La delegación vasca constata el «riesgo grave para el proceso» tras su reunión en París
La delegación vasca, que el lunes mantuvo una reunión con el Ministerio francés de Justicia, ha emitido hoy un comunicado en el que resalta que las últimas decisiones que emanan de los tribunales «implican un riesgo real para el proceso de paz». En tono grave, constata «el agotamiento de un ciclo» y advierte de la necesidad de perfilar otra estrategia para «romper el muro que hoy bloquea el camino» avalada por la mayoría social y política de Ipar Euskal Herria.
La reunión mantenida el lunes con el Ministerio de Justicia francés no arrojó avances y el tono del comunicado emitido hoy por la delegación vasca no ofrece dudas sobre el «momento grave» que atraviesa el proceso de diálogo que, tras meses en suspenso, se ha retomado esta semana.
La actitud de la Fiscalía Antiterrorista de recurrir la liberación acordada por el juez para Jakes Esnal, un preso con 30 años de cárcel a sus espaldas, y el criterio del mismo Ministerio público, seguido en ese caso por el juez, de volver a encarcelar al militante iruindarra Mikel Barrios, desde 2018 en libertad condicional, «ponen en grave riesgo el proceso», a juicio de la delegación vasca.
El grupo integrado por electos y miembros de la sociedad civil remarca que en la reunión se expresaron «de forma clara y firme sobre la necesidad de superar el actual bloqueo, ya que la credibilidad misma del proceso está en juego», y añade que sus interlocutores les escucharon pero «no dieron ninguna señal que apunte a un cambio de rumbo en la política penal concerniente a los presos vascos».
La actitud de la Fiscalía, dependiente del Gobierno, hace pensar a la delegación en una falta de voluntad política a la vista de esa falta de un encuadre global que permita desatascar los casos pendientes, sin dejar por ello de valorar los avances conseguidos, principalmente con los acercamientos de presos, en los dos últimos años.
«La reunión era necesaria y no tardaremos en saber si ha tenido resultado», completa la delegación que, en la línea de lo apuntado en sus últimas comparecencias públicas, remarca que «es evidente que estamos al final de un ciclo» y considera que, para que el proceso que se puso en marcha en octubre de 2011, con la Conferencia de Aiete, pueda llegar hasta sus últimas consecuencias, «habrá que abordar una nueva estrategia, que no pasa por seguir andando, sino más bien por romper los muros que bloquean el camino».
Contra el sabotaje al proceso de resolución
Tras reclamar que «no se sabotee el proceso de paz» y no sin antes recordar al presidente francés, Emmanuel Macron, su compromiso de acompañar el proceso vasco para «que la historia no se repita», la delegación llama a la sociedad vasca a abordar los nuevos desafíos «todos unidos y desde el respeto a la pluralidad».
La primera cita de una nueva etapa de movilización se dará este mismo sábado en Donibane Lohizune, donde se desarrollará una cadena humana en la que el ruido de las cacerolas dará a entender que hará falta subir el tono para que se abran los oídos en París.