Una falta estúpida de Nik Stauskas facilita la victoria del Madrid ante un desesperado Baskonia (70-69)
Después de que Shavon Shields haya conseguido empatar a 69 a falta de cuatro segundos, un imperdonable descuido del alero canadiense a Campazzo ha facilitado la victoria por la mínima del Real Madrid. Ha sido un partido tan irregular como emocionante, dirimido a favor de los de Pablo Laso por su dominio en el rebote ofensivo y su tino en los tiros libres. Enlace para mayor información estadística.
Hay partidos que los define una jugada. A veces, heroico, como el «dos más uno» de San Emeterio, o «The Shot» de Michael Jordan; a veces dramático, como el triple de Herreros. Y otras, patético, como la incomprensible falta de Nik Stauskas sobre Facundo Campazzo a falta de dos segundos, después de que una canasta de Shavon Shields haya arrancado un empate a 69 en un final de partido en el que los gasteiztarras han evidenciado sus muchas carencias y, al mismo tiempo su gran corazón.
Nunca va a tener Kirolbet Baskonia una oportunidad tan clara de ganar en la cancha del Real Madrid. Pero es que los gasteiztarras también distan de estar en sus mejores días. La escuadra baskonista ha desnudado todas las carencias madridistas, pero al final ha caído víctimas de las suyas propias, amén del talento de Facundo Campazzo y Trey Thompkins. Los pupilos de Pablo Laso han infligido la derrota al Baskonia merced a sus 16 rebotes en ataque, de modo que han podido superar su nefasto día en el tiro de tres, 6 de 26, empezando por un irreconocible Sergi Llull, que ha firmado una valoración de -7.
Cuando dos equipos en mal momento se cruzan, invariablemente uno debe sacar ventaja a costa del otro. Una afirmación tan de Pero Grullo ha sido la previa más importante del duelo entre el Real Madrid y Kirolbet Baskonia, en el que los parciales y las rachas han encontrado la respuesta en cosa de pocos minutos, algo normal en casos como este y en el que se ha decidido todo en un cara a cruz. Y por desgracia, cuando el partido iba a caer en prórroga y con opción de arrancar la novena victoria de esta Euroliga, una estupidez de Nik Stauskas –porque no cabe lugar ni a la duda, porque el de Ontario ha ido ex profeso a hacer personal a Campazzo– ha marcado el devenir del partido... Y quién sabe si el de Stauskas.
Recursos en el baúl
El 9-2 con el que ha empezado el partido invitaba a la derrota por paliza, pero Kirolbet Baskonia ha sabido encontrar recursos para contrarrestar el buen arranque merengue. Youssoupha Fall ha vuelto a ser mejor que Tavares y Micheal Eric ha tenido muy buenos minutos, sobre todo en ataque e intimidación. Más aún los gasteiztarras se han adelantado 14-19 y han conseguido llegar al descanso con 37-38 a su favor. Ahí se han desnudado las carencias en el tiro de un Real Madrid con un bajón de juego muy serio.
Sin embargo, a partir del descanso el juego gasteiztarra se ha desenchufado. Las pérdidas han empezado a caer con asiduidad, y entre Campazzo y Thompkins el Real Madrid ha empezado a tomar una ventaja y a sentirse cómodo.
Por fortuna, Ivanovic ha dado la alternativa a Christon y Dragic, que por fortuna han respondido. Asimismo, la intimidación y seriedad de Diop ha logrado cerrar la zona. Gracias a ello, el Baskonia ha aguantado el chaparrón, pero con un debe tremendo en el rebote de ataque. Además, Campazzo ha sabido eliminar por faltas a un novato Christon. Sea como fuere, el Real Madrid, pese a adelantarse 68-65 a falta de 27 segundos, no ha evitado la reacción baskonista, que ha aprovechado bien sus tiempos muerto para igualar a 69.
Todo apuntaba a la prórroga, porquer además el saque madridista ha sido en corto. Y, sin embargo, Stauskas ha condenado el trabajo de sus compañeros y el suyo propio con un error indigno de un jugador de su nivel, que ha terminado condenando a su vez al Baskonia.