EH Bildu y EP recuerdan a los desfavorecidos; PNV y PSE se enzarzan por Irun
EH Bildu y Elkarrekin Podemos pusieron anoche la voz disonante en el debate entre candidatos guipuzcoanos en ETB, en que el momento de mayor crispación fue curiosamente entre los dos socios de gobierno, Olano (PNV) e Itxaso (PSE), a cuenta de Irun, con amenaza incluida del jeltzale.
De los debates realizados anoche simultáneamente por ETB con los candidatos a los parlamentos forales, uno de los más relevantes era el de Gipuzkoa, donde el resultado se prevé ajustado y colisionan con claridad dos modelos: el vigente de PNV-PSOE y el alternativo de EH Bildu y Elkarrekin Podemos. Con el PP como quinto invitado, reducido básicamente a un discurso monotemático de discriminación respecto a Bizkaia; una especie de Unidad Alavesa a la guipuzcoana.
Fiscalidad y políticas sociales, dos temas interrelacionados, han sido las claves de la campaña y lo fueron del debate. Juan Karlos Izagirre (EH Bildu) reivindicó la recuperación del Impuesto de la Riqueza y Grandes Fortunas para que «quien más tiene, más pague», pero Markel Olano (PNV) se enrrocó en defensa del actual modelo afirmando incluso que ahora se recauda más que antes, aunque sin precisar en qué parte se deriva ello de la mejora económica respecto a los años más duros de la crisis.
Aquí ya hubo un primer punto de fricción entre Olano y Denis Itxaso (PSE) cuando el primero reprochó al segundo que no hubiesen mejorado la progresividad, como ahora demandan, en tiempos del Gobierno de Patxi López. Itxaso se defendió afirmando que en aquel momento (2009-12) las tres diputaciones, en manos del PNV, lo impidieron.
Con todo, el verdadero choque entre los dos socios de gobierno llegó a cuenta de un tema local: Irun. Itxaso le reprochó a Olano que no hubiera acudido a una visita del ministro José Luis Ábalos para firmar un convenio de reorganización ferroviaria. Y el diputado general en funciones no solo no lo negó, sino que lo justificó en estos términos: «Irun es un punto negro en Gipuzkoa, el único sitio en que un alcalde ha expulsado al máximo representante del PNV en el Gobierno. Que no se vuelva a repetir, porque sería una ruptura de confianza total», amenazó.
Itxaso se revolvió, sorprendido. «Denis, tranquilidad, por favor», le pidió Olano, condescendiente. Y el del PSE le reprochó: «Uno no puede confundir la chaqueta de diputado general con la del partido, no puede caer en la trampa de las trifulcas políticas de un ayuntamiento. Ya está bien. En ocasiones no has parecido diputado general, sino representante del EBB». Con el incidente bromeó José Luis Cano (PP): «Arregladlo en la intimidad».
En políticas sociales, el conflicto vigente de las residencias resulta más que simbólico. Después de que Itxaso alertara de que las tasas de natalidad son «de auténtico suicidio demográfico», Izagirre reclamó que haya recursos suficientes para atender a la tercera edad y personas discapacitadas, lo que para Olano supone querer hacer exclusivamente público un modelo que ve mejor con «colaboración» público-privada. «Hagamos una evaluación de como está funcionando eso, nos va a mejorar», terció María Valiente, de Elkarrekin Podemos. Y añadió que hay que potenciar la integración de las personas inmigrantes, poniendo como ejemplo a Errenteria, «donde conviven 80 nacionalidades diferentes y en los euskaltegis no solo se estudia euskara sino que se aprenden también otras lenguas».
De residuos no se habló excesivamente, pero aquí también Olano utilizó un tono muy elevado contra Izagirre, al reprocharle que se siembren dudas sobre la toxicidad de la incineradora de Zubieta: «No sé si lo perdonaré, pero nunca lo olvidaré, se ha utilizado a niños», clamó. «Lo grave es jugar con la salud», le replicó Izagirre sin perder la calma y reiterando que hay informes técnicos taxativos al respecto. «La incineradora es un grave error y nos ha hipotecado para 35 años, vamos a tener que comprar basura», añadió Valiente.
La gobernabilidad se presentó como tema final y morboso, aunque lo obvio es que si PNV y PSE suman 26 escaños, repetirán gobierno, como admitió Itxaso, aunque Izagirre insistió en que esa entente no representa a Gipuzkoa y hacen falta acuerdos más amplios. «Somos la centralidad», dijo el de EH Bildu. «Me hace gracia ese camuflaje –replicó Olano–. Aquí hay una coalición entre EH Bildu y EP que aspira a sustituirnos». «A mí me hace gracia que diga que el PNV es el futuro –saltó Valiente–. Será el pasado o el presente, pero ¿el futuro? El futuro seremos los que aún no hemos gobernado». «Gipuzkoa dará un paso atrás gigantesco si ganan EH Bildu y Elkarrekin Podemos», acabó Olano en tono apocalíptico en el «minuto de oro».