La cumbre de la UE analiza una alternativa para desbloquear el reparto de cargos

Tras cinco horas de retraso sobre el horario previsto, e intensos intercambios previos entre los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión, la cumbre sobre el reparto de cargos en las instituciones comunitarias ha vuelto a reunirse esta tarde. Y lo ha hecho con una propuesta vuelco respecto a la que provocó ayer un bloqueo total.

Los líderes de la Unión Europea debaten una nueva propuesta por la que la actual ministra de Defensa alemana, la conservadora Ursula von der Leyen, presida la Comisión Europea. Esta designación buscaría levantar el veto-tijera por el que pequeños pero no pocos estados miembros gobernados por sucursales del Partido Popular Europeo (PPE), exigían el principal cargo de la arquitectura institucional europea.

Y, de paso, sortearía el rechazo del Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, Rep. Checa y Eslovaquia) al nombramiento para el cargo del socialdemócrata holandés Franz Timmermans, comisario encargado hasta ahora de gestionar los expedientes por incumplimiento de la legislación de derechos y libertades de la UE contra Varsovia y Budapest. Italia también se oponía a este nombramiento, aunque más por celos al no haber sido invitada a las negociaciones que por cuestiones de fondo.

Fuentes diplomáticas comunitarias, que han precisado que se trata de solo una propuesta, avanzarían que esa solución permitiría abrir la vía a la candidatura de Christine Lagarde para tomar las riendas del Banco Central Europeo (BCE).

Ambos nombramientos, incluido el de la actual directora general del FMI, cubrirían además las exigencias mínimas de paridad de género y, sobre todo, satisfarían a los dos pesos pesados de la UE, la canciller alemana, Angela Merkel, de quien Ursula von der Leyen fue durante años su delfín, y del presidente francés, Emmanuel Macron, quien insistía en reivindicar para su país el cargo de la presidencia del BCE.

Al lado del ticket Von der Leyen/Lagarde, el actual primer ministro liberal belga Charles Michel podría asumir la presidencia del Consejo Europeo, lo que reconocería el peso de los liberales liderados por Macron, y que con 108 eurodiputados y un nuevo nombre, Renew Europe, han visto reforzada su tercera posición tras las elecciones del 26 de mayo, en las que la «Gran Coalición» entre Populares de derecha y socialdemócratas perdió la mayoría absoluta de la que disfrutaba desde 1979.

Los socialdemócratas, liderados en las negociaciones por el presidente español en funciones, Pedro Sánchez, tendrían un premio de consolación con la candidatura de Iratxe García, actual jefa del grupo parlamentario S&D, a la presidencia del Parlamento de Estrasburgo.

Asimismo, y en un intento doble de guiñar a la vez a europeos centro-orientales y al S&D. el puesto de alto representante de Asuntos Exteriores de la UE sería confiado al eslovaco Maros Sefcovic, un independiente apoyado por los socialdemócratas.

No obstante, los rumores de que  el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, rivalizaría con Sefcovic por el cargo de Mister Pesc dan una idea del cruce de nombres y de quinielas en el segundo día de la cumbre sobre el reparto de lo cinco principales puestos en el organigrama comunitario.