INFO

Alemania empieza a levantar restricciones tras anunciar un descenso en la cifra de contagios

Alemania empezará a dar este lunes los primeros pasos hacia lo que se ha llamado «una nueva normalidad» en tiempos del coronavirus. Relajará algunas de las medidas restrictivas, muy inferiores a las que sufrimos en Euskal Herria, tras anunciar 2.458 contagios, la cifra más baja de los últimos cuatro días, y 184 muertes que amplían la cifra oficial a 4.294.

Una imagen de este sábado de Berlín, donde se permite salir con las personas con las que se convive o un amigo. (David GANNON/AFP)

Alemania no vive un confinamiento como el que sufrimos en Euskal Herria, ya que en todo momento ha permitido salir a la calle a todos los que conviven juntos en una vivienda sin contactar con otras personas, hacer deporte o pasear acompañado de una única persona con la que no se conviva.

También se ha permitido a los Estados que la forman implementar sus medidas en función de la realidad de cada uno sin que el Gobierno presidido por Angela Merkel haya centralizado todo el poder e impuesto su criterio como hace el Gobierno español con las instituciones autonómicas.  

Con sus restricciones, con la mejor sanidad europea y la realización de más test que ningún otro país para detectar hasta los casos asintomáticos, sus contactos y aislarlos, Alemania presenta la menor tasa de letalidad por casos confirmados y por población entre los países europeos.

Con sus 83 millones de habitantes, Alemania contabiliza 139.000 personas contagiadas y 4.294 fallecimientos, según el último balance de este domingo publicado por el Instituto Robert Koch, la agencia gubernamental alemana encargada del seguimiento de las enfermedades contagiosas.

Apertura de algunos negocios

Con estos datos Alemania empezará este lunes a levantar algunas de sus restricciones. Los comercios con una superficie de hasta 800 metros cuadrados podrán abrir otra vez las puertas en algunos estados federados. El plan incluye la reapertura de librerías y puntos de venta de automóviles y bicicletas.

Otros, en el marco del orden federal alemán, tardarán un poco más. Las peluquerías se preparan para abrir el 4 de mayo y los colegios a partir de la próxima semana abrirán paulatinamente sus puertas, aunque con restricciones.

En Berlín, por ejemplo, el lunes empezarán los exámenes para el último curso del bachillerato y el 4 de mayo volverán otros cursos en los colegios de forma escalonada y en grupos más pequeños que los habituales para mantener la distancia mínima de 1,5 metros entre los alumnos. En otros estados federados se tardará más.

La lucha contra la pandemia, como ha indicado la canciller Angela Merkel, no está ganada todavía, pero se ha logrado un objetivo intermedio de ralentizar el crecimiento de los contagios y que el avance de las infecciones no ponga en jaque las capacidades del sistema sanitario.

El comienzo del relajamiento de las medidas da paso a un nuevo capitulo de la lucha que empezó para Alemania el 27 de enero, cuando se reportó el primer caso confirmado.
Sin embargo, la verdadera llegada de la epidemia tuvo lugar un mes más tarde cuando se dieron nuevas infecciones de los estados de Baviera, Baden-Württenberg y Renania del Norte Westfalia.

Las primeras medidas restrictivas a nivel federal se tomaron el 8 de marzo, al impedir reuniones de más de 1.000 personas, y se reforzaron luego el 16 y el 23 del mismo mes.

Las medidas y su eficacia

El paquete de medidas del 23 de marzo, en el que hay algunas diferencias en su aplicación en los diversos estados federados, es el que ha regido desde entonces y, según los expertos, ha contribuido a contener la epidemia. En Alemania las restricciones han sido menores que en la gran mayoría de los países. La expresión clave ha sido «reducción de contactos».

Siempre se ha podido salir, pero solo con la gente con la que se vive bajo el mismo techo o en grupos de no más de dos personas, no solo a hacer compras sino incluso a pasear o a hacer deporte al aire libre.

Se pide en general mantener una distancia de por lo menos 1,5 metros frente a otras personas y esa medida seguirá vigente, lo mismo que la prohibición de andar en grupos grandes.

El factor de reproducción de la enfermedad (R) es actualmente 0,7, lo que significa que cada persona contagiada lo transmite a 0,7 personas, después de haber estado por encima de 5 a comienzos de la epidemia.

A comienzos de marzo el valor de R era 3, el 8 de abril 1,3 y el pasado martes 1,2. Sin embargo, el objetivo es reducir ese factor aún más y, ante todo, evitar que repunte ya que si subiera a 1,1, según cálculos del Gobierno alemán, el sistema sanitario podría verse saturado en octubre. Por eso la relajación de las medidas será a cuentagotas y muchas cosas seguirán restringidas.

Las limitaciones que permanecen

El primer ministro bávaro, Markus Söder, ha dicho que no se imagina que este año pueda celebrarse la tradicional Fiesta de la Cerveza de Múnich en otoño. Los certámenes con asistencia masiva seguirán prohibidos al menos hasta el 31 de agosto y no se puede descartar que la vigencia de la medida se prolongue.

Hay cosas que no volverán a ser como antes hasta que se encuentre una vacuna contra el virus, con lo que la nueva normalidad estará llena de medidas de precaución. En Sajonia se impondrá la obligación de usar mascarillas en las tiendas. En otros estados federados se recomienda hacerlo sin que sea de momento obligatorio.

No se trata, se ha dicho insistentemente, de una carrera de velocidad, sino de un maratón. Y, pese a los avances, la situación, ha dicho la canciller Angela Merkel, sigue siendo frágil. Algunos sectores productivos no están satisfechos, pero entidades como el Instituto de Macroeconomia han advertido de que una apertura demasiado rápida podría traer una recaída que a la larga sería perjudicial para la economía.