Sánchez y la Fiscalía: de la fanfarronada al tiro en el pie

Sorpresa, el Gobierno controla a la Fiscalía. Lo ha dicho Pedro Sánchez esta mañana en RNE, soliviantando hasta a la Asociación de Fiscales, que dignamente ha asegurado que no es así. Ya.

Todo empezó en el debate del lunes, cuando Sánchez trató de levantar cabeza ante la andanada de la derecha asegurando que iba a «traer a Puigdemont», a diferencia de lo que hizo el PP. Es una boutade, una fanfarronada electoral destinada a hacerse el duro ante el trifachito; la idiotez sin ton ni son de un alumno nuevo que busca sacar pecho ante los abusones del patio. Cualquier persona escolarizada en un centro educativo más o menos ordinario sabe que eso no funciona.

La fiesta ha seguido hoy, cuando Sánchez ha intentado explicar la supina estupidez diciendo que lo traerán a través de la Fiscalía que desde el Gobierno controlan. Evidente, por mucho que proteste un ministerio público al que, por otra parte, no le faltan ganas de tener entre manos a Puigdemont, diga lo que diga el presidente de turno. El PSOE ha hecho lo mismo que el PP, intentar extraditar a Puigdemont; pero a no ser que pretendan secuestrarlo, la decisión la tomará un juez belga.

A estas alturas no nos echaremos las manos a la cabeza ante la evidencia de cierto control político de la Fiscalía por parte del Gobierno de turno, pero propongo mirarlo desde la óptica de los catalanes, a los que se ha repetido por activa y por pasiva –no solo a los independentistas– que la Fiscalía era independiente y que el Gobierno no podía forzarle a rebajar las acusaciones en el juicio del Supremo. En una sociedad que, independentista o no, rechaza mayoritariamente el procesamiento judicial del 1-O, el desengaño para el que creyese en las palabras de Sánchez es importante. Y no lo olviden, no ha habido victoria importante del PSOE en Madrid sin un carro de votos del PSC en Catalunya.

Visto desde aquí, el tiro en el pie es doble. En España haces tal ridículo que hasta la Asociación de Fiscales te sale a protestar, mientras que en Catalunya, buscando el voto de un Ciudadanos a la baja, restas motivos a todos aquellos –fueron muchos– que hace seis meses conseguiste movilizar para frenar al Trifachito. No esta nada mal a solo cuatro días de las elecciones.