l’expression d’une ferveur populaire qu’il faut prendre comme telle." (@le_Parisien) pic.twitter.com/CibVzXiBKI
— BeFoot (@_BeFoot) 2019(e)ko martxoaren 26(a)
De opinión bien diferente, la patrona del fútbol galo, Nathalie Boy despachaba el asunto a través de ‘Le Parisien’ con la siguiente explicación: «Asisto a más de 50 partidos de fútbol por año y son expresiones que se escuchan habitualmente, no digo que sean aceptables, pero son la expresión de un fervor popular, es el folclore del fútbol».
La opinión de la presidenta provocaba reacciones en el propio mundo del deporte, y así el vicepresidente de la Federación Francesa de Rugby, Serge Simon, recurría a Twitter para afirmar que está «en total desacuerdo» con lo afirmado por Boy. Y sacaba a la palestra un caso más local, el denunciado por el presidente del Biarritz Olympique, a resultas de que se difundiera un video injurioso de contenido homófobo dirigido contra su persona.
Hier le prix de la @_LICRA_ pour notre soutien à @gareththomas14. L’actualité nous ramène sur terre, tout mon soutien à @jbaldige Pdt du @BOPBweb victime d’insultes et tout mon désaccord avec les propos de la Pdte de la @LFPfr #homophobie pic.twitter.com/x5eJhBFP9z
— Serge Simon (@DrSergeSIMON) 2019(e)ko martxoaren 26(a)
Al tiempo, Simon recordaba que la Federación francesa de Rugby ha recibido recientemente un galardón, la LICRA de oro ( la LICRA es la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo) por haber mostrado su apoyo a Gareth Thomas, víctima de una agresión de carácter homófono, en noviembre de 2028, en Cardiff.
Por su parte Stop Homophobie invitaba a la LFF a que respalde acciones de denuncia efectivas de la homofobia haciendo bueno el compromiso que manifestara, el 23 de marzo, al expresar su «preocupación por las actitudes homófobos que envenenan las gradas».
Denuncia judicial
En este contexto cargado, que mezcla elementos de rivalidad deportiva con actitudes no por habituales menos cuestionables, el presidente del BO, Jean-Baptiste Aldigé, ha optado por dar un paso al frente y recurrir a los tribunales después de que el rotativo ‘Midi-Olympique’ se hiciera eco de la difusión, el 14 de marzo, de un video de un minuto de duración en el que varios aficionados que viajan en un autobús entonan de forma repetida el slogan «et Aldigé est un PD» (y Aldigé es un maricón). Esa grabación fue retirada en menos de 24 horas.
El presidente del BO presentó una denuncia judicial el 22 de marzo por «injuria pública en razón de la orientación sexual», adoptando, con el respaldo expreso de su directiva, una actitud activa que las asociaciones de defensa de los derechos de gays y lesbianas han aplaudido, aunque, en la otra dimensión, la deportiva, esa decisión se interprete por algunos aficionados como un elemento más de polémica para generar tensión antes del derbi.
ActuRugby habría contactado a responsables del equipo rival, el Aviron, que, según esta web habrían declinado rechazar de forma pública lo ocurrido por entender que se trata de «un caso aislado». Siempre según esta web especializada, los dirigentes del BO habrían solicitado también esa disculpa pública, a falta de la cual ha llegado la denuncia.
Comunicado del Aviron
Con su actitud dubitativa, el Aviron ha alentado, seguramente contra su voluntad, que en las redes algunos de sus aficionados hayan despreciado el debate de fondo para situar la denuncia de Aldigé como una estratagema más para calentar el ambiente antes del partido.
Tratando de apagar el incendio, pero de forma tardía y cuando ya todas las colinas estaban en llamas, el Aviron emitía ayer tarde un comunicado con el equipo de Tayeb rechazaba de plano las acusaciones de homofobia, arremetía contra Aldigé, la directiva del BO y algunos concejales de la localidad costera, reivindicaba su apego a «los valores deportivos y al territorio».
Para la asociación local LGTB+, Les Bascos, es una buena noticia que el Aviron haya expresado con total claridad que «no es para nada homófobo».
En todo caso, en el comunicado hecho público hoy por esta asociaición, se remarca que «hay todo una labor por hacer en el ámbito de la sensibilización», y aludiendo al trabajo en el deporte de base y centros escolares, se pone a disposición de «ayudar en esta tarea» si así se lo solicitan a esta asociación los clubs vascos.
Les Bascos ha expresado, por descontado, su apoyo al presidente del BO y, aunque sin dar concreciones al respecto, no descarta emprender un camino de apoyo a su denuncia desde el propio ámbito judicial.
Por su parte, Rouge Direct, que funciona a modo de lanzador de alertas en casos de homofobia en el ámbito del deporte, considera que «es imprescindible avanzar hacia la equiparación de sanciones, situando los insultos o agresiones homófonas en la misma escala que actos racistas».
El colectivo recuerda que en casos de racismo se prevén sanciones que van desde una multa máxima de 15.000 euros y la prohibición de acceder al estadio durante tres meses a penas de un año de cárcel en los supuestos más graves.