Bizkaia y Araba priorizarán los paseos terapeúticos y mantendrán ciertas limitaciones en las visitas
Bizkaia y Araba han redactado las ordenes que regulan las salidas y las visitas a los centros residenciales, golpeados por el covid-19 durante la segunda oleada de la pandemia. Este martes fallecieron dos personas con coronavirus usuarias de las residencias de la CAV, una en Gipuzkoa y otra en Araba.
Las diputaciones de Bizkaia y Araba han redactado las ordenes forales que regulan las salidas y visitas de familiares y personas allegadas en centros residenciales de personas mayores en situación de dependencia y personas con discapacidad del herrialde. En el caso de Bizkaia la norma entrará en vigor este jueves, y en el de Araba lo hará este viernes.
La aprobación de estas ordenes tiene lugar un día después de que la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, anunciase en rueda de prensa la elaboración de un ‘Protocolo para la vigilancia y control del covid-19 en centros sociosanitarios’, un documento que, tal como reveló NAIZ este martes, fue publicado hace una semana.
La consejera rechazó dar detalles sobre el mismo en su comparecencia y remarcó que son las diputaciones las encargadas de definir el contenido del mismo, sin reparar en que la Ley de Servicios Sociales de la CAV indica que el Gobierno autonómico ostenta «la potestad reglamentaria en materia de servicios sociales».
«Y en particular la ordenación de los servicios sociales, regulando la autorización, el registro, la concertación, la homologación y la inspección de centros y servicios, así como los requisitos materiales, funcionales y de personal para su autorización y funcionamiento», tal como dicta la ley.
Sin embargo, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha dejado en manos de las diputaciones la elaboración de las ordenes, que, en el caso de Bizkaia, establecen que los usuarios de residencias podrán salir de paseo, por el entorno del centro residencial y acompañados preferiblemente por el mismo familiar o allegado.
En cuanto a las visitas, la Diputación mantendrá el actual régimen. Eso significa que quedarán limitadas a una persona por residente, que podrá realizar, al menos, dos visitas por semana, de una hora de duración máxima cada una.
Cabe señalar que la Diputación considera «fundamentales» las visitas para el bienestar emocional de las personas residentes; y señala que «del mismo modo, y atendiendo a la evidencia científica disponible hasta la fecha y los protocolos de vigilancia epidemiológica actualizados, las visitas deben ser complementadas con salidas, materializándose prioritariamente como paseos terapéuticos».
Asimismo, incide en que «cada centro residencial elaborará un documento con el protocolo detallado para las salidas y visitas, adaptado a la estructura y características concretas del centro, conteniendo las medidas necesarias para evitar la transmisión del virus entre la persona visitante y la residente, y a la inversa».
Dos fallecidos
En el caso de Araba, el Gobierno foral flexibiliza el régimen de visitas y salidas de las residencias de mayores en aspectos como la frecuencia y el número de personas que pueden acompañar a los residentes.
En el caso de las visitas a los residentes, aunque seguirán estando limitadas, preferiblemente a una persona, se establece como novedad que cada usuario podrá recibir un mínimo de dos visitas semanales. En la orden de agosto no se establecían mínimos ni máximos para las visitas a residentes, una cuestión que quedaba en manos de cada centro en función de sus capacidades.
No obstante la duración de las visitas se ha reducido de dos horas a una. Desde la Diputación se ha explicado que, como ahora se ha fijado un mínimo de dos visitas a cada usuario, con esta limitación del tiempo de cada visita se pretende evitar «complicaciones» a la hora de organizar y preparar adecuadamente los espacios comunes en los que se desarrollan los encuentros entre los mayores y sus familiares.
En el caso de las salidas, en la norma todavía vigente se indica que los usuarios de las residencias pueden dar paseos terapéuticos en espacios abiertos en el entorno de estos centros. No obstante, esta posibilidad está limitada a los residentes en centros que carecen de jardines o patios, dado que los que se encuentran en residencias que sí disponen de estos espacios, no pueden salir del recinto.
Los datos indican que el covid-19 supone un grave problema en las residencias del herrialde. Basta con señalar que este martes perdió la vida un usuario de la residencia privada Orobide, en Zuia. Con él ya son diez los ancianos que han fallecido con coronavirus en las residencias durante la segunda ola.
En la actualidad hay 51 casos activos de covid-19 entre los usuarios de las residencias alavesas, 19 menos que este martes. Lo cierto es que desde el inicio de la segunda oleada de la pandemia un total de 60 usuarios y usuarias se han recuperado de la enfermedad. En cuanto a los trabajadores de los geriátricos, hay 56 empleados de baja por la covid, incluidas personas positivas y aquellas en cuarentena por ser contacto directo.
En Gipuzkoa también ha fallecido una persona persona con covid-19. Era usuaria del centro Santa María Magdalena de Hernani y tenía 99 años. Además, se ha detectado un nuevo positivo en el centro Mizpirualde de Bergara.
A día de hoy hay 51 casos positivos de covid-19 entre las personas usuarias de los centros residenciales de Gipuzkoa: Santa María Magdalena de Hernani (25), Sagrado Corazón de Errenteria (15), Alai-Etxe de Donostia (8) y Mizpirualde de Bergara (3).
Son doce las personas que requieren de atención hospitalaria y se encuentran ingresadas, y otras 23 están siendo atendidas en la planta social del Hospital de Eibar, en el centro de referencia para la atención de casos COVID-19 derivadas de las residencias de Gipuzkoa. Desde que se dieron los primeros positivos el pasado 11 de agosto, 18 personas mayores han superado la enfermedad y 21 han fallecido.
«En los próximos días»
La Diputación de Gipuzkoa ha publicado estos datos por la tarde, horas después de que haya comparecido en comisión la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, quien ha anunciado que «en los próximos días» se publicará la orden foral que recogerá las condiciones que deben darse tanto visitas como en salidas de las residencias.
Peña ha rechazado que existan discrepancias entre las decisiones adoptadas por las instituciones forales y el protocolo de Salud, y ha señalado que la Diputación ha pedido a los centros residenciales que elaboren sus planes de visitas para que sean inspeccionados.
Ha advertido de que las salidas de los residentes de los centros ha sido la «vía de contacto» del virus en los centros durante la segunda ola de la pandemia, y ha subrayado que la orden foral busca «un equilibrio entre blindar los centros de contagios y garantizar que la calidad vida y el bienestar de los mayores no se resiente».
«Por lo tanto, las salidas se podrán seguir realizando en las residencias en las que la situación epidemiológica lo permita, evitando los espacios cerrados y concurridos, priorizando el paseo, dos veces por semana y alrededor del centro, de una hora de duración y con acompañamiento de un máximo de dos personas por residente», ha añadido.