La inacción de Lakua ante el avance del covid le pone en la lupa de la cita estatal del jueves
Ni el sábado ni el lunes se han cumplido los pronósticos sobre la reacción de las administraciones vascas ante el avance del covid-19. Si el sábado el Gobierno Urkullu se quedó por debajo del listón previsible, el lunes el Gobierno Chivite lo ha superado. Esto coloca a la CAV en posición sospechosa ante la reunión del Consejo Interterritorial de Salud este jueves. Y hay otros factores añadidos...
Este jueves va a ser un día clave en la reescalada frente al covid-19. El Gobierno estatal ha convocado al Consejo Interterritorial de Salud con la intención de evaluar la situación y coordinar medidas efectivas, después de que en la desescalada de junio se dejara la batuta en manos de las comunidades autónomas. La reunión estaba prevista en principio para el miércoles, pero se ha retrasado un día ya que mañana por la tarde el ministro Salvador Illa se reunirá con el de Universidades, Manuel Castells.
Tras el impasse de julio y agosto, con el avance del covid-19 desde mediados del verano las estrategias se han diversificado en setiembre, y octubre ya ha traído una intervención estatal en Madrid (estado de alarma) y un par de actuaciones tajantes por parte de dos autonomías (Catalunya y Nafarroa).
Los niveles de riesgo
El análisis se centrará en el documento elaborado el viernes por el Ministerio de Sanidad, que detalla al máximo la evolución de casos y atención hospitalaria. En base a los criterios objetivos fijados (incidencia acumulada en 14 y en 7 días, tasa de positividad, porcentaje de ocupación de camas total y UCI), Nafarroa figura en el nivel de «riesgo extremo» junto a Madrid, Castilla-León, La Rioja y Ceuta. Y la CAV está en el siguiente escalón, «riesgo alto», junto a Catalunya, Castilla La Mancha, Murcia y Melilla.
(Este cuadro del Ministerio refleja la evolución de los contagios, hasta el viernes)
Entre ese viernes y este jueves había tiempo para que las administraciones autonómicas hicieran su propia evaluación y tomaran medidas. Varias lo han hecho, con especial mención para Nafarroa, que ha determinado el confinamiento perimetral de todo el herrialde, el cierre total de la hostelería, la clausura de la actividad general a las 21.00 y la limitación de contactos en domicilios al ámbito convivencial. Catalunya ya había movido ficha antes. Como refleja este análisis de Aritz Intxusta, Nafarroa llegará a la cita de este miércoles como referencia de contundencia.
(evolución en Nafarroa y la CAV, en gráficos del Ministerio)
La CAV, a la cola
Frente a la actuación decidida, quizás impopular, del Gobierno Chivite, el de Urkullu se quedó el sábado muy corto respecto a lo previsto. Se daban por seguras medidas como el cierre del interior de los bares y la reducción de terrazas al 50%, pero la batería de acciones se limitó a establecer el tope de encuentros en seis personas, cerrar txokos o prohibir la competición deportiva no federada. Hubo un par de aspectos algo sonrojantes por su inocuidad, como el adelanto del cierre de bares a las 0.00 (anteriormente desde esa hora ya no se podía servir consumiciones) o el de los parques a las 23.00.
En comparación con las de su mismo tramo de riesgo, la CAV es la que menos medidas ha tomado, sobre todo en lo que se refiere a actuaciones «quirúrgicas» locales que se anunciaron cuando Urkullu tomó el «mando único» pero no se han implementado.El coordinador de Osakidetza, Ignacio Garitano, los ha descartado de momento considerando que no está probado que sean «útiles».
Castilla La Mancha ha impuesto restricciones concretas en capitales como Cuenca o Guadalajara y más contundentes en núcleos menores como Manzanares. Murcia ha optado por cierres perimetrales en Jumilla o Lorca, ciudad de 100.000 habitantes. Y lo aprobado en Catalunya ya hace una semana (cierres de bares, reducciones de aforos sustanciales, cierre de parques a las 20.00) se acerca realmente más a lo decidido en Iruñea, en el tramo de riesgo superior, que a lo de Gasteiz.
El factor rebote de Madrid
El Gobierno Urkullu llega a esta reunión con otro problema: el sábado contaba quizás con la tesis de que el Ejecutivo estatal seguiría dejando hacer a las comunidades, pero entre medio ha cambiado la pauta por la peculiar situación de Madrid.
Allí caduca el sábado el estado de alarma impuesto por Moncloa. Y no será renovado, dado que para ello el Gobierno Sánchez tendría que lograr el aval del Congreso y eso se antoja muy complejo. Así que Illa ha vuelto a la táctica inicial de buscar un consenso con el Gobierno de Díaz Ayuso en torno a las medidas. A la presidenta madrileña el giro sin duda le interesa: podrá vender como un triunfo que la alarma haya decaído. Este lunes ya ha habido una reunión técnica.
Al igual que ocurre con la tajante actuación de Chivite en Nafarroa, un acuerdo Estado-Madrid que mantuviera los confinamientos tendría el efecto de subir el listón de las medidas de control a nivel general, y ahí la inacción del Gobierno de Gasteiz volvería a quedar en entredicho. Si el Ministerio llega a la cita con la intención patente de homologar la situación, sin duda reclamará explicaciones a Lakua sobre por qué no hay actuaciones locales más allá de cribados masivos o qué motivo justifica que se mantengan casi intactas las medidas anteriores cuando el empeoramiento de datos esta última semana es patente.
Y, además, sin implementar
Un último detalle perverso es que las escasas medidas adoptadas por Lakua ni siquiera estarán vigentes ni tendrán fecha de arranque cuando se reúna este Consejo Interterritorial. El Gobierno Urkullu decidió esperar a que tengan el aval del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, a los que las medidas se le remitieron este lunes y que cuenta con un plazo de reflexión y decisión de 72 horas, que seguramente apurará.
Su estrategia contrasta aquí de nuevo con la de Nafarroa, donde María Chivite puso fecha a las restricciones en el mismo momento del anuncio: medianoche del miércoles al jueves. Cuando se reúna el Interterritorial, por tanto, Nafarroa ya estará cerrada preventivamente y la CAV seguirá igual que a estas horas.