Comienza por el callejón de la plaza el montaje del vallado de los encierros de Iruñea
Con una gran expectación mediática, ha comenzado el montaje del vallado de los encierros de Iruñea desde el callejón de la plaza de toros, una tarea que lleva a cabo la carpintería de Hermanos Aldaz y que se prolongará a lo largo de este mes por diferentes tramos de Alde Zaharra.
Un total de cuatro operarios dirigidos por Íñigo Aldaz han iniciado la tarea abriendo los cajetines del suelo en los que son encajados los postes del vallado. Una vez ubicados estos, han ido colocando y sujetando los tablones con tornillos hasta finalmente fijar los postes con cuñas de madera.
Aldaz se encargaba de tomar como guía los tramos que están permanentemente colocados en el callejón para que los recién instalados quedaran correctamente alineados.
Una vez ubicados cuatro tramos, ha atendido a los medios y ha explicado que se ha retomado la costumbre de iniciar el montaje en el callejón en lugar de hacerlo en la cuesta de Santo Domingo, en el tramo que cubre el encierrillo. Hace años, se empezaba por la plaza «porque el material del vallado se guardaba en la misma plaza».
Aldaz ha señalado que el vallado se va revisando una semana antes de comenzar su instalación para comprobar el estado de sus piezas y, en el caso de que sea necesario, proceder a sustituir las que se encuentren en peor estado. Esa renovación hace que en el conjunto del recorrido «haya maderas que tienen treinta, cuarenta o cincuenta años, y otras que han sido renovadas el año pasado».
Hace años, los maderos «sufrían más porque se dejaban instalados hasta San Fermín Txikito y estar a la intemperie los estropeaba más. Ahora están tratados y aguantan mejor».
El montaje se va realizando «según la vida de la ciudad, con el objetivo de molestar lo menos posible a los peatones». Una tarea en la que participan entre cuatro o cinco operarios que toman como referencia las marcas del vallado, porque «cada pieza tiene su sitio y es como un Tetris. Si falta un tablón, no se puede colocar el siguiente, porque todo va encajado».
Una vez que llegan las fiestas, todas las mañanas se revisa el vallado para comprobar que está en orden antes de que comience el encierro. «No solo por los animales, sino por las fuerza que pueden hacer los corredores cuando se suben al vallado, que es algo más difícil de controlar», ha añadido Íñigo Aldaz.
Venta de las entradas para el encierro
Coincidiendo con el comienzo de la instalación del vallado, la Casa de Misericordia ha anunciado que ya están a la venta las entradas para presenciar los encierros en la misma plaza de toros. Se pueden adquirir a través de internet y los precios van desde los siete euros el fin de semana y cinco euros entre semana para adultos y dos para niños menores de 14 años.