Boeing rompe el acuerdo que había alcanzado con la brasileña Embraer
El gigante aeronáutico estadounidense Boeing ha anunciado este sábado que ha rescindido un acuerdo para crear dos negocios conjuntos con la brasileña Embraer, uno de aviación comercial y otro de desarrollo de mercados para el carguero militar C-390, por no cumplirse las «condiciones necesarias».
La compañía Boeing ha indicado en un comunicado que ha «ejercido sus derechos» a rescindir el acuerdo porque Embraer «no cumplió las condiciones necesarias» dentro de un plazo límite que venció este viernes, pese a que la colaboración había recibido la «aprobación incondicional» de todos los reguladores implicados excepto la Comisión Europea.
Un memorando de entendimiento, firmado en julio de 2018, estipuló que Boeing tomaría el control del 80% del capital del nuevo grupo. El 20% restante habría permanecido en propiedad de la empresa brasileña.
La transacción debía finalizar el 24 de abril y Boeing «ejerció su derecho a finalizarla siempre que Embraer no cumpliera con las condiciones necesarias. Boeing trabajó diligentemente durante más de dos años para finalizar su transacción con Embraer. En los últimos meses, hemos tenido negociaciones productivas pero en última instancia infructuosas sobre ciertos términos del acuerdo que no se han cumplido», justificaba Marc Allen, responsable de la asociación con Embraer en Boeing, sin proporcionar detalles sobre los criterios faltantes.
Los dos grupos podían prolongar las negociaciones, pero finalmente se dieron por vencidos. Actualmente, Boeing atraviesa un difícil momento, entre los reveses del 737 MAX, parado durante más de un año después de dos accidentes cercanos que mataron a 346 personas, y la crisis de salud global que ha afectado duramente al sector de la aviación.
El plan de fusión se anunció unos días después de la entrada en vigor de la asociación entre Airbus y la compañía canadiense Bombardier, que permitió a los europeos tomar el control del programa de aviones de medio recorrido de CSeries.
La transacción permitía a Boeing competir con su rival europeo en el segmento de aviones regionales. Al mismo tiempo, Embraer se beneficiaba del acuerdo comercial.
El proyecto de fusión había recibido luz verde de todas las autoridades involucradas, excepto de la Comisión Europea. Sin embargo, las dos compañías planean, según Boeing, «mantener su acuerdo existente, firmado en 2012 y extendido en 2016, para comercializar y apoyar conjuntamente el programa del avión de transporte militar C-390».