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Drástica reducción de la contaminación del aire en las capitales de Hego Euskal Herria

El confinamiento decretado por Madrid para frenar la expansión del coronoravirus ha provocado un drástico descenso en la contaminación del aire urbano de las cuatro capitales de Hego Euskal Herria.

Calles vacías en Donostia. (Jon URBE/FOKU)

Ekologistak Martxan ha advertido de que la contaminación del aire urbano de las cuatro capitales de Hego Euskal Herria ha caído de forma drástica durante la segunda mitad del mes de marzo, una quincena marcada por el confinamiento decretado por el Gobierno español para evitar la expansión del coronavirus.

Así lo constata un informe en el que se analizan los datos oficiales recogidos en 125 estaciones de medición repartidas en 24 ciudades de la península durante el mes de marzo de 2020 y de los diez años anteriores. «Presenta, por lo tanto, una foto fija de la calidad del aire urbano en el último mes, antes y después de la declaración del estado de alarma y las medidas de confinamiento», ha señalado la asociación.

Se evidencia que desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo se ha producido una reducción de los niveles de contaminación atmosférica por dióxido de nitrógeno en las principales ciudades, en comparación con el promedio del mismo periódo de los diez años anteriores, «reducción que se ha cuantificado en un 55% de los niveles de contaminación habituales en estas fechas, durante la última década».

Y los datos de Hego Euskal Herria «no escapan de esta realidad». El descenso de los niveles de contaminación ha sido del 40% en el caso de Bilbo, del 49% en Iruñea, del 41% en Donostia y del 54% en Gasteiz.

«La mejora de la calidad del aire está siendo general, tanto en los centros de las ciudades como en las periferias urbanas, al igual que son generales las medidas de limitación de la circulación adoptadas. Si bien persiste una cierta diferencia entre la contaminación registrada, mayor en las estaciones orientadas al tráfico que en las de fondo urbano», ha indicado Ekologistak Martxan, que ha insistido en que los datos «se mantienen además muy por debajo del valor límite y la guía anual de la OMS»

Ha recordado que el dióxido de nitrógeno es el contaminante típico emitido por los tubos de escape de los automóviles, además de por las calderas industriales y domésticas, «por lo que su evolución está directamente ligada a las emisiones del tráfico motorizado, siendo el principal factor que influye en la calidad del aire urbano».

Una amenaza para la salud

Cabe recordar que se trata de un gas que provoca cada año alrededor de 7.000 muertes prematuras en el Estado español, según el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente. «Es un gas irritante que agrava las enfermedades respiratorias y merma la resistencia a las infecciones, por lo que su drástica reducción es una buena noticia, en el contexto de emergencia sanitaria», ha indicado la asociación.

«En definitiva, esta dramática situación creada por la pandemia del coronavirus viene a corroborar algo en lo que viene insistiendo Ecologistas en Acción y toda la comunidad científica: que la reducción del tráfico motorizado en las ciudades tiene claros efectos en la disminución de la contaminación, lo que a su vez supone una importante mejora de la salud pública», ha apuntado.

Y ha señalado que «una vez se salga de esta dura crisis, del confinamiento y las limitaciones a la circulación de las personas, esta constatación debería marcar las políticas de movilidad urbana, implantando zonas de bajas emisiones ambiciosas, recuperando el transporte público y potenciando la bicicleta y el tránsito peatonal, como medios de transporte alternativos al vehículo a motor privado».