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El Eibar celebra una victoria de locura en Valladolid (1-2)

Burgos de penalti en la primera parte y Kevin en el noventa han sentenciado un partido accidentado y con protagonismo arbitral. Diop ha dejado a su equipo con diez tras ver la roja directa en el 72. [Estadísticas del partido]

Burgos ha anotado el 0-1 de penalti mediado el primer tiempo. (Alberto SIMON/LOF)

El Eibar toma oxígeno. Y sube pulsaciones porque su primera victoria de la temporada ha llegado in extremis y en un partido muy accidentado. Un gol de penalti, otro fallado, otro anulado, dos expulsiones perdonadas, una roja directa… De todo ha pasado en Zorrilla, donde el choque se ha decidido en el minuto noventa.

La mañana ya se preveía rara en cuanto se ha conocido la alineación del Eibar. No tanto por los siete cambios que ha introducido José Luis Mendilibar –los mismos que Sergio–, ni siquiera porque se tratara de un once inédito. Pero es que reservaba todo tipo de sorpresas: cambio completo de la defensa –Kevin ha repetido titularidad pero jugando por delante de Soares–, Inui en la media punta… y Eñaut Mendia, que debutaba con el primer equipo, en banda derecha. El lazkaotarra no lo ha hecho mal, y de hecho la primera ocasión de peligro del partido ha pasado por sus botas, pero ha acabado un tanto sobrepasado, sobre todo tras cometer un penalti nada más comenzar la segunda parte.

Con esos mimbres, el Eibar ha disputado un primer tiempo bastante igualado, que se ha saldado con una ocasión –disparo raso de Sergio y remate de Orellana con paradas de Dmitrovic y Roberto– y un gol por bando. También con las dos primeras intervenciones decisivas de un árbitro que, a veces con acierto y otras con decisiones cuando menos discutibles, ha tenido más protagonismo del que le habría gustado.

En el 25, el primer córner forzado por el Eibar ha acabado con mano de El Yamiq. Una de esas manos que no parecen penalti pero se pitan, como lo ha hecho Díaz de Mera tras pasar consulta con el VAR. Burgos ha marcado el 0-1, dando comienzo al calvario de El Yamiq, que seis minutos más tarde ha visto la amarilla y sólo uno después debería haber visto la segunda por derribar a Muto cuando se iba solo al área en un contragolpe. Pero el árbitro, que ya le había perdonado una segunda amarilla a San Emeterio, ni siquiera ha pitado falta.

Sal en la herida, casi de inmediato ha llegado el gol del empate, con un buen balón de Nacho desde la izquierda que Toni Villa ha convertido en el 1-1.

La primera parte acababa mal y la segunda empezaba peor. Con un penalti, éste claro, de Eñaut al propio Toni Villa. El balón lo ha lanzado con fuera Sergi Guardiola pero la sensacional respuesta de Dmitrovic ha evitado el gol.

Igualado por tanto el marcador, como lo ha seguido el partido, aunque conforme transcurrían los minutos y pese a un susto a cargo de Guardiola, el Eibar ha empezado a apretar. Y ni siquiera la expulsión de Diop con una justificada roja directa –se lo tendrá que hacer mirar porque en tres partidos ha visto dos rojas y le han perdonado otra– a veinte minutos del final le ha frenado.

Tampoco otro error arbitral. En el 78, el colegiado ha pitado penalti por mano de Javi Sánchez para, posteriormente, a indicaciones del VAR, convertirlo en falta, ya que se había producido fuera del área. El problema es que el Eibar se ha quedado sin la ocasión clara de la que disfrutaba Kevin en esa acción y el autor de la mano sin amonestación. Poco ha faltado, en cualquier caso, para que la falta ejecutada por Kike con un disparo raso, se convirtiera en el gol de la victoria.

Que ha llegado, aunque se ha hecho esperar. En el 90, cuando sólo llevaba tres minutos sobre el campo, Arbilla ha enviado el balón desde la izquierda al segundo palo para que Kevin cabecease el definitivo 1-2.