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Con la pandemia fuera de control en el sur y oeste de EEUU, Texas frena la reapertura económica

La pandemia parece fuera de control en Estados Unidos, que sigue sin alcanzar un «pico» en las gráficas de contagios. La tendencia se debe sobre todo a estados del sur y oeste. Mientras la ciudad de Nueva York avanza en la desescalada, Texas da marcha atrás en la activación económica.

Test de coronavirus sin bajar del coche, en Tampa, Florida. (Octavio JONES/AFP)

El número de nuevos casos de covid-19 en Estados Unidos ha llegado esta semana a cifras comprables a los peores momentos vividos el pasado mes de abril, con una pandemia que parece fuera de control, sobre todo en los estados del sur y el oeste.

Contrariamente a Europa, EEUU no ha alcanzado el «pico» en la cifra de contagios de su primera ola. Aunque la enfermedad comenzó a extenderse más tarde que en Europa, el incremento no ha parado.

El pasado mes de abril, el número diario de casos confirmados sobrepasaba los 30.000; luego la cifra se estabilizó en 20.000 al día en mayo, antes de remontar de nuevo por encima de 30.000 durante varios días.

En comparación, la UE, que conoció un pico de casos similar, registra hoy alrededor de los 4.000 nuevos contagios por día. Otro indicador inquietante es el número de fallecimientos por covid-19 diarios. Después de la primera reducción en dos meses, se ha estabilizado en torno a los mil diarios.

Estados Unidos ha sumado este miércoles unos 36.000 nuevos contagios de coronavirus Es el país del mundo más afectado por la pandemia con 2.388.865 casos confirmados y 122.071 muertes, más del doble del segundo, que es Brasil, según la Universidad Johns Hopkins.

La causa no es solo el aumento en el número de test, como afirma el presidente, Donald Trump. El número de casos aumenta en algunos estados muy por encima del ritmo de pruebas realizadas. En Florida, de hecho, han aumentado los contagios con una reducción de test.

Diferencias regionales: Nueva York, empieza a abrir

Con todo, las cifras globales estadounidenses ocultan dos tendencias distintas. En las zonas a las que la pandemia llegó antes, sobre todo el noreste y Nueva York, el coronavirus parece bajo control y  la curva de infecciones se asemeja a la europea.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ha afirmado este jueves que espera que la ciudad pueda entrar en la fase 3 de la desescalada el próximo 6 de julio, permitiendo a los restaurantes, que con la entrada de la fase 2 el pasado lunes reabrieron las terrazas, ofrecer mesas a sus clientes en el interior y se autorizará también el regreso de negocios de cuidado personal como los salones de belleza, centros de manicura o lugares de masaje. Asimismo, se volverá a permitir el juego de deportes en equipo en exteriores.

Pero en el sur y el oeste del país, el virus sigue aumentando los contagios en estados como Arizona, Florida, Texas, incluso California, que había decretado un confinamiento.

En estos estados también ha aumentado el número de hospitalizaciones.

Las diferencias geográficas lo son también a la hora de respetar las recomendaciones, como el uso de la mascarilla, menos habitual en los estados ahora más afectados que en ciudades como Washington.

La brecha geográfica se superpone con otra brecha política, ya que los estados del sur están generalmente gobernados por republicanos que, como el presidente, minimizan la pandemia.

Texas frena la reapertura

Pero algunas actitudes empiezan a cambiar, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, , que había comenzado a reabrir la actividad económica, ha ordenado este jueves frenar el proceso debido al récord registrado en el número de hospitalizaciones y contagios confirmados de covid-19.

«Lo último que quiero hacer como estado es dar marcha atrás y cerrar los negocios. Esta pausa temporal ayudará a nuestro estado a controlar la expansión hasta que seamos capaces de entrar en la siguiente fase de la apertura económica de nuestro estado», ha indicado Abbot.

El repunte se concentra en las áreas metropolitanas de Houston y Dallas, y en ciudades como Austin, San Antonio y El Paso.
 
Texas, uno de los estados más poblados de EEUU con 29 millones de habitantes, ha reportado este miércoles 5.500 contagios confirmados de covid-19 y cuenta con 4.389 pacientes hospitalizados frente a los 2.793 de hace una semana, según datos del Departamento de Salud estatal.

Abbott ha reconocido que el estado se enfrenta a «un brote masivo de coronavirus».

Florida, sin control

También está descontrolada la pandemia en Florida, con 5.004 personas contagiadas más este jueves y 46 fallecidos en las últimas 24 horas.

En la última semana se ha visto un repunte de casos diarios y hoy es el segundo día que supera los 5.000, mientras que la tasa de positivos alcanzó el 6,8 %. Los hospitales de Florida están con el 76,47% de ocupación y el 22,21% de disponibilidad de las UCI.

El epicentro del virus continúa en el sureste del estado, en los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, aseguró que el repunte se debe en parte es por al «aumento en las pruebas realizadas y el contacto comunitario entre jóvenes».

El estadio Hard Rock de Miami Gardens, donde los Dolphins de la Liga Nacional de Fútbol (NFL) disputan sus encuentros y convertido en un centro de pruebas, amaneció por segundo día consecutivo con centenares de vehículos esperando por el test.

A la vez, pese a la reactivación económica desde el pasado 5 de junio, las peticiones de desempleo vuelven a aumentar. Esta semana se registraron 93.394 nuevas peticiones de desempleo en Florida, 5.246 más que la semana anterior.

La cadena de tiendas de ropa Macy's ha anunciado este jueves el despido de 3.900 trabajadores, lo que supone el 3 % de su equipo en todo el país.