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Nicolás Maduro apela al Ejército a combatir a los golpistas

Nicolás Maduro instó ayer a la fuerzas armadas a combatir a «cualquier golpista», tras el fracasado alzamiento militar liderado por Juan Guaidó. Cuatro personas han fallecido en los enfrentamientos posteriores, según la oposición. El TSJ ha ordenado el arresto de Leopoldo López, refugiado en la Embajada española.


El presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, instó a los militares a desarmar a los «traidores y golpistas», durante una visita que hizo al Ministerio de Defensa 48 horas después de un efímero levantamiento militar que encabezó el líder opositor y jefe del Parlamento, Juan Guaidó, con el que pretendía derrocar al mandatario. En una demostración de fuerza para evidenciar el respaldo del que goza en el estamento militar, Maduro apeló ante más de 4.500 oficiales de la FANB a la cohesión y la unión en torno a la Constitución, la paz y la democracia.

La FANB «debe mostrarse cada vez más subordinada al mando, cada vez más obediente, cohesionada, disciplinada (...), cada vez más socialista, antiimperialista, cada vez más chavista», declaró. «Esta FANB tiene que dar una lección histórica en este momento de que en Venezuela hay una Fuerza Armada consecuente, legal, cohesionada, unida como nunca antes, derrotando intentonas golpistas de traidores que se venden a los dólares de Washington», señaló.

Maduro acusó de nuevo a la Casa Blanca por la fracasada sublevación, que ha provocado protestas antigubernamentales que han dejado al menos cuatro muertos, según la oposición.

«Máxima moral para desarmar a cualquier traidor, a cualquier golpista», indicó Maduro a los militares, a quienes pidió apegarse a la consigna «Leales siempre, traidores nunca».

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, reiteró la lealtad de la FANB «al único presidente» y criticó a quienes «quieren comprar oficiales» para generar enfrentamientos «a plomo limpio» entre militares. Una idea que comparte Remigio Ceballos, número dos de la FANB, quien insistió en que «por la violencia nadie va a obtener el poder, no vamos a permitirlo nosotros».

El dilema de Trump

Después de que la insurrección militar se desinflara antes de comenzar, EEUU insiste en que los días de Maduro están contados y ha elevado la amenaza de una posible una acción militar en Venezuela. El secretario de Estado, Mike Pompeo, abogó por una «transición pacífica» con la salida de Maduro y nuevas elecciones, pero dijo que el presidente, Donald Trump, está listo, si es necesario, para «hacer lo correcto» y ordenar una intervención de sus tropas en Venezuela. Sin embargo, expertos alertan sobre las opciones limitadas para poner fin a un impasse en el que Washington podría haber sobreestimado la fortaleza de Guaidó y creen que una acción militar empeoraría mucho la situación.

Consideran que la oposición subestimó la resistencia de Maduro en el poder y «su habilidad de enfrentar presión en las calles» y estiman que las amenazas directas de la Administración Trump «no ayudan y muchas veces son contraprodu- centes» y responden más a deseos que a una estrategia clara.

Recuerdan que los militares son un «actor clave» y opinan que EEUU era «demasiado optimista» y se sorprendió de las pocas deserciones ante el llamamiento a la insurrección militar realizado por Guaidó, por lo que señalan que la Administración de Trump ha aumentado su ofensiva sicológica contra Maduro, al que presenta como un líder débil y dependiente de sus aliados Rusia, Cuba y China, «exagerando mucho su papel en el país». Muchos expertos dudan de que, incluso entre los miembros más duros del Gobierno de EEUU, se piense seriamente en una guerra con un país que pocos estadounidenses consideran una amenaza.

Por otro lado, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, exigió a EEUU proteger el edificio de la embajada de su país en Washington, escenario de una lucha simbólica entre chavistas y opositores que tratan de ocuparla.

 

Blackwater prepara un asalto de mercenarios

Erik Prince, el fundador de la controvertida empresa de seguridad privada Blackwater (ahora Academi) está tratando de impulsar la formación de un Ejército privado, con el reclutamiento de hasta 5.000 mercenarios, para ponerse al servicio de Juan Guaidó en su plan para derrocar a Nicolás Maduro, informó Reuters citando cuatro fuentes conocedoras de sus gestiones.

En los últimos meses, Prince habría buscado inversión y apoyo político de influyentes partidarios de Donald Trump y ricos exiliados venezolanos. En encuentros privados en EEUU y Europa, habría esbozado un plan para desplegar mercenarios de Colombia y otros países de América Latina, porque para romper el punto muerto en el que se está desde enero Venezuela necesita un «acontecimiento dinámico».

Expertos de seguridad de EEUU y Venezuela consideran el plan políticamente inverosímil y potencialmente peligroso ya que podría desencadenar una guerra civil. GARA