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Nando De Colo resucita al CSKA para imponerse en Gasteiz (77-84)

Con 28 puntos de Nando De Colo, una versión más física y sufridora del CSKA de Moscú ha puesto el 2-1 en la eliminatoria, revertiendo otra vez el factor cancha. Kirolbet Baskonia ha remontado hasta 13 puntos de desventaja, pero se ha condenado por sus errores.

Nando De Colo ha desequilibrado con sus triples y su control del juego. (Endika PORTILLO / FOKU)

Si Kirolbet Baskonia quiere llegar a jugar «su» Final Four, tendrá que conseguir el billete en Moscú, si lo consigue. Un CSKA de Moscú que se ha llenado de barro hasta las cejas, pero guiado por un Nando De Colo que ha resucitado baloncestísticamente –autor de 28 puntos, 14 de ellos en el último cuarto–, el conjunto moscovita se ha impuesto por 77-84, volteando de nuevo el factor cancha de la eliminatoria ante un Kirolbet Baskonia que ha remontado hasta 13 puntos de desventaja, pero que ha pagado muy caro sus errores de ansiedad. Para más inri, Matt Janning ha vuelto a dejar el partido lastimado.

La primera buena noticia ha sido constatar que Luca Vildoza, pese a sus problemas en el abductor, ha podido jugar, saliendo en el quinteto titular. Itoudis, por su parte, ha dejado sentados a Rodríguez, Clyburn y Higgins para meter de inicio a De Colo –desaparecido en Moscú–, Hackett y Vorontsevich, buscando dar cierta «fisicidad» –empleando la terminología de Sergio Scariolo– a su juego. Y a fe que el técnico heleno le ha sabido dar un toque físico bien efectivo de arranque. Cierto que los dos triples de Vorontsevich apenas se han visto esta campaña –sí en años anteriores– pero el propio De Colo ha ofrecido una imagen más avispada que en los partidos de Moscú, al tiempo que los gasteiztarras, entre la falta de acierto exterior y la presión de Hackett, no han hallado buenas opciones de tiro. De hecho, dos canastas de Hines han obligado a Perasovic a pedir tiempo con 6-14 en el marcador.

La recomposición de quintetos ha equilibrado el juego, sobre todo gracias a la entrada de Poirier y los dos triples que ha conectado Hilliard. Sin embargo, el conjunto ruso se ha sentido más estabilizado, siendo Clyburn el encargado de dar el segundo empuje a los de Itoudis, al punto de que ha sabido hacer daño a un Baskonia más flojo de lo habitual en defensa, llegando a encajar 28 puntos para irse al final del cuarto con 18-28.

Un triple de Higgins ha puesto el marcador en 18-31 nada más arrancar el segundo asalto, y el público del Buesa Arena lo ha visto negro. Se han puesto los decibelios a la altura de la centena, y más aún después de que, entre un alley oop de Huertas con Poirier, un tapón de Voigtmann a Clyburn y una antideportiva señalada al «Chacho» Rodríguez, hayan demostrado ciertas constantes en los gasteiztarras. Hilliard y Poirier se han empecinado en meter al Baskonia en el partido, mientras que el CSKA ha ido viviendo de las rentas fruto de su acierto en el triple, un acierto no circunscrito a un jugador en concreto, sino global.

Y, sin embargo, el segundo cuarto ha sido cosa del Baskonia, lo que evidencia que aquella superioridad casi moral que ejercía el club del Ejército Rojo hoy no es tal. Cierto que los de Itoudis han seguido aguantando, y más con el desacierto en los tiros libres de los baskonistas, pero aun así Kirolbet Baskonia se ha ido a vestuarios con una desventaja perfectamente remontable: 39-46.

Un punto más para ganar

A trancas y barrancas, Kirolbet Baskonia ha ido limando poco a poco su desventaja. Una frase repetida a lo largo del partido porque el trabajo gasteiztarra ha sido tanto mental como físico, aguantando sobre el parqué, agarrándose al partido pese a sus propios errores a la hora de cerrar el rebote o en el triple. Lo cierto es que el apoyo del público y el «terrenal» nivel del CSKA ha servido para que cada minuto haya contado.

Un gran Garino ha aportado mucho trabajo sucio en el trabajo de remontar, por no hablar de la «resurrección» de Voigtmann y los rebotes en ataque providenciales de Shengelia, aunque ha faltado el toque final. Y un CSKA dispuesto a meterse en el barro arremangándose hasta los codos, ha sabido tomarse la libertad de valerse de los errores gasteiztarras. Solo así se entiende que junto a De Colo, haya sido Kyle Hines el principal anotador ruso después de tres cuartos.

Con 59-62, Kirolbet Baskonia ha llegado al cuarto final en la cola del CSKA de Moscú, y con Othello Hunter eliminado por faltas. Y como no se podía empezar mejor, un triple de Janning ha supuesto el primer empate del partido, a 62, y el propio georgiano-norteamericano ha logrado, con el 65-62, la primera ventaja gasteiztarra. Una ventaja que siete puntos seguidos de De Colo ha revertido, justo en el momento en el que Janning se ha retirado dolorido, y que luego no ha podido regresar.

El CSKA se ha limitado a De Colo, autor de los 12 primeros puntos moscovitas en el cuarto final, pero después de que el francés haya visto la técnica tras un rifirrafe con Shengelia, se ha gripado el motor ruso. Y sin embargo, le ha faltado algo de calma al Baskonia, en parte por la defensa rival y en parte por su propia ansiedad. Presa de esa ansiedad, Voigtmann se ha dejado robar la cartera por Clyburn y se ha ganado un taponazo limpísimo por Bolomboy. A tres minutos y medio del final, Corey Higgins ha clavado un 71-77 que ha dolido en el alma al Baskonia, obligando a Perasovic a parar el tiempo y pedir un último esfuerzo.

No se ha podido hacer nada. Corey Higgins ha culminado el trabajo comenzado por De Colo, certificando el triunfo ruso que difumina un tanto el sueño gasteiztarra de llegar a su Final Four, pero que para nada está imposible.

[Información estadística del partido]

Perasovic: «No vamos a rendirnos jamás»

«Tenemos que pensar en el partido del viernes, y si ganamos, ya veremos después», ha terminado diciendo Velimir Perasovic en su alocución, después de felicitar a un CSKA de Moscú que ha sabido valerse de los errores gasteiztarras, subrayando el de Split el momento en el que Kirolbet Baskonia se ha puesto en cabeza. Eso sí, el técnico gasteiztarra ha prometido seguir batallando cuanto sea posible. «No vamos a rendirnos», ha dicho.

«Han salido más duros que nosotros y han dominado buena parte del partido. Pero cuando nos hemos puesto arriba, no hemos sabido mantenerlo y nos han metido rápido un parcial de 0-7 que nos ha puesto otra vez por detrás. El equipo ha peleado mucho aunque hemos tenido momentos buenos y malos, pero contra un equipo como el CSKA hay que jugar mejor si quieres ganar. De todas formas, no nos vamos a rendir, ni mucho menos, y vamos a intentar sacar el siguiente partido y llegar al quinto», ha explicado.

Perasovic ha subrayado que «ellos tienen muchos hombres con calidad alta de anotación que anotan canastas difíciles, y ha sido la clave. Han conseguido varias canastas de mérito, muy bien defendidas, sabiendo jugar hasta el límite del tiempo de posesión, que es lo que los hace un gran equipo al final».

Sobre Janning, el de Split ha explicado que ha sentido «un pinchazo» en el pie, al tiempo que ha reparado cierta falta de malicia en los suyos en ese momento, al no ser capaces de parar el juego para forzar el cambio, momento que ha aprovechado De Colo para devolver la ventaja a la escuadra moscovita.

Itoudis: «Hemos demostrado que tenemos profundidad de banquillo»

Por su parte, un Dmitris Itoudis más comedido que en otras ocasiones ha destacado que «todos los jugadores que han saltado a la cancha han aportado algo. La consistencia que nos ha otorgado creer en lo que nos ha traído hasta aquí en toda la temporada, ha afectado positivamente a nuestra forma de afrontar el partido. Ha sido un partido muy parejo, y aunque hayamos tomado ventaja desde el inicio, con cierta ventaja para lo que supone esta eliminatoria, el Baskonia ha regresado al partido merced a su calidad y su carácter. Pero en el momento en el que se ha adelantado, hemos empatado enseguida merced a una gran jugada en la línea de fondo de De Colo y además hemos demostrado en esos momentos que tenemos profundidad de banquillo; todos han aportado algo», ha explicado.

«Ganar en Gasteiz es muy difícil, como he dicho el Baskonia es un buen equipo que merece respeto, por lo que ahora hay que afrontar otro duro partido», ha terminado el preparador del CSKA de Moscú.

Shane Larkin acerca a Anadolu Efes a la Final Four

Con 30 puntos y 34 de valoración, Shane Larkin ha obtenido el galardón de MVP de la tercera jornada, después de llevar a Anadolu Efes a vapulear al Barça en el Palau blaugrana por 68-102, un palizón que pone a los de Ergin Ataman al borde de su primera Final Four desde el año 2000. Los otomanos se han vuelto a adelantar 2-1 en su eliminatoria ante el Barça, pero además han dado un señor golpe de autoridad, ganando los cuatro cuartos y barriendo la defensa culé.

Como anécdota, hay que subrayar el horroroso 8 de 21 de los blaugranas desde la línea de tiros libres, al tiempo que, tras llegar con 39-52 al descanso, se ha  visto desarbolados en el tercer cuarto con un definitivo parcial de 18-32.