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La oposición marca límites al Gobierno francés en su plan de desescalada

Aunque el Gobierno francés cuenta con mayoría suficiente en la Asamblea para sacar adelante este miércoles la prórroga del estado de emergencia, lo hará entre críticas crecientes de una oposición que, como ha mostrado en el Senado, le empieza a marcar límites y le exige cambios.

El presidente francés, Emmanuel Macron, en una visita a una escuela. (Ian LANGSDON/AFP)

El presidente francés, Emmanuel Macron, tendrá que apoyarse en su mayoría parlamentaria en la Cámara Baja para prolongar el estado de emergencia sanitaria hasta finales de julio, después de que la oposición se haya mostrado contraria a otorgarle todos los poderes solicitados para pilotar la desescalada.

Después del simbólico aviso de ayer, en el que el Senado no avaló la estrategia de desescalada del Gobierno francés, la Cámara Alta, donde el partido de Macron es minoritario, ha introducido este martes enmiendas al proyecto de ley que el miércoles llegará a la Asamblea Nacional.

Estas enmiendas avanzan la beligerancia que exhibirá la derecha y la izquierda en el debate y muestra que Macron ya no cuenta con apoyos fuera de su partido, La República en Marcha (LREM), para sacar adelante nuevas prórrogas.

El Ejecutivo ha solicitado alargar el estado de emergencia sanitaria hasta finales de julio, un tiempo que considera necesario para llevar a cabo la desescalada de forma paulatina a fin de minimizar los riesgos de un rebrote de la pandemia, que ha dejado en el país más de 25.000 muertos y 130.000 personas contagiadas.

La derecha pide una fecha final

En la Cámara Baja, el Gobierno goza de una amplia mayoría que le permitirá sacar adelante sus planes frente a una oposición que le acusa de excederse en la prolongación de una situación que le otorga ciertos poderes sin control parlamentario.

«El estado de emergencia no puede prolongarse de forma indefinida. Estamos en una situación irregular del funcionamiento de la democracia, hay que ponerle fecha de caducidad», opina la vicepresidenta de la Asamblea, Annie Genevard de Los Republicanos (LR).

El partido derechista ya ha mostrado en el Senado, donde tiene mayoría, que no van a dar carta blanca al Ejecutivo.

La Cámara alta  limitó esta nueva prórroga hasta el 10 de julio, se eliminó la responsabilidad penal de cargos públicos y empresarios en los contagios que puedan llevarse a cabo durante la desescalada y se vetó el recurso a tecnologías digitales de seguimiento de enfermos.

«Esas serán también nuestras líneas rojas en la Asamblea Nacional. Si no se aceptan, votaremos en contra», ha advertido Genevard.

La diputada asegura que su partido no está en contra de la prolongación del estado de emergencia, pero no lo apoyarán una vez más a cualquier precio. «Admitimos el principio de que tiene que ser ampliado un poco, unos dos meses. Después, habrá que ver cómo está la situación sanitaria del país», señala.

Comparaciones con Alemania

En los últimos días, su partido ha elevado el tono de la crítica al Ejecutivo por la gestión de la crisis del coronavirus y considera que no se ha preparado bien la fase de desescalada.

«Lo que hacen falta ahora son mascarillas, test y confianza. El Gobierno no ha abordado estas cuestiones. La situación en Francia es peor que en otros países europeos», asegura Genevard

El presidente de su partido, Christian Jacob, fue más lejos durante la sesión de control al Gobierno y recordó que el Estado francés «tiene el triple de muertos que Alemania con el mismo número de contagios».

«Nuestro PIB cae mucho más deprisa que el de la mayor parte de nuestros vecinos», señaló Jacob, que indicó que los ciudadanos de otros países juzgan mejor la acción de sus gobiernos que los franceses la del suyo.

El primer ministro, Édouard Philippe, encargado de darle la réplica afirmó que las comparaciones tendrán que hacerse cuando se tengan todos los datos de todos los países.

Además, aseguró que «la comparación con otros países no es en todos los puntos desventajosa para Francia» y puso el ejemplo de Italia, «que tuvo que efectuar una terrible selección de enfermos que entraban en reanimación», algo que «no se hizo en Francia».

Además, aseguró que su Gobierno ha otorgado más ayudas sociales que ningún otro a través de un sistema «infinitamente más eficiente y generoso que el puesto en marcha en Reino Unido, en España, en Italia, en Alemania, en Estados Unidos y en cualquier otro lugar».

«No digo que sea perfecto, pero ningún país ha hecho tanto. Podemos estar orgullosos, deberíamos defenderlo y no señalar solo los errores», agregó.