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Prevención de riesgos electorales

Las campañas de elecciones municipales y forales son terriblemente exigentes con los partidos porque no les basta con tener una, dos o como mucho tres buenas ideas generales, sino que se ven impelidos a ofrecer cuatro, cinco o hasta seis propuestas por cada municipio. Esto crea normalmente disonancias estridentes, pues a veces acaban cuestionando la inteligencia del electorado. En estas fechas hay, por tanto, que adoptar algunas medidas de prevención de riesgos.


Las campañas de elecciones municipales y forales son terriblemente exigentes con los partidos porque no les basta con tener una, dos o como mucho tres buenas ideas generales, sino que se ven impelidos a ofrecer cuatro, cinco o hasta seis propuestas por cada municipio. Esto crea normalmente disonancias estridentes, pues a veces acaban cuestionando la inteligencia del electorado. En estas fechas hay, por tanto, que adoptar algunas medidas de prevención de riesgos.

Hay partidos que se empeñan en crear problemas inexistentes. Por ejemplo, en materia de vivienda, el PP urge en Gasteiz un «plan anti-okupas». Cada cual podrá tener su opinión sobre fenómenos como el de Errekaleor, pero todos estaremos de acuerdo en que la okupación no es el problema nuclear de la vivienda ni en Gasteiz ni en el resto de Euskal Herria. Mejor fijarse en el precio y el alquiler.

Otro de los males de esta campaña son las infografías que nos muestran proyectos que probablemente nunca veremos construidos en tres dimensiones. En esta materia, uno puede ser benevolente con los partidos de oposición, pues no tienen otra forma de hacer realidad sus ideas; pero desconfía de los partidos como el PSE que lleva gobernando en Eibar ininterrumpidamente desde 1987 y resulta que justo ahora se le acaba de ocurrir una reforma en la peatonalización del mismísimo centro que no ha tenido tiempo de hacer en 32 años, pero en un pispás lo ha dibujado ya bonito bonito.

De la misma forma hay que ponerse alerta si el diputado general de tu territorio, Araba en este caso, propone en campaña una bonificación en la A68 para los residentes en Aiaraldea en sus viajes hacia Bilbo cuando, pudiendo, no lo ha hecho en los cuatro años anteriores. Se puede pensar que rectificar está bien, pero es que no lo presenta pidiendo disculpas, sino para que lo aplaudan y lo voten.

Luego están los que cuando se les pregunta por sus prioridades para el ayuntamiento correspondiente responden con propuestas para acabar con el paro, con las desigualdades de género y hasta parar el cambio climático. Desde la alcaldía. Con un par.