El virus entra en la residencia de ancianos de Azkoien en el segundo día de confinamiento
La residencia de ancianos San Miguel de Azkoien ha descubierto hoy ocho positivos, después de que se hicieran pruebas el jueves a todos los residentes. Ha sido un golpe duro, porque el centro había logrado mantener al coronavirus fuera durante toda la pandemia.
«Qué le vamos a hacer. Seguiremos adelante», comenta Maragarita Martínez, directora del centro en el que viven unos 60 ancianos. «Nos organizaremos y trataremos de pasar esto lo mejor posible. Siempre hay que mantener la esperanza alta».
Azkoien es la única localidad de Euskal Herria que se encuentra confinada perimetralmente, nadie puede entrar o salir de allí sin permiso de trabajo o por motivos sanitarios. Un brote comunitario muy potente, al parecer vinculado a las no fiestas de inicios de setiembre, ha dejado más de 200 casos en apenas diez días en la localidad y la mayoría de ellos siguen activos. Azkoien no llega a los 6.000 habitantes.
La residencia de ancianos había sido particularmente escrupulosa a a hora de mantener el virus fuera. Se cerró a las visitas desde agosto, cuando se tuvo noticia de que habían vuelto a aparecer casos en la localidad.
Al menos dos de las trabajadoras del centro dieron positivo en los últimos días, pero se encontraban de vacaciones, por lo que se tenía confianza en que no hubiera habido contagios en el interior. La directora del centro confirma que no se sabe aún cómo el virus ha podido contagiar a los residentes, pero que ya han activado todas las medidas de seguridad necesarias para atajar el brote.
La noticia de que el coronavirus ha logrado entrar en la residencia supone un duro golpe para unos vecinos que no pueden abandonar el casco urbano sin enfrentarse a multas de 3.000 euros.
El confinamiento de Azkoien, en principio, no se levantará hasta que el brote comunitario esté controlado.