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El ministro surcoreano de Unificación presenta su dimisión por la escalada de la tensión

El ministro de Unificación de Corea del Sur, Kim Yeon Chul, ha presentado este miércoles su dimisión por la escalada de tensiones con Corea del Norte, si bien no está claro por el momento si el presidente, Moon Jae In, la aceptará.

Soldados surcoreanos en la ciudad fronteriza de Paju. (JUNG YEON-JE/AFP)

«Siento no haber cubierto las demandas y expectativas de nuestro pueblo en favor de la paz y la prosperidad en la península de Corea», ha lamentado en declaraciones a los medios al anunciar su decisión, según la agencia Yonhap. Kim ejerce como ministro de Unificación desde abril de 2019.

La ruptura de relaciones entre Pyongyang y Seúl se hizo evidente este martes con la destrucción de la oficina de enlace en territorio norcoreano. Corea del Norte llevó a cabo esa acción tras romper las comunicaciones como respuesta al lanzamiento de propaganda en la frontera.

Las autoridades de Corea del Norte han anunciado este miércoles la reanudación de las maniobras en las áreas fronterizas desmilitarizadas de Kaesong y Kumgang, a lo que Seúl ha respondido advirtiéndole de que «pagará el precio» de cualquier tipo de medida militar.

En un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA, Kim Yo-jong, hermana del líder Kim Jong-un, ha rechazado el envío de delegados sureños al Norte –una oferta que Seúl aún no había hecho pública– para dialogar y tratar de desactivar la tensión.

Kim Yo-jong, asegura la nota, «hizo saber nuestra postura de que rechazamos de plano la propuesta siniestra y carente tacto».

KCNA ha publicado a su vez otro comentario en el que Kim Yo-jong ha calificado de «repugnante» un discurso pronunciado el lunes por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, con motivo del 20 aniversario de la primera cumbre intercoreana en el que instó al Pyongyang a no dar marcha atrás en el acercamiento.

Kim ha asegurado que las palabras de Moon estaban cargadas de excusas y que no se disculpó por el envío de panfletos de propaganda contraria al régimen por activistas desde el Sur, motivo por el cual Pyonyang asegura que ha optado por cortar lazos con Seúl, al que ya la semana pasada calificó de «enemigo».