A la pelea europea in extremis (3-2)
Sufrida victoria de penalti en el descuento, la tercera seguida, que confirma que a este Athletic de final de curso todo le va de cara.
ATHLETIC 3
LEVANTE 2
Pelé está ingresado de urgencia en un hospital parisino, Mick Jagger a punto de ser operado del corazón para desasosiego de sus ‘groupies’, Carlos Iturgaiz comunica que deja la política porque ya no aguanta su acordeón ni su propio partido y Santiago Abascal anuncia el arranque de campaña en Covadonga cual don Pelayo... Y, aún así, la vida sigue siendo maravillosa... Solo hay que ver la cara de satisfacción de la parroquia rojiblanca tras otra victoria más de los suyos, el triunfo de un equipo aupado en la buena onda, esa en la que te sale casi todo, que contagia a los jugadores a la hora de liberar tensiones y soltarse, dejar que el fútbol fluya. La seguridad de los resultados, de ir de cara, de que un remate tuyo tropiece en dos rivales y acabe en el fondo de la red, o que el VAR anule un gol al contrario a pesar de que tu portero se confió demasiado en el salto con el contrario, o que te empaten en el último minuto de partido y le des la vuelta, en el descuento, y de penalti. Y que cuando tienes tu oportunidad, como diría Iñaki Williams, la mandes a la cazuela. Y así, partido a partido, cimentando esa confianza a base de puntos y sensaciones, con fortuna, por qué no, el Athletic se ha encaramado a la lucha por los puesto europeos por méritos propios. Se ha colado sin avisar, viniendo desde la cola del pelotón, y ahora depende de él dónde ponerse el límite. Y mientras llegue ese momento, sigamos siendo felices, porque la vida sigue siendo maravillosa.
A Gaizka Garitano le cuestionaban en la previa del partido si el optimismo que irradiaba la familia rojiblanca era peligroso, no fuera a llevarse una decepción. Dentro de poco vendrá el pero ese de que si el equipo se mete en Europa debiendo jugar las previas de julio será una ‘putada’ cara a planificar la próxima temporada. El técnico de Derio zanjó el debate: el objetivo es que la gente, la afición, esté contenta, sea feliz y a fe que con actuaciones como la de ayer, esta felicidad está garantizada.
De penalti y en el último minuto. Es el sino de este equipo de gregarios donde los finos estilistas sobresalen cuando se les necesitan, ahí está un renacido Córdoba tirando un caño para que Yuri fusilara el primer gol, o los gladiadores se batan en la arena defensiva a pecho descubierto, como Yeray, un coloso ante las arremetidas levantinas. Y sobre esos pilares se cimenta la remontada de este Athletic. En la Liga y ante partidos como los de ayer, de cara en una primera mitad donde fue mucho más eficaz que su contrario y se fue 2-0 al descanso gracias a ese misil de Yuri y a la fortuna de un tanto en propia puerta levantino, previo disparo de Williams, y con Córdoba protagonista en ambas acciones. Pudo haber aumentado esa ventaja, pero tampoco hubiera sido justo para un contrario que dio más sensación de miedo todo el encuentro que un miedo real.
Hubo justicia en la segunda mitad, al menos hasta ese minuto del descuento en el que Muniain fue objeto de penalti y él mismo lo transformó como si no hubiera un mañana. Hasta entonces, el Athletic sufrió, sobre todo porque encajó muy pronto, también de pena máxima, y luego tuvo que defenderse como gato panza arriba, aunque sindejar de lanzar algún zarpazo. Un remate a la cepa de la madera de Muniain y un voleón de De Marcos ayudaban a los suyos a oxigenar un partido en el que los bilbainos perdían fuelle, el Levante iba con todo lo que tenía, Raúl García y Capa tenían que dejar el césped ‘tocados’ y la ausencia del boca a boca de Dani García se notaba en exceso.
Con el duelo casi finiquitado llegó ese empate que enmudeció San Mamés, el mismo estadio que tembló con el penalti a romperla de Muniain, que daba una victoria in extremis y con sabor a Europa. Y es que, gracias Garitano, la vida sigue siendo maravillosa.
«No podemos conformarnos con lo conseguido», dice Garitano
«Hemos hecho un buen primer tiempo, luego nos ha pasado de todo, nos ha faltado frescura, no nos duraba la pelota, hemos perdido el centro del campo, luego Raúl con problemas, Capa también, ellos han sacado todo lo que tenían, hemos sufrido, el 2-2 se veía venir, y aun así hemos tenido ocasiones», analizó el partido Gaizka Gartano. Tercera victoria seguida, primera vez esta temporada y desde 2017, que «habla bien del equipo», añadio el técnico, «y que nos dice que no nos podemos conformar con los conseguido, debemos ir a Getafe a ganar».
J.V.