El sueldo de los concejales de Iruñea subirá un 4% pese al rechazo de EH Bildu
El pleno del Ayuntamiento de Iruñea, con el apoyo de Navarra Suma, PSN y Geroa Bai, y el rechazo de EH Bildu, ha acordado en su primer pleno de la legislatura el aumento de las retribuciones de los concejales en un 4 %, en un intento de «recuperar» las cantidades que se decidieron bajar en 2011.
Así, la retribución del alcalde, en régimen de dedicación exclusiva, será de 67.833 euros anuales, mientras que los ediles con concejalías delegadas percibirán 53.114 euros al año, y uno de cada tres ediles por grupo cobrará por exclusividad 39.726 euros, mientras que quienes no tengan ese régimen percibirán 218 euros por sesión.
Ha sido el acuerdo más relevante de la primera sesión plenaria de la legislatura, celebrada este miércoles a tres días del inicio de los sanfermines que paralizarán políticamente la ciudad, en la que los portavoces de los cuatro grupos han dado la bienvenida a los nuevos compañeros que se incorporan como representantes municipales.
El primero en hacerlo ha sido el propio alcalde, Enrique Maya, Navarra Suma, quien ha considerado que la labor que les espera de representar a los ciudadanos de Iruñea es «muy atractiva e interesante» y ha avanzado que a todos les quedan «días de intensos debates, pero siempre presididos por el respeto personal que nos tenemos todos».
Maite Esporrín, PSN, se ha sumado a sus deseos y ha dado la «bienvenida a quienes se incorporan como concejales» y también a los periodistas que seguirán los plenos y darán a conocer sus debates, mientras que Joseba Asiron, EH Bildu, ha coincidido en expresar sus mejores augurios para la nueva corporación, aunque lo ha hecho en euskara por entender que esta lengua se queda «coja» en el salón de plenos.
Asimismo, Itziar Gomez, Geroa Bai, se ha sumado a los buenos deseos para todos y a su interés en que sea esta una legislatura «para trabajar por Pamplona, que sean cuatro años de avance y no de retroceso ni de paralización».
En cuanto al orden del día del pleno, oficialmente dos plenos extraordinarios seguidos por haberse incorporado dos puntos posteriormente a la primera convocatoria, este no ha durado más de una hora, en la que se ha corroborado los nombramientos anunciados en las dos últimas semanas por el nuevo equipo de gobierno para establecer su nuevo organigrama.
El punto único de debate ha sido el del régimen de retribuciones y asistencias de los concejales, defendido por Ana Elizalde, de Navarra Suma, ya que la subida del 4 % «unicamente pretende, aunque no lo consigue, recuperar los sueldos del nivel de 2011», después de que en 200 se produjera una bajada de entre el 7 y el 9 % de estas cifras.
El único crítico con la propuesta ha sido EH Bildu, cuyo portavoz, Joseba Asiron, la ha considerado «muy significativa de la forma de gobernar de la derecha», que contrasta con la decisión tomada en 2015 a su llegada a la alcaldía de reducir un 17 % el sueldo del alcalde y más de un 19 % el de los concejales delegados.
El portavoz abertzale ha considerado la propuesta en la línea de «un estilo caduco en la forma de entender la política municipal», al igual que la reorganización de las áreas municipales, la revocación de las plazas en Igualdad o la ‘alcaldada’ de acudir a la procesión del Corpus Christi como primer edil «vulnerando la aconfesionalidad de esta institución».
A favor de la subida de retribuciones se ha posicionado Maite Esporrin, para quien «lo importante es tener un sueldo claro y transparente, que no haya dietas», algo que no se ha planteado en este caso, ha dicho.
Tampoco Itziar Gomez se ha negado a apoyar una propuesta «ajustada y muy razonable», ya que el sueldo del alcalde de Iruñea es menor que el de los portavoces de la oposición de consistorios de capitales cercanas y las retribuciones de los ediles quedan «bastante por detrás de las de otros ayuntamientos de similares características».