Grecia cambia de gobierno tras la derrota electoral de Syriza

Cuatro años después de llegar al poder, Syriza dejará este mismo lunes el Gobierno griego, que pasará a estar dirigido por el conservador Nueva Democracia. El todavía primer ministro, Alexis Tsipras, reconoció su derrota en las elecciones anticipadas y felicitó a Kyriakos Mitsotakis.

En una conversación telefónica mantenida cuando el recuento todavía estaba al 50%, ambos líderes acordaron que el traspaso de poderes se efectuará este lunes, inmediatamente después de que Mitsotakis jure el cargo ante el presidente del país, Prokopis Pavlopulos, ceremonia que está prevista para las 13.00 hora local (12.00 en Euskal Herria).

Con el 50% escrutado, Nueva Democracia obtenía el 39,8% de los votos, mientras que el izquierdista Syriza alcanzaba el 31,4%. El partido de Mitsotakis obtendría 158 escaños, entre 5 y 7 por encima de la mayoría absoluta, mientras que Syriza se quedaría en 86.

En tercer lugar se situaba el partido de centro Kinal, sucesor del histórico Pasok, con el 8,1% de los votos y 22 escaños, seguido de los comunistas del KKE, con el 5,3% y 15 escaños. Al izquierdista Mera25, fundado por el exministro de Finanzas Yanis Varufakis, se le otorgaba el 3,4% y 9 escaños.

Los datos provisionales daban una participación que rondaría el 56%. Algunos medios indicaban que la fuerte abstención (44%) esconde un "voto de castigo" a Tsipras, ya que Syriza habría perdido un millón de votos respecto a los comicios de 2015.

Los neonazis, al borde del precipicio

La sorpresa de la jornada podría correr a cargo de los neonazis de Amanecer Dorado si se confirmara que queda por debajo del 3% mínimo exigido para entrar en el Parlamento. Con el citado 50% escrutado, se sitúaban en el 2,9%.

No obstante, el partido que parecía tener asegurado el acceso a la Cámara es la nueva formación de ultraderecha, Solución Griega, que rondaba el 3,8%, lo que le otorgaría 10 escaños.

Tsipras: «Con la cabeza alta»

«Nos vamos con la cabeza alta. Hace cuatro años nos encargamos de un país al borde de la quiebra. Hoy dejamos un país libre (de rescates), en crecimiento y con reservas en sus cajas, con el interés de la deuda al mínimo histórico», ha subrayado Tsipras en su comparecencia ante los medios con algo más del 50% del voto escrutado.

Ha comentado que el resultado es «el coste político» de las difíciles decisiones que han tenido que tomar, pero que «no constituye una derrota estratégica». «Trabajaremos para que sea temporal», ha añadido en un tono marcado por la serenidad.

El líder de Syriza ha dicho que espera que la victoria de Nueva Democracia no conduzca a un «revanchismo» por parte del partido conservador que afecte a los derechos sociales y que, como principal fuerza de la oposición, lucharán para que esto no ocurra.