El polaco que viajó tres días en autobús a Iruñea para cumplir su sueño
Tomasz Marczynski (Cracovia, 1984) vuelve siete años después a la Itzulia, a carreteras en las que corrió con 19 años cuando no tenía un equipo sub’23 en Polonia y se montó a un autobús para un viaje de tres días con destino a Iruñea para cumplir su sueño de ser ciclista.
El polaco del Lotto recuerda a GARA una historia única: «En Polonia no tenía equipos sub’23 y tras pasar de junior estaba en la Universidad y en dos días decidí dejar todo, preparar la maleta, coger el autobús y después de un viaje de tres días, pasando noche en la estación de autobuses de Zaragoza, llegué a Pamplona y fui a un pueblo muy pequeño del País Vasco, Mugaire. Fue un periodo muy difícil porque vivía solo, me ponían el piso y la comida, pero fue una experiencia muy bonita y aprendí muchísimo en los cuatro meses que estuve. Tuve buenos resultados y cuando volvía a Polonia me paré a disputar una de las carreras más importantes del calendario italiano con la selección polaca. La gané y así conseguí un año después un equipo sub’23 italiano y al siguiente pasé a profesionales. Es la historia de un niño que tiene el sueño de ser ciclista profesional, lo deja todo, viene para acá, lucha y sigue luchando por su sueño y al final lo consigue».
Corrió unos meses con el Telco’m navarro de Luis Vicente Otín, que ha traído muchos polacos a sus equipos. Marczynski recuerda que «había un polaco que conocía a alguien, pero era como ir a no sabes ni a donde. Tuve una muy buena relación con Otín. El Telco’m era de Juan Salas, Otín estaba con Azysa, pero como vivía cerca se ocupó de mí. El País Vasco tiene su encanto, el tiempo no era muy bueno, pero las carreras sí y poder correr en mi primer año sub’23 la Vuelta a Navarra de 2004 con muchos corredores que han sido profesionales fue muy bonito».
Acabó 24º en la general pese a ser debutante y fue el quinto sub’23 por detrás de corredores que pasaron a profesionales como Pardilla, Alan Pérez o Losada. De Euskal Herria, destaca que «siempre me ha gustado y siempre me he llevado buenos recuerdos y ahora mantengo amigos como Gari Atxa, que desde hace unos años conduce el autobús de Mitchelton, que es casi de mi edad y entrenábamos juntos por estas carreteras».
Ese mismo año disputó el Tour de Polonia con los profesionales, en 2005 corrió como amateur en Italia, donde pasó en 2006 a profesionales con el Flaminia, con el que en 2007 se proclamó campeón polaco con 23 años y en 2008 ganó una etapa en Asturias y corrió la Euskal Bizikleta. Pasó por Miche (2009), CCC (2010-11) y destacó en Vacansoleil en 2012, con el que debutó en la Itzulia, corrió el Giro y acabó decimotercero en su primera Vuelta antes de volver a ponerse a prueba su espíritu luchador por ser ciclista.
A Turquía tras un año difícil
Marczynski explica que «después de lograr muy buenos resultados, tuve una operación por un forúnculo y perdí casi todo el año con la mala suerte de que Vacansoleil desapareció. Tuve que bajar de categoría y correr con el Torku –continental de Turquía, con el que en 2015 logró siete victorias, entre ellas el campeonato polaco–. Fue otro período superdifícil, pero nunca he dejado de luchar y por suerte siempre he tenido personas que me han ayudado mucho. En 2016 pude venir al Lotto, el mejor equipo que he conocido, me respetan y me cuidan muchísimo y disfruto con ellos». Con el Lotto Soudal vivió en 2017 en la Vuelta su mejor momento: «Trabajé todo el año, la preparé muy bien, estaba supermotivado y tuve la suerte de ganar dos etapas. Fue algo impresionante».
La preparó en Sierra Nevada, su lugar de entrenamiento. Desde hace siete años vive en Granada. Conoció a una mujer y el amor por ella y por esa ciudad que le permite entrenar en altura y estar cerca de la playa al mismo tiempo le sedujeron: «La conocí porque me fui a preparar la Vuelta a Sierra Nevada y fue un motivo muy importante, pero también porque me encantó España y siempre he querido vivir en Granada».
Su gran Vuelta le permitió firmar con Lotto hasta el 2020 el mes siguiente y debutar el año pasado en el Tour: «Siempre es bonito hacer el Tour, pero el Giro y la Vuelta son menos stressantes y puedo disfrutarlas más que el Tour». Por eso después de la Itzulia y las clásicas ardenesas correrá Giro y Vuelta: «Siempre estoy a disposición del equipo y cuando me dejen libertad intentaré hacer algo para mí mismo y ganar alguna etapa».
Lo hará a su manera: «Soy un ejemplo de luchador. En la Itzulia estoy para coger ritmo y mejorar la condición. La última vez que vine fue en 2012 y desde entonces solo he corrido aquí la clásica y alguna etapa de la Vuelta. Es una carrera muy bonita, la afición vasca es una de las mejores y vengo con cuidado y a disfrutar lo máximo posible».
Porque además de ser un luchador es un hombre alegre y que no se olvida de su paso por Euskal Herria hasta el punto de que este lunes publicó en twitter un video en euskera en el que trasmitía: «Kaixo guztioi. Euskal Herrian gabiltza gudarako prest!».