Etxerat remarca que en el contexto actual es aún más urgente liberar a los presos enfermos
El colectivo de familiares se congratula por la concesión de la libertad condicional al durangarra Gorka Fraile, mientras que muestra su indignación por la negativa recibida por Josu Urrutikoetxea.
Etxerat ha remitido sendas notas en las que evalúa las decisiones adoptadas respecto a Gorka Fraile y Josu Urrutikoetxea –ambos con graves enfermedades–, después de que el primero, que estaba encarcelado en el Estado español, haya recibido luz verde a su libertad condicional, algo que se le ha denegado al segundo, preso en una cárcel francesa.
Etxerat ha indicado que, tras la salida del preso de Durango, hay diecisiete prisioneros vascos con enfermedades graves e incurables, cuatro de los cuales prefieren no hacer pública su identidad. «En este contexto de emergencia en el que debe prevalecer el derecho a la salud, reiteramos la necesidad de excarcelación de los gravemente enfermos, mayores de 70 años y quienes están en situación de acceder a la libertad condicional, así como de quienes han salido ya de permiso por aplicación del tercer grado», apunta el colectivo de familiares.
En las notas también se subraya que Urrutikoetxea continúa «encarcelado en La Santé, prisión en la que se han detectado al menos 19 casos positivos de coronavirus», y su salida «contaba con el beneplácito del director médico del centro». Por ello Etxerat considera «un verdadero escándalo» la negativa y vuelve a exigir la libertad tanto de él como de Jakes Esnal, Gurutz Maiza Artola, Jon Parot, Xistor Haramboure, todos con más de 65 años de edad y tres de ellos –Maiza, Haramboure, Urrutikoetxea– con «patologías que los hacen extremadamente vulnerables al covid-19». Asimismo, recuerda el caso de Ibon Fernández Iradi, «que padece esclerosis múltiple y también debe ser excarcelado».