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Entrevue
Fernando López Castillo
Candidato de Elkarrekin Podemos a la Alcaldía de Gasteiz

«Creemos que un pacto progresista sería los más indicado»

Fernando López Castillo fue elegido candidato de Elkarrekin Podemos a la Alcaldía de Gasteiz tras imponerse en las primarias a Jorge Hinojal, portavoz municipal durante los últimos cuatro años. Apuesta por un acuerdo entre «progresistas» y defiende la remunicipalización del servicio de limpieza y de Ayuda a Domicilio. Hoy se ha conocido que no podrá participar en los últimos días de la campaña electoral a causa de una operación a la que ha sido sometido.

Fernando López Castillo. (Endika PORTILLO/FOKU)

Se presenta a la Alcaldía de Gasteiz tras enfrentarse en la primarias contra Jorge Hinojal, que ha sido el portavoz del grupo municipal durante los últimos cuatro años.
No diría contra. Podemos desde su nacimiento se ha caracterizado por no repetir en ningún caso más de dos legislaturas, y a ser posible una para ir refrescando, y que vuelvan a haber nuevas ideas. Y en este caso se ha hecho igual que con todas las elecciones, las generales, las municipales, las forales y las europeas. Se presenta la gente libremente, y se les vota. En este caso nos presentamos los dos y gané yo, pero podía haber ganado él. De hecho hubo muy poca diferencia.

¿Por qué ha decido dar el salto a la política local?
Creo que hay momentos en la vida en los que uno piensa que por responsabilidad tiene que hacer algo. Yo soy de Gasteiz, he vivido siempre aquí, he trabajado más de 30 años en el Ayuntamiento, y creo que conozco un poco la realidad municipal y mi ciudad. Yo desde que nació Podemos me metí en Podemos, pero empece con las movilizaciones de los pensionistas. Pensé que podía ser un buen momento para colaborar, pero tampoco lo veo como una profesión, porque no lo necesito. Simplemente pensé en que las ideas que tengo yo, y que tiene Elkarrekin Podemos, podían hacer algo por mejorar la vida de los ciudadanos de Vitoria.

¿Cómo esta viviendo la campaña?
Para mí es muy intenso, porque estaba viviendo una situación de relativa tranquilidad una vez jubilado. He estado desde que me he jubilado terminando una película que se llama ‘La herencia de mi abuela’, sobre memoria histórica, los acontecimientos del 3 de Marzo y los crímenes de lesa humanidad, y he tenido que retrasar un poco el estreno y la asistencia a festivales por esta campaña, que me ha supuesto un grado de estrés añadido. Es demasiado intenso, para mí sobre todo, que me ha pillado en esta etapa. Espero que a partir de junio, cuando pasen las elecciones, sea más tranquilo.

Elkarrekin Podemos integra a tres partidos, Podemos, Ezker Anitza-IU y Equo. ¿Ha sido difícil formar la coalición y acordar un programa común?
Desde que se hizo el acuerdo ha sido facilísimo, pero creo que costó hacerlo. Siempre es bastante difícil calcular qué fuerza tiene cada uno, hay que ver cómo han sido las anteriores elecciones, incluso qué subjetividad tiene la sociedad con respecto a lo que representa cada fuerza. Llevó un mes poder cerrar esa coalición que en otros sitios había tenido algunas dificultades.

En Iruñea no se ha realizado.
No se hizo. Depende del asentamiento que tenga una fuerza en cada sitio y de lo que espera obtener. Creo que a veces a nivel histórico hay que dar pasos adelante y decir que es importante la unidad de la izquierda. Y aquí ha predominado esa idea.

En los comicios del 28 de abril Unidas Podemos perdió 14.000 votos en Gasteiz.
Podemos es un movimiento que nace de una situación de hartazgo, de una situación que no avanza, del bipartidismo en el que parece que gobierna uno u otro, y en el que solamente hay pequeñas pinceladas de cambio, porque en realidad no cambia la política económica, no cambia la política en derechos humanos… y viendo eso la gente joven se movilizó y creó el 15M y eso dio lugar a Podemos. Pero enseguida el poder se dio cuenta de que Podemos era peligroso y que podía cambiar muchas cosas a nivel financiero, que podía poner en un brete la estrategia de la banca, y yo creo que a partir de entonces ha salido ciudadanos y después Vox. La gente ha tenido miedo a una derecha dura que podía acabar con los derechos y las libertades. Y esto explica que el aluvión inicial que recibió Podemos se ha repartido y minimizado, ayudado por los medios de comunicación que han atacado y mentido contra Podemos y les ha metido escuchas como en el caso Villarejo. Ha habido un bajada, ha habido una remontada cuando volvió Pablo Iglesias y creo que ahora estamos en una fase de serenización.

¿Considera que las disputas internas que ha habido dentro de Podemos en Araba les pueden pasar factura en las urnas?
Yo creo que no. Hablamos de gente que se situó fuera de Podemos desde el primer año de legislatura y me parece que eso se ha recuperado sin grandes problemas. Creo que la fractura es global, creo que es la fractura a nivel de Estado la que nos afecta a todos. y creo que se ha iniciado ese proceso de recuperación. Ten en cuenta que la prensa también coadyuva en este proceso. Bildu tiene problemas, y para el PNV está el ‘Caso de Miguel’, y sin embargo no se publica que parte del Araba Buru Batzar ha quedado fuera por ese caso. Eso no sale. Creo que estamos en una fase en la que la gente empieza a darse cuenta cómo funciona y a favor de quién está cada medio.

En Gasteiz ningún partidos suma mayoría absoluta, ¿con quién estaría dispuesto a pactar?
A mí no me gusta hablar de siglas, pero sí sabemos con quién no llegaríamos a acuerdos, con todo aquel que no respete los derechos fundamentales, los derechos humanos y tenga delitos de odio por opinión o por xenofobia, o delitos contra la humanidad. Eso en la parte genérica de los derechos humanos, y una vez puesta esa línea roja, evidentemente los acuerdos serán programáticos. Nosotros nos hemos sentido muy bien en terrenos como ecología, derechos sociales, tolerancia y, sobre todo, en defensa por la lucha de la igualdad de la mujer y contra la violencia de género. Creemos que un pacto progresista sería los más indicado, en Euskadi, lo hemos visto en los debates y vemos a la mayor parte de los partidos queriendo hacer pactos estratégicos en temas como ecología, mujer y derechos sociales. Con eso podríamos hacer un acuerdo.

¿Cuáles son sus propuestas para Gasteiz?
Tenemos claro que todo el transporte debe ser eléctrico, porque hay un acuerdo, el Acuerdo de París, que obliga a reducir las tasas de CO2 al 50% para el 2030. Nosotros queremos agilizar este proceso, y entiendo que tenemos que negociar no solo con la Administración sino también con las plantillas del sector de la automoción, porque hay 14.000 familias que dependen del mismo, y que afecta a otros 30.000 puestos de trabajo. En este sentido creemos que es importante iniciar la fabricación de coches y furgonetas eléctricas. También queremos defender el agua y los recursos hídricos, y proceder a la limpieza de los ríos. Ha habido problemas en el Zadorra, en el Zapardiel, en el Batan… entendemos que es preciso preocuparnos del agua, y no estamos de acuerdo con los experimentos que se están realizando en Subijana, excavando pozos que pueden afectar al agua del acuífero más importante de Araba.

También hemos propuesto que se ponga en marcha una agencia para la transición energética, porque estamos convencidos de que esto genera mucho empleo, hay quien habla de 20.000 puestos de trabajo. A mí me parece arriesgado hablar de cifras, pero es muy importante que nos preocupemos por este asunto, porque hay un 10% de paro en la ciudad, en el caso de la gente joven aumenta al 26%.

El segundo aspecto que nos parece crucial es la vivienda, la media de emancipación de los jóvenes es de 30 años en esta ciudad, y queremos que se creen las condiciones para que la gente tenga acceso a la vivienda. La primera es un trabajo estable, porque el trabajo que se crea, que tanto habla el PNV de que se han creado 10.000 empleos, son empleos precarios y troceados. Donde antes había 500 empleos ahora dicen que hay 10.000 porque la gente tiene que hace veinte contratos al año. En el terreno morado, en el terreno de la mujer, entendemos que hay que reducir la brecha salarial y tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para ver cómo acabar con las violencias machistas.

Ha trabajado durante décadas en el Ayuntamiento, ¿qué opinión le merece el funcionamiento de la institución?
Yo soy partidario de asumir la gestión directa de la limpieza y de la ayuda a domicilio. En el caso de la limpieza podemos ahorrar dos millones de euros del IVA, y sería más eficaz. En esta campaña el PP le está acusando al Ayuntamiento de que la ciudad está sucia, porque ha aparecido en una estadística. Yo no sé si eso es verdad, pero lo que sí creo, y esto es un análisis que hicimos en el año 2000 sobre la subcontratación, es que no son más eficaces que los servicios prestados por trabajadores municipales. Se ha demostrado que es peor, y han empeorado las condiciones laborales de los trabajadores, por eso queremos remunicipalizar el servicio. Igual que con la Ayuda a Domicilio, donde hablamos de cuidados a personas mayores. En general los servicios que presta el Ayuntamiento son buenos, los profesionales son buenos, luego están las decisiones políticas. Y creo que hace falta más gente proactiva que reactiva, hay que poner a gente a proponer modificaciones en la gestión casi diariamente, y para eso hace falta personal preparado.

¿Cuál es su postura ante el soterramiento y la movilidad, dos de las cuestiones que están marcando la campaña?
Si se hace el soterramiento, porque es una operación carísima y hay que ver cómo se financia, tiene que ser también en Salburua y Zabalgana. No se puede dejar a más de 40.000 familias con la vía por el medio, como se ha hecho históricamente con el sur de Vitoria. Hay que buscar una solución a eso. Con respecto al tranvía y al BEI, a nuestro parecer el último presenta varias ventajas, porque ahora mismo con el dinero que hay solo para el estudio del soterramiento, que dicen que han puesto 24 millones, se pueden comprar 50 autos eléctricos. La flota de autobuses de Vitoria tiene 95, estamos hablando de aumentar un 50%, y si consiguiéramos unir el centro con las áreas industriales a través del BEI podríamos hacer que disminuyeran o tendieran a cero los 77.0000 vehículos que se desplazan diariamente a los centros de trabajo. Ese tráfico que hay que ordenar entre el centro y la periferia es para nosotros un factor estratégico, porque realmente se podría descarbonizar el aire. Y no veo una preocupación importante en eso. En una legislatura creemos que se puede dar un paso importante en este aspecto. Hay que hacerlo con urgencia en Vitoria.