Navarra Suma, en medio del embrollo de un macro Grupo Mixto ¿con JxCat y CUP?
La fragmentación política actual hace que 21 diputados no lleguen a formar un grupo propio, incluidos los ocho de JxCat al no haber superado el 15% preceptivo en dos provincias. Tienen que ponerse de acuerdo para registrarlo antes del martes. Y Navarra Suma, o UPN, está en el medio del embrollo.
Las formaciones minoritarias que han logrado escaño apurarán el plazo dado por la Mesa del Congreso para intentar evitar un Grupo Mixto muy sobredimensionado de 21 diputados, lo que está provocando tensiones entre ellos.
Ochos grupos son fijos ya: PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, PNV y EH Bildu. Pero al margen de los 329 diputados que reúnen quedan 21 más abocados al Mixto y además de tendencias políticas tan radicalmente contrarias como UPN y CUP. Un lío.
Las formaciones concernidas son: JxCat (8 escaños), Más País-Compromís (3), CUP (2), UPN (2), CC-NC (2) y BNG, Teruel Existe, PRC y Foro Asturias, uno cada una. UPN va por su cuenta en la medida en que los dos diputados de Navarra Suma son de esta formación: Sergio Sayas y Carlos García Adanero.
Cinco organizaciones políticas decidirán el martes si registran en la Cámara su propuesta para tener grupo parlamentario propio, un día antes de que acabe el plazo, han informado a Efe fuentes de estas formaciones.
UPN, Coalición Canaria (CC), Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y Teruel Existe aspiran a formar una suerte de grupo de ámbito «regionalista» en el Congreso. Es la diputada de CC, Ana Oramas, quien está liderando esta pretensión, pero choca con un problema que tiene en el epicentro a Navarra Suma.
El problema reglamentario de Navarra Suma
El reglamento del Congreso, artículo 23, establece que podrán constituirse en grupo parlamentario los partidos con más de 15 escaños o aquellos que, sobre un mínimo de cinco diputados, hubieran logrado superar el 15 por ciento del total de los votos en las circunscripciones en las que hayan concurrido.
También se abre una vía en el reglamento para aquellas formaciones que, a partir de cinco escaños, rebasaran el 5% de las papeletas a escala estatal.
Sin embargo, el texto que fundamenta las decisiones de la Mesa del Congreso indica acto seguido que «no pueden formar grupo separado» los diputados que en las elecciones pertenecieran a agrupaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado.
Esta apostilla complica sobremanera las pretensiones de Oramas y de los diputados de las otras cuatro formaciones que aspiran a integrar un grupo parlamentario propio, porque hay dos casos que colisionan contra dicho precepto: UPN, que se coaligó en las elecciones con PP y Cs en Navarra Suma, y la propia CC, ya que forjó coalición electoral con Nueva Canarias, también presente en el Congreso. Son partidos, por tanto, que no concurrieron en las elecciones del 10N en sus circunscripciones.
Las fuentes consultadas esperan que los precedentes ayuden a convencer a los nueve integrantes de la Mesa, que son los que tendrán que tomar la decisión tras los criterios que esgriman los letrados. La decisión llegará previsiblemente el jueves.
Según las fuentes de la Mesa consultadas por Efe, no hay predisposición por ahora. La mayoría del órgano que gobierna el Congreso se decanta actualmente por ser firme en el cumplimiento del reglamento.
Reconocen no obstante que existen antecedentes a los que pueden aferrarse los partidos de índole «regionalista», pues en ellos prevaleció la motivación política antes que la observación rigurosa del reglamento.
Uno es relativamente reciente: a UPyD, tras las elecciones de 2011, se le permitió tener grupo propio a pesar de que sus cinco diputados no alcanzaron el 5 por ciento de votos a escala estatal.
¿50 segundos para cada uno?
El reto es vital cara al día a día parlamentario. Para empezar, los tiempos de intervención en los debates que requieran posicionamiento, que podrían ser de 50 segundos, como advierte un diputado previsiblemente afectado.
Para continuar, los cupos de presentación de iniciativas para su debate en pleno se dilatarían en exceso.
Y para terminar, dos pérdidas más: de influencia, en la Junta de Portavoces, y de dinero, a través de las subvenciones.
Tener grupo propio supone la recepción, mes a mes, de una cuantía común de unos 29.000 euros y de otra variable en función del número de diputados.
¿Dos bloques? ¿Cómo?
La opción de la división en dos bloques casa mejor con el reglamento: sencillamente tendrían que agruparse 15 diputados.
Las fuentes de la Mesa indican que, si así ocurriera, es complicado presentar objeciones insalvables.
No obstante, hay muchos diputados que no están dispuestos a asumir el coste de unirse, aunque sea temporalmente, a formaciones independentistas como JxCat o la CUP, que también es muy reacia a ello.
Las distintas fuentes consultadas destacan que no han cesado los contactos para aligerar un Mixto que se antoja farragoso. Incluso mientras se sucedían las votaciones de la sesión constitutiva, el martes pasado, estos se produjeron.
La semana entrante se sabrá en qué acaban tantos contactos y qué decisión toma la Mesa.