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El partido de Gantz apoyará la disolución del Parlamento y acerca a Israel a otras elecciones

El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ha lanzado un órdago al primer ministro, Benjamin Netanyahu, con su apoyo a una moción de la oposición para disolver el Parlamento. Gantz presiona a Netanyahu para aprobar el presupuesto y acerca a Israel a las cuartas elecciones en dos años.

El líder de Azul y Blanco y ministro de Defensa israelí, Benny Gantz. (Jack GUEZ/AFP)

El socio del primer ministro Benjamin Netanyahu en el Gobierno de unidad de Israel, Benny Gantz, ha anunciado este martes su intención de votar mañana a favor de una moción de oposición que pide la disolución del Parlamento y la celebración de nuevas elecciones.

Al mismo tiempo, Gantz, actualmente ministro de Defensa, ha pedido a Netanyahu que «haga que el Gobierno apruebe el presupuesto para que los ciudadanos de Israel no terminen en las urnas en marzo».

La intención de Gantz puede no ser tanto la convocatoria de elecciones como la presión a Netanyahu para aprobar el presupuesto, dado que las encuestas no son favorables para su formación, Azul y Blanco, a la que los sondeos dan una cuarta posición.

Al anunciar su apoyo a la oposición, Gantz ha acusado al primer ministro de anteponer su interés personal ante el de Israel, y le ha instado a llegar a un compromiso para aprobar el presupuesto para 2020, con el que el Gobierno aún no cuenta, y para 2021.

De no aprobarse antes del próximo 23 de diciembre a medianoche, la Cámara quedaría automáticamente disuelta y se convocarían elecciones.

Crisis desde agosto

La crisis del presupuesto entre los dos socios de gobierno ya surgió en el mes de agosto y en el último momento se evitó la convocatoria de elecciones al posponerse hasta el 23 de diciembre el plazo para su aprobación.

Gantz exige que sea bianual –2020 y 2021–, como marca su pacto de coalición, pero Netanyahu lo quiere de un solo año. 

«El momento no es para elecciones, sino para la unidad», ha replicado Benjamin Netanyahu, unos minutos antes del discurso de Benny Gantz, diciendo que la clase política tenía que unirse ante la pandemia que hecho dispararse el desempleo en Israel.

Acusando al actual Gobierno de unidad de ser «el peor de la historia de Israel» y de no gestionar la crisis del coronavirus, el líder de la oposición, Yaïr Lapid, ha solicitado la celebración la votación para disolver la Knesset, el Parlamento israelí.

Margen para negociar

La disolución daría lugar a nuevas elecciones generales, las cuartas en menos de dos años.

Después de tres comicios que no permitieron a ninguno de los dos reunir una mayoría de diputados de los 120 en la Knesset, acordaron en primavera formar un Gobierno de unidad y crisis en medio del período del coronavirus.

Pero en los últimos meses han aumentado las disensiones internas. Así, Gantz ha anunciado que abrirá una comisión de investigación de la polémica compra por Israel de tres submarinos a Alemania, con presuntas irregularidades y en la que están involucradas personas muy cercanas al primer ministro.

La votación del miércoles es una votación preliminar. La disolución de la Cámara requiere que el proyecto de la oposición sea aprobado en una tercera lectura, lo que da margen para la negociación entre los socios de Gobierno.

El órdago de Gantz puede salirle caro. Las últimas encuestas otorgan al Likud de Benjamin Netanyahu el primer lugar, por delante del partido radical de derecha Yamina de Naftali Bennett, el partido Yesh Atid Telem de Yaïr Lapid y la formación Azul-Blanco de Benny Gantz.

En las últimas tres votaciones, estos dos últimos partidos habían unido fuerzas en una coalición, pero Gantz rompió el pacto para unirse a Netanyahu y así poner fin a la crisis política más larga de la historia de Israel.

El acuerdo de Gobierno entre Netanyahu y Gantz prevé una división de ministerios y una rotación para el puesto de primer ministro, que debe recaer en el exjefe del Ejército en un año, por lo que las elecciones le privarían de llegar a la jefatura del Ejecutivo.