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Joan Mir, el campeón inesperado pero merecido

El balear Joan Mir se ha proclamado campeón del mundo de MotoGP, su segundo título mundial (Moto3 en 2017), en la temporada más extraña que se haya podido vivir en toda la historia del Mundial de motociclismo como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Joan Mir celebra el campeonato de MotoGP. (Lluis GENÉ/AFP)

Joan Mir (Suzuki GSX RR) ha conseguido el título en el año del centenario de la marca de Hamamatsu, que antes hizo campeones del mundo a nombres míticos del motociclismo como el británico Barry Sheene, el único que lo logró en dos ocasiones (1976 y 1977), los italianos Marco Lucchinelli y Franco Uncini, y los estadounidenses Kevin Schwantz y Kenny Roberts júnior.

Joan Mir es el justo vencedor de una temporada en la que a las primeras de cambio ya quedó ‘fuera de juego’ el vigente campeón, el catalán Marc Márquez, lo que no resta un ápice de valor al título del piloto de Suzuki, con el que seguramente nadie contaba en la primera parte de la competición.

Joan Mir, nacido el 1 de septiembre de 1979 en Palma de Mallorca, se inició en las competiciones de motociclismo a los 10 años, entre los años 2009 y 2011 cuando disputó los campeonatos baleares de minimotos y minimotard, en las que se proclamó campeón en distintas categorías.

En 2013 fue el único piloto estatal seleccionado para participar en la copa de promoción "Red Bull Rookies Cup", que acabó en la novena posición ese primer año y fue subcampeón al siguiente para ya en 2015 correr su primer gran premio del mundial de Moto3, aunque solo fuese como sustituto del japonés Hiroki Ono en el Gran Premio de Australia dentro del equipo Leopard Racing.

Algo debieron de ver en el equipo que decidieron contar con sus servicios durante toda la temporada 2016 al manillar de una KTM con la que concluyó quinto el campeonato con una pole position en Austria, si bien al año siguiente cambiaron la moto austríaca por la japonesa Honda para conseguir el título mundial de manera magistral.

Ese año 2017 la actuación de Joan Mir resultó espectacular, con trece podios en 18 carreras y de ellos diez victorias, lo que le permitió proclamarse matemáticamente campeón precisamente en el Gran Premio de Australia, en el circuito de Phillip Island, donde ‘entró’ por primera vez en el Mundial al sustituir a Ono.

El campeonato le permitió dar el salto a Moto2 con el equipo Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, y aunque no logró ninguna victoria pero sí cuatro podios, hizo que se fijasen en él los responsables de Suzuki, que le pusieron sobre la mesa un contrato para ascender un año más tarde a MotoGP directamente como piloto oficial de fábrica.

Los dirigentes de la fábrica de Hamamatsu apostaron muy fuerte por el dúo Álex Rins y Joan Mir, quien desde los primeros instantes de competición no decepcionó por su rendimiento, al lograr en su primer año un total de diez resultados entre los diez primeros, con un quinto puesto en Australia como mejor resultado tras superar el fuerte accidente que sufrió en unos entrenamientos programados tras el Gran Premio de la República Checa en el circuito de Brno.

Ya en 2020 Joan Mir comenzó un poco con el pie izquierdo, pues no puntuó ni en Qatar ni en la primera carrera del Estado español, en el circuito Ángel Nieto de Jerez de la Frontera, escenario en el que en la segunda carrera consiguió la quinta plaza, que parecía enderezar el mal comienzo, pero un nuevo cero en la República Checa pareció alejarle nuevamente de la realidad, aunque si algo caracteriza a Joan Mir es su tesón y este le llevó a conseguir la segunda posición en la primera de las dos carreras en Austria.

Y, en la segunda, solo una bandera roja le privó de conseguir la anhelada primera victoria al no tener el neumático apropiado para la segunda salida, lo que a la postre le relegó a la cuarta plaza.

Pero la ‘remontada’ de Joan Mir había comenzado y, a partir de ese momento, salvo en la caótica carrera francesa como consecuencia de la lluvia, el piloto de Palma de Mallorca se abonó al podio, al que ha subido en seis ocasiones hasta el momento en esta temporada, con una magistral victoria en el Gran Premio de Europa, la primera de las dos carreras en el circuito Ricardo Tormo de Cheste.

En esta segunda ocasión y a pesar de los problemas que arrastró durante los entrenamientos, ha conseguido el objetivo que ni él mismo seguramente esperaba al comenzar la temporada pero con el que soñaba, proclamarse campeón del mundo de MotoGP merced a la séptima posición final que ha logrado este domingo.